Quienes sean inquilinos y hayan firmado su contrato en abril del 2022 tendrán un aumento cercano al 92%. La Ley de Alquileres vigente establece que los contratos tengan un ajuste anual, que contemple la variación de la inflación que mide el INDEC y la de los salarios que establece el RIPTE.
Para el caso de una persona que —a modo de ejemplo— en los últimos 12 meses pagó un alquiler de $50.000, a partir de abril de 2023 comenzaría a pagar $96.296.
¿Cómo se calcula el aumento del alquiler en Argentina?
Para calcular el aumento del precio del alquiler, tanto los propietarios como los inquilinos pueden consultar el Índice de Contratos de Locación (ICL) que publica todos los días el Banco Central, y contempla la variación de la inflación (según el Índice de Precios al Consumidor IPC del Indec) y los salarios, de acuerdo con la remuneración promedio de los trabajadores estables (RIPTE).
Para aplicar el ajuste en base al ICL, se debe utilizar una fórmula teniendo en cuenta el valor de dos fechas: la del inicio de la última actualización de valores y en la que se hará el aumento.
El índice se puede consultar en la web oficial del Banco Central, haciendo clic en la pestaña “Estadísticas” y en “Principales variables”. Luego, en la opción “ICL”, que se encuentra al final del listado.
El usuario deberá seleccionar las fechas de inicio y finalización del período que se quiere consultar. Primero se debe colocar la fecha en la que se concretó la última actualización, para saber cuál era el índice en ese momento, y en la que se hará el ajuste.
Luego, tomar el precio actual del alquiler y dividirlo por el valor del primer índice. Por último, se debe multiplicar ese monto por el índice de la fecha en la que cambia la cifra del alquiler. El valor que arroje será el importe del alquiler que el inquilino deberá abonar durante todo el año.
¿Qué dice la Ley de Alquileres?
Según la Ley de Alquileres vigente, el plazo mínimo para los contratos de alquiler de vivienda es de 3 años. En los contratos el precio del alquiler se debe fijar como valor único, por períodos mensuales y solo se pueden realizar ajustes anuales.
Hasta fines de junio de 2020, antes de ser promulgada la Ley de Alquileres (27.551), el precio se definía cuando se firmaba el contrato, y ese monto total se dividía por los 24 meses de duración del alquiler y, en general, se pactaba con subas semestrales.
A partir de la nueva ley, los alquileres se ajustan una vez por año con una fórmula compuesta en un 50% por la evolución de los salarios (índice Ripte) y 50% por la evolución de la inflación que mide el Indec (IPC).
Otro de los cambios de la normativa fue que el mes anticipado y el depósito de garantía que deben abonar los inquilinos no pueden ser mayores que el equivalente a un mes de alquiler, respectivamente. En tanto, el plazo mínimo del contrato se amplió de dos a tres años.
Alquiler tradicional vs. temporario: de cuánto es la diferencia de precios
La brecha entre los alquileres tradicionales y los alquileres temporarios realizados a través de plataformas digitales es del 131% promedio en la Ciudad de Buenos Aires, aunque varía según la zona, de acuerdo a un relevamiento realizado por el portal inmobiliario Properati en 34 barrios porteños.
En el informe está detallado que Villa Luro es el caso más visible de la diferencia de precios entre ambas modalidades: allí el alquiler mensual promedio es de $62.245 pesos, mientras que en Airbnb es un 258% más costoso, con un precio medio de $222.900. Le sigue La Boca con un 237% más caro; Barracas con un 217%, San Nicolás con un 183% y San Cristóbal con un 176%.
Por otro lado, Puerto Madero es el barrio con menor diferencia de precios entre ambos modelos: allí, rentar un departamento en Airbnb al mes cuesta $455.520 pesos aproximadamente, un 46% más que el alquiler tradicional, que es de $311.000 pesos. Le siguen Belgrano con un 62%, Palermo con un 65%, Agronomía con un 80% y Parque Chacabuco con un 84%.