Página/12 en Italia
Desde Roma
Este 24 de marzo, como se viene haciendo desde 2021 aunque limitadamente por la pandemia, el único Faro existente en Roma, en la colina del Gianicolo, fue encendido en memoria de los desaparecidos argentinos y de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Los colores de la bandera italiana iluminaron el faro hasta media noche. Del evento participaron el embajador argentino en Italia, Roberto Carlés, representantes del municipio de Roma y de la organización Amnesty International, familiares de desaparecidos, además del ex cónsul italiano en Argentina, Enrico Calamai, que durante la dictadura logró salvar a numerosas personas ayudándolas a salir del país. Varias fotos de desaparecidos fueron colocadas delante del Faro durante la ceremonia.
La decisión de iluminar el Faro para recordar a los desaparecidos, fue tomada en 2020 por la asamblea del municipio de Roma. Pero el Faro fue encendido recién el 24 de marzo de 2021, en una Roma semidesierta a causa de las restricciones por la pandemia.
El actual alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, del Partido Democrático, que ha sido diputado europeo y ministro de Economía estuvo en Buenos Aires en octubre pasado y se encontró con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Según Gualtieri, que no estuvo presente en el Faro pero hizo declaraciones a Página/12, “la luz tricolor del Faro del Gianicolo ilumina la ciudad de Roma en recuerdo de un período dramático de la historia argentina que ha dejado heridas sociales, políticas y económicas difíciles de olvidar. La recepción de los hermanos argentinos, muchos de origen italiano, escapados de la cruel dictadura con la que vieron derrumbarse el propio país, nos ha dado los instrumentos para reflexionar sobre esta trágica página de la historia reciente”. “El ejercicio de la memoria nos ayuda a trabajar para que no se repitan violaciones de los derechos humanos como las perpetradas contra una joven generación de argentinos hace más de 45 años”, subrayó.
Gualtieri también recordó su reciente viaje a Buenos Aires: “Tuve el privilegio de escuchar la historia de algunos desaparecidos contada por sus madres y padres en la visita a Abuelas de Plaza de Mayo que realicé hace algunos meses en la sede de Buenos Aires. Historias de jóvenes mujeres y hombres jóvenes asesinados y torturados de modo brutal por el solo hecho de luchar por un mundo diferente, por un mundo mejor. El 24 de marzo Roma enciende el Faro de los Italianos de Argentina para pedir con urgencia que se escuche la voz de los pueblos democráticos contra todo tipo de violencia y que lo que pasó en Argentina no se repita Nunca Más”.
El embajador argentino presente
El embajador argentino en Roma, Roberto Carlés, que habló en la presentación del evento, destacó que “este nuevo aniversario del golpe cívico-militar, en el año del cuadragésimo aniversario del retorno de la democracia a nuestro país, nos encuentra enfrentando fuertes desafíos a los consensos sociales gestados desde 1983”. “Circulan con fuerza discursos de odio que, como hemos visto con el atentado a la vida de la vicepresidenta -destacó- se traducen en acciones, poniendo en crisis los más elementales principios del consenso postdictadura, fundamentalmente el nunca más a la violencia. Por ello hoy es necesario, más que nunca, repudiar todos estos discursos de odio que terminan siendo instrumentalizados políticamente”.
Según el embajador “este nuevo aniversario es una oportunidad para que todos renovemos nuestro compromiso con el pacto democrático pero también para que reflexionemos acerca de las razones que han llevado al malestar que muchos argentinos sienten frente a las expectativas que no han podido satisfacerse en estos años y que implican un fuerte desafío para la representación política. Escuchar los reclamos y percibir más atentamente las inseguridades de nuestro pueblo tal vez sea la mejor forma de prevenir el avance de posiciones extremas e iliberales, como las que amenazan actualmente las democracias en distintas partes del mundo”, concluyó Carlés.
El Faro de Roma
El Faro del Gianicolo fue construido mediante una contribución económica de los emigrados italianos en Argentina. Un comité de Italianos basado en Buenos Aires hizo esta propuesta y financió la obra para festejar el 50 aniversario de la unidad de Italia que en 1861 acabó con el dominio de los Borbones españoles en el sur de la península. El faro de 20 metros de altura fue construido a partir de 1911 a lo largo de un año. La inauguración oficial fue postergada hasta 1920 por la Primera Guerra Mundial. Está montado sobre una columna en cuyo capitel se lee: “A Roma Capitale gli italiani d’Argentina. MCMXI” (A Roma capital los italianos de Argentina. Año 1911). Desde su inauguración, se enciende para conmemorar hechos importantes del país, proyectando hacia la ciudad los colores de la bandera italiana.
Desde la colina el Gianicolo hay una visión increíble de la ciudad de Roma con decenas de iglesias como San Pedro del Vaticano, el Coliseo y el Monumento a Vittorio Emanuele en pleno centro de la capital. A metros del Faro hay un monumento a Giuseppe Garibaldi, un héroe de la unidad de Italia y estatuas de personajes de esa campaña como Anita Garibaldi, esposa de Giuseppe, a quien conoció en Brasil y con quien se casó en Uruguay. Ambos lucharon por la independencia de Brasil y de Uruguay y por la unidad de Italia: Garibaldi es conocido como “el héroe de dos mundos”.
La memoria importa
El Holocausto del pueblo judío ha sido uno de los temas que han servido para estimular la memoria de la población italiana. Recordar los hechos, como lo que sucedió a partir del 24 de marzo de 1976 en Argentina, ayuda a construir una historia lo más cercana a la realidad -y no contada solo por los vencedores de las guerras como sucedía antiguamente- y a evitar eventos similares.
El 24 de marzo, los italianos recuerdan también la matanza de las Fosas Ardeatinas, una vieja cantera de piedras donde los nazis asesinaron a 335 personas como represalia por un atentado de la Resistencia en el que habían muerto 33 soldados alemanes el día anterior. Los nazis hicieron rápidas cuentas y dijeron “diez por uno”, diez italianos por cada alemán. Pero no había prisioneros suficientes para llegar a ese total. Entonces recurrieron a presos comunes, a judíos que estaban por ser deportados a campos de concentración y a gente común, entre ellos jóvenes de 15 años. De la operación participó el capitán Erich Priebke, que escapó a la Argentina apenas terminada la guerra y vivió en Bariloche muchos años. En 1995 fue extraditado a Italia y condenado. Murió en una cárcel italiana en 2013.
Para mantener activa la memoria de toda la población sobre los dramáticos hechos ocurridos en Italia durante el dominio del nazifascismo, fue creada en Roma la Asesoría de la Memoria por iniciativa del que fue alcalde de Roma de 2001 a 2008, Walter Veltroni. Hoy existen varias Asesorías en distintas secciones municipales de Roma y en varias ciudades de Italia. “La Asesoría de la Memoria organiza iniciativas sobre la memoria histórica, recordando no solo el Holocausto (27 de enero) sino también la Resistencia (el 25 abril, fiesta de la Liberación de Italia del nazifascismo)”, contó a Página/12 Adriano Labucci, licenciado en Historia y Asesor de la Memoria de la primera sección municipal de Roma. “El año pasado comenzamos un nuevo proyecto: organizamos caminatas por la ciudad que se detienen en los lugares que recuerdan a los partisanos de la Resistencia sobre los cuales proporcionamos una historia detallada. Este año se están organizando obras de teatro y conciertos. Y en ocasión del 10 de mayo, el día que los nazis quemaron los libros en Berlín, haremos una jornada de reflexión sobre este tema”, contó.