Los trabajadores de servicios de cadetería y moto reparto pidieron en el Concejo Municipal la aplicación de medidas destinadas a sumarle formalidad a este oficio que prospera al ritmo de la crisis económica. Para empezar, incorporarían una identificación propia del rubro, como para ir desalentando la precarización casi inherente de ese empleo, según se ventiló ayer en reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda del parlamento local en la que hubo contrapunto entre impulsores y críticos del proyecto.
Los cadetes acudieron al Palacio Vasallo para avalar una propuesta del edil Lisandro Cavatorta, el programa "Motos seguras", que consiste entre otras medidas en un registro oficial de quienes se emplean como repartidores. Se estima que en la región Rosario hay unas 10 mil personas que trabajan como cadetes con sus motos, pero solo 700 están sindicalizadas dentro de una organización que, sin embargo, no consigue personería gremial.
La propuesta ya tiene un recorrido parlamentario de comisiones, y ayer sumó consenso en la junta que preside Daniela León para pasar a recinto y convertirse en ordenanza. A priori, empezarían por aplicar un código QR a la caja de reparto y a la chaqueta con bandas refractarias que le permita a la policía y a inspectores municipales identificar a esos trabajadores.
Eso ya mereció el disenso del oficialismo. La concejala Nadia Amalevi protestó porque "así delegan en el municipio una cuestión de seguridad que es del gobierno provincial", dijo. Y la socialista Verónica Irizar sumó picante: "Me llama la atención de usted, concejal Cavatorta, siendo representante del gobernador Perotti. Estamos usando a los repartidores, porque decirles que con esta ordenanza le vamos a resolver la seguridad y le vamos a recuperar la moto, es una mentira. El circo y el show no va”, lo pinchó.
El proyecto contempla además proveer a los cadetes de un botón de pánico para situaciones de peligro, y GPS para sus rodados, blanco fácil de robos. Y ellos sostienen que cuando sufren el robo de su herramienta de trabajo, las empresas de cadetería directamente prescinden de ellos como empleados. Total, no hay vínculo laboral formal.
"Las empresas tienen que hacerse cargo. Además de la seguridad, esto permitirá que el sector se regularice un poco más", encargó Brenda Marinucci, una de las dirigentes del Sindicato de Cadetes de Rosario. Y recordó que “existe la ordenanza 7.042 que plantea regularizar la actividad en la ciudad y también un registro de trabajadores”. Sin embargo reforzó: “Seguimos en la precariedad incluso en pandemia cuando fuimos declarados esenciales”.
A la reunión asistió también el titular de la organización, Nicolás Martínez, y Lucas Aguirre, repartidor baleado el mes pasado para robarle la moto. Fue cita obligada la muerte de Gabriel Zicarelli, un repartidor muerto en Nuevo Alberdi la semana pasada al quedar en medio de un tiroteo narco.
Aguirre agregó a la idea de instalar GPS en las motos que “el sistema debe ser acompañado de un accionar rápido de la justicia” y contó: “Una compañera identificó donde estaba la moto pero el juez tardó una semana en labrar la orden para hacer el allanamiento”. Por lo tanto, agregó: “Esta medida no viene a solucionar el problema de la inseguridad pero sí puede ser una alternativa para al menos recuperar lo robado”.