Fue multitudinaria la cita obligada de ayer, como cada 24 de marzo, la fiesta de la memoria que inundó las avenidas que confluyen en Plaza de Mayo, con toda la militancia y dirigencia de las agrupaciones que integran el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ) marchando hacia el acto de la jornada, esta vez en el primer turno. "Exigimos al gobierno la apertura a todos los archivos de la represión, lo mismo a la Iglesia, que sigue negando su complicidad. Así como las Abuelas y la lucha popular ya recuperaron a 132 nietas y nietos, vamos por la identidad de todes les jóvenes apropiados; se deben acelerar y unificar las causas contra genocidas, porque 1.023 de los enjuiciados murieron sin sentencia, con impunidad biológica", leyeron los militantes/locutores sobre el enorme palco ubicado frente a la Casa Rosada. "Como el 76 por ciento de los genocidas condenados está en su casa decimos basta de prisiones domiciliarias: ¡cárcel común, perpetua y efectiva! ¡Que se cumplan las leyes reparatorias de expresos políticos, ex exiliados, hijas e hijos de sobrevivientes! A dos años de su desaparición, exigimos saber dónde está Tehuel", siguieron, y mencionaron al joven trans que permanece desaparecido en democracia.
Un rato antes había retumbado el grito "Madres de la Plaza, el pueblo las abraza", hasta en los bares del microcentro, mientras en las veredas se mezclaba la venta de choripanes con el merchandising militante: Evita, Cristina y Néstor, el Che, Carlitos Marx y hasta algún León Trotsky. "Vengo todos los 24, con la Campaña por el Derecho al Aborto, este año vine con mi nieto, llegamos hasta el escenario para que conozca a las Madres", dijo Elsa Magari a Página/12, de la mano de Ezequiel, de 11. "Es muy importante reunirse para que no haya nunca más dictadura ni represión, para que sigamos luchando y que aparezcan los desaparecidos", agregó el nieto, con su gorrita de River.
Dos horas antes en Avenida de Mayo y Salta parecía imposible llegar a la plaza. La cabecera juntó a Norita Cortiñas, Elia Espen y Adolfo Pérez Esquivel con Nicolás del Caño, Christian "Chipi" Castillo, Marcelo Ramal, Myriam Bregman, Eduardo "Chiquito" Belliboni, Gabriel Solano, Romina Del Plá, Vilma Ripoll, Juan Carlos "Gringo" Giordano, Ileana Celotto, Cele Fierro, Manuela Castañeira, Alejandro Bodart, Gonzalo Moyano Balbis, Pablo Vasco, Néstor Pitrola y Carla Lacorte, entre otros y otras, rodeados por las banderas de la Correpi, el Cadhu, Apel, Ceprodh, Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y Encuentro Militante Cachito Fukman. Las columnas de las agrupaciones sindicales, como el Sipreba, artísticas y políticas aguardaban su turno de marchar sobre la Avenida 9 de Julio. Carteles exigiendo la libertad de Milagro Sala aparecían junto a las fotos de las víctimas de la represión en Perú. "Los mismos empresarios que organizaron el golpe genocida son los que hoy aplastan los salarios, precarizan y quieren quitar derechos, los pibes y pibas tienen que saber que esos liberales como Milei hablan de libertad pero le dieron los ministros a la dictadura", expresaron Bregman y Del Caño.
"Este es un 24 de marzo muy especial, el primero sin mi madre que falleció después de dar su testimonio en la megacausa zona 5 el año pasado. Es un día cargadísimo de emociones, de dolores que se vuelven a hacer carne, de bronca por la impunidad que aún persiste y que permite que tantísimos genocidas no sean juzgados, y que testigos, como mi madre, lleguen a una audiencia con su último aliento", expresó a Página/12 Lucía, hija de desaparecido Mario Herrera. "Hoy siento a mi padre y a mi madre más presentes que nunca, acompañando mis pasos, latiendo en mi corazón, gritando conmigo, porque todavía nos queda mucho por andar. Tenía razón Walsh cuando decía que las clases dominantes han procurado que los trabajadores no tengan historia, y cada lucha deba empezar de nuevo", agregó, y siguió marchando. Para ella, hoy esto es más necesario que nunca, por el avance de la derecha y el negacionismo, "continuadora del proyecto de la dictadura, la reedición del fascismo".
Unos pasos más adelante iba Manuel Mérega, con sus compañeros del Centro de Estudiantes. "Es un día para conmemorar y nunca más olvidar la memoria de todos aquellos que se fueron y no volvieron, parece que el dolor se fue pero en realidad sigue presente en todos los familiares de los desaparecidos que perdieron la vida siendo capturados, perseguidos, y asesinados por los militares", dijo ante la consulta de este diario sobre por qué se estaba movilizando.
Cerca de las 14.30 las columnas de las agrupaciones del Frente de Izquierda Unidad, y otras que no integran la coalición trotskista, sociales, estudiantiles, piqueteras y de derechos humanos entraban a Plaza de Mayo. "El 24 de marzo es un día histórico de lucha contra la impunidad, la represión y los atropellos del Estado, por eso rechazamos todo intento de banalización o de utilización gubernamental para convertir esta fecha tan sentida en una celebración oficialista y electoralista; menos aún, cuando el gobierno está aplicando programas de hambre del FMI. Que nadie se confunda ni se deje confundir: el 24 de Marzo es un día de lucha por los derechos humanos de ayer y de hoy". Así comenzaba el texto del documento que fue leído ante una multitud que, como cada año, no bajaba sus banderas. "Por Julio López, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Luciano Arruga, Facundo Castro, Carlos Fuentealba, Teresa Rodríguez, Mariano Ferreyra, Maxi Kosteki, Darío Santillán, Víctor Choque y tantos y tantas más, seguimos defendiendo los derechos humanos de ayer y de hoy", agregaron.
Y también como cada 24 en la coordinación, el Sueco Lordkipanidse pidió desconcentrar rápido para dejar el espacio para el segundo turno, la movilización de las organizaciones afines al gobierno e identificadas con la figura de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Así cumplimos con lo que nos comprometimos", dijo.