El papa Francisco aceptó este sábado la renuncia de Franz Josef Bode, el obispo católico de la ciudad alemana de Osnabrück, quien inició la solicitud para rescindir de sus funciones luego de reconocer "faltas personales" en el tratamiento de abusos sexuales en su diócesis.
“Reconozco expresamente mi responsabilidad y mis culpas personales", declaró el prelado de 72 años, quien estuvo bajo presión desde la publicación en septiembre pasado de un informe de la universidad de Osnabrück, en el noroeste de Alemania, que lo acusa de haber faltado a sus deberes en el tratamiento de las agresiones sexuales contra menores en su diócesis.
En tanto, este sábado el papa Bergoglio "aceptó la renuncia", según informó el Vaticano. Hasta ahora, el Sumo Pontífice había rechazado las dimisiones motivadas por los escándalos de otros altos dignatarios de la Iglesia alemana.
A través de un comunicado, el obispo que ejerció su cargo desde 1995 en Osnabrück y que ocupó el rol de vicepresidente de la conferencia episcopal, expresó: “Durante mucho tiempo me ocupé más de los culpables y de la institución que de las víctimas. Valoré mal los hechos. A menudo actúo con vacilación y a veces tomé malas decisiones", reconoció.
El prelado, que volvió a "pedir perdón" a las víctimas, mencionó también problemas de salud como motivo de su renuncia.
Hasta ahora había excluido dimitir, y se había implicado en el proceso de modernización emprendido por la iglesia católica alemana en favor de la bendición de las uniones homosexuales, del matrimonio de los sacerdotes y de un lugar más importante para las mujeres.