En el Día nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el ministro del Interior y nieto recuperado, Eduardo “Wado” de Pedro, relató cómo fue su apropiación durante la dictadura cívico militar, el asesinato de sus padres y el tiroteo del que sobrevivió gracias a que su madre lo refugió con su propio cuerpo.
"En lo personal fue muy duro. Primero perdí a mi padre en abril de 1977, tenía cinco meses. Después en octubre de 1978 secuestran y asesinan a mi madre, Lucila (Révora), embarazada de 8 meses y medio", recordó. "Ahí se produce un tiroteo muy fuerte en la casa donde estábamos viviendo. Yo me salvé de las balas por el cuerpo de mi mamá. Ella me refugia en la bañadera y se pone encima mío", agregó con la voz emocionada, sobre el terror que vivió en su casa de Floresta.
A través de un video realizado por jóvenes estudiantes de cine, denominado "Memoria en primera persona", De Pedro también contó que en 1996 visitó aquella casa donde se produjo el asesinato de su madre y donde fue secuestrado. "Le toque el timbre a la vecina de la casa donde fue el operativo. Me dejó pasar a la casita del fondo y está el baño todavía con tiros en la puerta. Cuando veo eso, veo lo que pasé. Fue muy duro, seguramente de ahí a mi me secuestran. Estuve apropiado por alguna familia de militares por unos meses", reveló.
En un fragmento del testimonio, que fue compartido en su cuenta de Tik Tok, Wado rememoró que "por gestiones familiares" lograron que lo devuelvan, aunque remarcó que "estamos ante un hecho más de los miles que pasaron en la dictadura, donde se vive mal. Se vivió mal y después, el después".
"Cuando me vine a Buenos Aires a estudiar, pude ver el surgimiento de H.I.J.O.S. Eso no lo tenía dimensionado como una actividad política, sino que lo tenía dentro de las necesidades personales. Tenía la intención de compartir con otros pibes y otras pibas que habían perdido a sus padres, tenía ganas de compartir primero las experiencias personales y después tenía ganas de ver cómo podíamos hacer para que deje de haber impunidad en la Argentina", explicó respecto a su primero años de militancia.
Memoria, Verdad y Justicia
Respecto a lo que significa un nuevo 24 de marzo y a la continuidad de las políticas de derechos humanos, el ministro afirmó en declaraciones radiales que "la Memoria, Verdad y Justicia tienen que seguir siendo parte del acuerdo social. El no uso de la violencia, el asesinato y de las fuerzas del Estado para resolver diferencias políticas tiene que ser el acuerdo básico del sistema democrático argentino". En ese sentido, el dirigente sostuvo que hay "sectores que empezaron a desgastar" estas ideas como, por ejemplo, al asegurar que "no fueron 30.000" los desaparecidos.
"Sobre todo sectores de Cambiemos que buscan desgastar estas ideas con fake news y verdades relativas. En este tiempo hubo un ataque sistemático a los organismos de derechos humanos y han logrado que en 2017 la Corte Suprema saque el fallo del 2x1 que permitió la libertad de muchos de los genocidas", sostuvo.
Sin embargo, De Pedro indicó que no cree "que el consenso democrático haya perdido valor en la sociedad", sino que "hay una dirigencia más violenta" y que las redes sociales permiten que "se extreme un poco más el discurso". "Hay personas agazapadas y ahora se permite reivindicar actitudes y pensamientos que tienen que ver con el exterminio de otros. Muchos dirigentes han pensado eso durante los últimos 40 años y hoy se lo permiten decir", apuntó.
En tanto, advirtió que existe "un reclamo sobre el poder judicial desde siempre" ya que es "uno de los pocos poderes que no se rediscutió desde la dictadura y que mantiene privilegios". "Hay que discutir, democratizar y humanizar un poder que no va a elecciones, que es permanente y, a las claras, es muy corrompido. Hay que insistir y persistir, no bajar los brazos hasta que se puedan generar cambios", subrayó.
En ese marco, De Pedro invitó a los jóvenes a participar de la movilización de hoy y destacó que "las nuevas generaciones son mucho más sanas e inteligentes" y dan por hecho que "no puede venir ninguna fuerza a copar el Estado y usar la violencia para ir en contra de la libertad". "Los dirigentes menos viejos tenemos que hablarle a las nuevas generaciones que van a mantener las banderas de la democracia, la empatía, la justicia y la convivencia en paz. Hay que volver a contar cosas que para nosotros son muy obvias", completó.