La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, expresó su satisfacción por la leve baja en el nivel de desempleo dado a conocer ayer, aunque reconoció que los números oficiales indican que aún “estamos en el purgatorio”. La funcionaria pidió “valorar el esfuerzo” que hace el Gobierno para salir de la crisis y advirtió que las críticas “alimentan a un adversario que viene por todos nuestros derechos”.
“No estoy diciendo que estamos en el paraíso. Como diría Néstor, estamos en el purgatorio”, afirmó la titular de la cartera laboral, quien parafraseó al ex presidente Néstor Kirchner para interpretar los índices que ayer revelaron una caída al 6,3 del nivel de desempleo.
Los datos de desempleo
Según los datos de la ministra, esto significa que “aumentó el trabajo registrado” y, por ende, mejoras en los ingresos formales. “De los 820 mil nuevos empleos, el 61 por ciento son formales, es decir asalariados con derechos; el 28 es no registrado y el 11 monotributistas y autónomos”, detalló.
Para Olmos, estos datos “son muy positivos” y demuestran “el esfuerzo que hizo el gobierno después de las tragedias como lo fueron el macrismo, el acuerdo con el FMI, el covid, la guerra y la sequía”, que sacudieron la economía nacional.
En este sentido, hizo un llamado a la reflexión a los sectores que desde adentro del Frente de Todos cuestionan las mejoras obtenidas durante los últimos años y advirtió que con ello le dan asidero a las críticas formuladas por la oposición de derecha, que aboga por medidas en clave neoliberal.
"Nuestro enemigo viene por todo”
“Hay que valorar el esfuerzo correcto que estamos haciendo. Caso contrario, lo que hacemos es alimentar un adversario que viene por todos nuestros derechos, porque lo que a nosotros nos parece poco, para ellos es demasiado”, puntualizó la funcionaria durante una entrevista por Radio Futurock.
A lo que Olmos aludió fue a las medidas que un eventual gobierno de Juntos por el Cambio prometió activar en caso de ganar las próximas elecciones generales. Tal como lo anticiparon sus referentes, a lo que el macrismo apuntará es una devaluación que destruya los salarios, intervención de sindicatos y modificación de facto en los convenios laborales, entre otros dramas.
Por este motivo, la ministra recalcó la necesidad de “reconocer los logros” de los últimos años, a pesar de la inflación galopante y los salarios bajos.
“No digo que digo que estamos en el paraíso, no sería cierto ni honesto. Digo que reconozcamos el esfuerzo que el pueblo está haciendo en el sentido correcto, porque nuestro enemigo viene por todo”, reiteró.
Deshojando la suma fija
Por otra parte, la ministra salió al cruce del nuevo pedido de los dirigentes gremiales que reclamaron la incorporación de una suma fija al salario para que mejore el piso que luego pueda resolverse en una negociación paritaria.
Olmos rechazó por el momento la posibilidad de aplicar una medida de ese tipo. Sostuvo que las sumas fijas se dan en ocasiones extraordinarias y afirmó que mantenerlas en el tiempo es “cambiar las reglas de juego de un sistema institucionalmente muy vigoroso”, como lo son las paritarias.
“Suponer que desde un lugar vas a intervenir las reglas de juego es casi una locura”, remarcó la funcionaria y recordó que “cada vez que un gobierno peronista estableció suma fija, lo hizo después de un período de destrucción salarial neoliberal”.
Citó ejemplos: “Lo hizo Néstor cuando salimos de crisis 2001”, pero “una vez que la economía se puso en marcha, no lo volvió a hacer” y priorizó la negociación paritaria. “También lo hizo Alberto Fernández cuando salimos de la crisis de dos años de destrucción de la capacidad adquisitiva provocada por el macrismo. Cuando se pusieron en marcha las paritarias, no lo volvimos a hacer”, recordó.
Por eso, en momentos en que hay negociaciones entre gremios y empresas promovidas por el Gobierno, “no se pueden cambiar las reglas de juego”.
Para la ministra, está claro que “tenemos insatisfacciones” provocadas por el deterioro del salario frente a la inflación. Pero “lo que acá hay que impedir es una recaída neoliberal, porque cada vez que ellos vienen y destruyen todo, después nos cuesta muchísimo reconstruir”.