Las declaraciones de Rodrigo De Paul sobre los méritos de la Selección que obtuvo la Copa del Mundo en Qatar 2022 tuvieron repercusión en las redes y también en jugadores que vistieron la celeste y blanca en diferentes épocas de nuestra historia deportiva.
Podemos nombrar a quienes crearon una suerte de alfombra de élite para que un director técnico llamado César Luis Menotti creara un proyecto de fútbol diferente para nuestros seleccionados. El puntapié inicial fue el Huracán campeón de 1973 con Carrascosa, Brindis, Babington, Houseman, Avallay y Houseman como estandartes. Pero el estudio fino de todo el panorama hizo que Menotti detecte lo que se debe hacer para realizar un buen papel en un Mundial. El juego asociado, audaz, colectivo y con delanteros capaces de convertir todos los goles fue su objetivo.
Al Mundial '78 se llegó por esa capacidad de Ardiles, Villa, Gallego, Luque y Kempes por nombrar sólo algunos que se impusieron por liderazgo dentro y fuera de la cancha. La caída de 1982 en España no fue sino la condición de posibilidad para que Carlos Salvador Bilardo viera que el orden de los factores del juego en este caso altera el producto.
Contó con un gran artista del deporte más hermoso del mundo: Diego Armando Maradona dio cátedras de cómo se juega un certamen de élite. Orgullo y actitud para ganarlo y la sabiduría y la destreza que le sobraban bastaron para que el partido frente a Inglaterra y la consagración frente a Alemania dieran mucha tela para cortar. Maradona no sólo fue un gran jugador de fútbol sino que contagiaba a sus compañeros, estimulaba lo mejor de ellos y era un líder natural a fuerza de garra y mucha convicción para la victoria. Hay muchos jugadores para nombrar pero cuando se abunda, se resta en éste y en muchos casos.
Las declaraciones de Rodrigo De Paul no fueron ingenuas, tiró una moneda al aire y es bueno recoger el guante. Por supuesto que la Selección triunfante en Qatar 2022 tuvo un camino espléndido, unas Eliminatorias “ideales” y un Mundial épico a gusto, pedido y liderazgo de su entrenador Lionel Scaloni, que no dudó en poner al que mejor estaba a horas de cada competición. Tuvieron sus dirigidos partidos memorables (Croacia, Países Bajos, Francia) y jugadas de antología como el gol de Di María en la final luego de una jugada de asociación que debe analizarse para entender cómo la velocidad crea espacios y cómo se controla un balón en ese vértigo frente al rival.
Todo este presente tiene un pasado a tener en cuenta. El estilo de fútbol no se consigue de un año para otro sino que arranca muchas décadas atrás con logros y fracasos, vaivenes extrafutbolísticos y contextos sociales e institucionales del país. El fútbol en Qatar 2022 dio un salto de calidad, la pasión por el fútbol desde principios del siglo XX fue el punto de partida. Ojalá se creen las condiciones en nuestro fútbol para que sigan viniendo nuevas Selecciones triunfadoras.