El millar de cooperativistas que trabajaba en la refuncionalización y puesta en valor de los edificios que hasta 2004 pertenecieron a la Armada y son sede del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), desocupados como consecuencia del cambio de gobierno, cumplirá el mes próximo su primer año sin pisar el predio de Avenida Libertador. H.I.J.O.S. Capital y Madres Línea Fundadora denunciaron el desfinanciamiento por parte de la gestión macrista, obtuvieron promesas sobre el reinicio de las obras, pero el convenio entre la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Desarrollo Social y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires se sigue dilatando.
El gobierno de Cristina Kirchner implementó hace un lustro el desarrollo del programa “Argentina Trabaja” en el ex centro clandestino de la Armada a través de un convenio entre la FADU, Desarrollo Social y la Secretaría que encabeza Claudio Avruj, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Más de mil cooperativistas comenzaron a trabajar entonces en los distintos edificios, previamente asignados a organismos gubernamentales y no gubernamentales. En el caso de las Madres Línea Fundadora, se abocaron a la construcción de la Casa Nuestros Hijos, la Vida y la Esperanza; en el de H.I.J.O.S. levantaron la Casa de la Militancia. La realización de las obras implicó fortalecer los objetivos por los que se creó el Espacio Memoria, ya que los cooperativistas –que incluían un 70 por ciento de mujeres– recibieron formación en oficios pero también en materia de derechos humanos, además de ser parte activa en la resignificación diaria del que fuera un espacio de tortura y exterminio.
A dos meses del ascenso de Mauricio Macri a la presidencia los cooperativistas que ponían en valor los edificios realizaron sus primeras jornadas de protesta para exigir garantías de continuidad. El paso previo a la suspensión por parte de la gestión PRO fue hacerles firmar un contrato provisorio, de tres meses, hasta el 31 de marzo. En agosto, ante la discontinuidad del programa y la falta de respuestas, dejaron de asistir al predio, con lo cual los trabajos quedaron a mitad de camino. En marzo último Madres e H.I.J.O.S. realizaron una jornada solidaria para reclamar por el retorno de los cooperativistas y exigirle al gobierno nacional, a través de Avruj y de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, la reanudación de las obras. También desde el directorio de organismos de derechos humanos del Espacio Memoria se enviaron notas a los funcionarios manifestando preocupación y pidiendo que se informara la fecha de reinicio de los trabajos. En abril una funcionaria de Desarrollo Social fijo fecha para mayo, pero al borrador del convenio le seguiría faltando la rúbrica del secretario Avruj.
En ambos edificios, el proceso de puesta en valor se interrumpió cuando aún faltaba más de la mitad del trabajo programado. En la Casa de la Militancia de H.I.J.O.S., ex “Pabellón Delta” para los marinos, resta el trabajo en el ala izquierda del edificio, que implica finalizar tareas en aulas, baños, cerramientos y en la radio La Imposible. En el de Madres, el ex “Pabellón Alfa”, falta terminar la planta alta, que incluye aulas, un auditorio y el espacio para el taller de luthería. En ese edificio funciona una Tecnicatura Popular de Música, proyecto de las Madres y de la Fundación Música Esperanza, de Miguel Angel Estrella, que se dicta con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata. En el edificio asignado a H.I.J.O.S. funciona una Tecnicatura en Periodismo Deportivo, que es una extensión de la Facultad de Periodismo y Comunicación platense; Punto Digital, espacio de capacitación en tecnologías de la información y la comunicación que actualmente depende del Ministerio de Modernización; el programa Fines para terminar los estudios, y la redacción de la revista La Garganta Poderosa.