Forzar con operadores la detención de un inocente para sacarse de encima la presión de los medios por el femicidio de Anahí Benítez no fue la única intervención de María Eugenia Vidal en el caso en agosto de 2017. Como ya informó Página/12, la entonces gobernadora bonaerense y el procurador General macrista, Julio Conte Grand, a través de operadores propios, detuvieron a Marcos Bazán para dar la imagen de que el caso fue resuelto rápidamente. Pero a mediados de 2018, Vidal tuvo otra intervención, esta vez personal y directa, cuando en su muro de Facebook posteó una foto en la que se la ve acariciar al perro rastreador con el que se simuló el marcado de Bazán, junto con un elogio al pichicho: "Bruno es el Messi de los perros", sostuvo.
Y no terminó ahí. Cuatro años después, cuando se debatía la libertad de Bazán, ya sin condena porque había sido anulado el juicio por la Cámara de Casación bonarense, la diputada nacional del PRO, María Sotolano, alineada con Vidal, presentó un proyecto de Declaración para que Bruno, "El fantasma gris", fuera declarado de interés por el Congreso de la Nación.
La alabanza al "Messi de los perros" Vidal la hizo en su propio muro de Facebook a fines de junio de 2018, más precisamente el 27 de ese mes. Bajo ese título, y junto a la foto en la que se ve a la entonces gobernadora acariciando al pichicho, un weimaraner gris convertido en astro can, Vidal pegó un texto que desarrolla el elogio:
"Dicen que Bruno es 'el Messi de los perros', es único en la Provincia porque con su olfato sigue rastros para encontrar personas. No hay muchos como él porque el olor de cada humano es único y difícil de identificar", sostiene en el texto.
Y continúa: "Bruno es parte de la brigada canina de la Municipalidad de Escobar, pero lo llaman de otros lugares para ayudar en diferentes búsquedas. Participó en más de 80 operativos con 100% de efectividad y es un orgullo tenerlo en la Provincia."
La intervención directa de Vidal, su presencia física y sus palabras, demuestran la importancia que le daba a la resolución del caso que tanto la preocupaba por la repercusión negativa que producía. Pero el posteo tuvo lugar más de 10 meses después de que Bazán había sido detenido. ¿Por qué exponer su imagen en forma tan directa cuando aparentemente estaba resuelta su preocupación?
Es bueno recordar que el 6 de agosto de 2017, una semana después de desaparecida Anahí Benítez y dos días después del hallazgo del cuerpo de la adolescente, el adiestrador de Bruno, Diego Tula, convocado entonces por la fiscalía, sirvió en bandeja a un perejil, Marcos Bazán, un hippie que vivía en una cabaña en la reserva de Santa Catalina, en Lomas de Zamora, a 200 metros de donde fue hallado semienterrado el cuerpo de Anahí. A partir de ahí, para los "investigadores" no había más que esposarlo y esperar la condena, como efectivamene ocurrió. "Los perros no mienten", diría en 2020, en el juicio con condena anticipada, el juez preopinante Roberto Lugones, retomando la misma idea de la exgobernadora.
La respuesta a la aparición directa de Vidal puede encontrarse en la trama de la causa. La instrucción prosiguió durante 2018, impulsada inicialmente por las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, y finalmente por esta última, siempre bajo la mirada atenta del fiscal Sebastián Scalera, el operador en Lomas de Zamora del procurador Conte Grand. Pero días antes del posteo de Vidal sobre el astro can, la defensa de Bazán había presentado un obstáculo, había llevado a declarar a un perito experto, con todas las atribuciones para deslegitimar al tándem rastreador.
El experto, Juan Carlos Lombardi -juez internacional y presidente de la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe-, declaró ante la fiscalía que Bruno tenía inconvenientes con su registro. En su voto, el juez de Casación bonaerense Daniel Carral, apoyado por su colega Ricardo Maidana, tomó ese detalle, el mismo que los jueces Roberto Lugones, Elisa López Moyano y Roberto Corti desecharon en el primer juicio. Pero, además de otras críticas, Lombardi analizó los videos utilizados como prueba para acusar a Bazán e indicó que se notaba a Tula cuando inducía a Bruno a dirigirse a la casilla donde vivía el acusado. Lombardi aclaró que en ningún momento se desprendía que el rastreador señalara a Bazán: al único que le ladra es a su guía reclamándole la pelota para jugar, afirmó el experto.
Esa declaración desacreditaba gravemente la prueba del 10 perruno, y sin ese guau guau Bazán quedaría inevitablemente libre y Vidal estaba dispuesta a evitarlo por todos los medios. Fue entonces que Vidal decidió gambetear a la realidad, viajó a Escobar, y se hizo fotografiar mientras acariciaba el morro del pichicho para luego postear en su muro la foto y la elogiosa comparación sobre "el Messi de los perros". Un telón para sostener el show ante la mirada pública mientras en el proceso las pruebas de la defensa eran ninguneadas por los empleados de Conte Grand. El resultado del primer juicio demostró que la gambeta tuvo efecto.
Pero no fue el único apoyo que recibió el tándem Tula/Bruno del lado de Cambiemos. En 2022, después de que Casación bonaerense ordenara la realización de un nuevo juicio, arreciaban los reclamos de organizaciones feministas por la liberación de Bazán. La orden de libertad la había dado la Sala I de Casación, pero los jueces Lugones, López Moyano y Corti hacían caso omiso, al punto que en junio la Sala I debió insistir afinando aún más la orden de "inmediata libertad". La manipulación judicial demostró que lo insólito formaba parte de la causa: los jueces desoyeron al tribunal superior y ordenaron que Bazán siguiera preso, pese a que ya había sido anulado el juicio y por lo tanto la sentencia. Nunca como antes quedaba demostrado que lo querían preso sin condena.
En ese marco de tira y afloje entre el tribunal inferior y la Casación, el 14 de marzo de 2022, mientras se reclamaba la libertad de Bazán, la diputada nacional del PRO María Sotolano, exsecretaria de Gobierno del exintendente chef de Quilmes, Martiniano Molina, presentó un Proyecto de Declaración en la Comisión de Seguridad de Diputados para que el Congreso reconociera la labor del "can de rastreo Bruno 'El Fantasma Gris' y a su equipo de adiestradores, encabezado por Diego Tula y Raquel Peralta del equipo de la Patrulla Canina de la Policía de la Provincia de Buenos Aires."
El Messi de los perros había llegado al Poder Legislativo nacional. El proyecto fue aprobado con una modificación (en lugar de reconocimiento, fue una "expresión de beneplácito") en la Comisión y finalmente la Cámara lo aprobó sin votación, apelando a un artículo del reglamento.
El equipo de adiestradores estaba al tanto de la movida del PRO. Lo reconoció el propio Tula al abogado Manuel Garrido, titular de Innocence Project y abogado de Bazán en el segundo juicio, cuando el 13 de marzo pasado, citado como testigo, tuvo que reconocer que antes de la aprobación ya se había reunido en el despacho de Sotolano.
Una ayudita para los amigos.