"No sé si va a haber más mujeres en la carrera, no puedo hacer futurología, espero que sí. Lo que sí puedo decirte es que el otro día me habló una chica de 14 años por Instagram, me dijo que quería estudiar esto y cómo podía hacer. Si es una, que sea una, si son más que sean más, pero ya es por lo menos un logro, ¿no?" se pregunta Valentina Marletta (23), que este mes se convirtió en la primera mujer licenciada en Ingeniería Aeroespacial del país, por la Universidad Nacional de La Plata. En junio de 2022, se recibió el primer egresado formal de la jovencísima carrera de la UNLP, creada en el 2020. Desde la Universidad afirmaron que se creó con el objetivo de formar profesionales capacitados en diseñar, calcular y proyectar aeronaves, vehículos espaciales y toda máquina de vuelo, plantas propulsoras y auxiliares aeronáuticas y espaciales, sistemas de control aeronáuticos e instalaciones aeroportuarias. En la actualidad, la carrera cuenta con tiene 298 alumnos inscriptos

Oriunda de City Bell, la flamante primera ingeniera Marletta charló con Buenos Aires 12 sobre su interés por la disciplina aeroespacial, su decisión de estudiar ingeniería aún sin tener referencias, su interés por dedicarse a la Fórmula 1 y sobre abrirle el camino a cada vez más mujeres que quieran ser ingenieras.

--¿Qué es la ingeniería aeroespacial?

--Me encanta explicar esto, porque está bueno saber que esto tiene un montón de ramas. La ingeniería aeroespacial es básicamente el estudio de las aeronaves, el diseño de sistemas que vuelan en la atmósfera: aviones, satélites, etc. Obvio que en el Ciclo Básico hay mucha matemática, física, y demás exactas, además de estructuras. Los primeros años uno tiene que cambiar la cabeza y orientarlo hacia lo matemático, que es la base fundamental, para después aplicarlo. Más tarde se definen algunos caminos: está la parte aeronáutica, de aviones, todo lo que es mantenimiento aeronáutico, que acá en Argentina tiene mucha salida laboral, aeropuertos, diseño de pistas y después el enfoque espacial, satélites, lanzadores, áreas de motores, estructuras, y todas las industrias a las que esas áreas se puedan aplicar: industria automotriz, energía eólica. La carrera tiene tantas ramas que uno puede ir variando sus orientaciones en distintos momentos, es muy amplio y tiene muchas salidas. A mi lo que más me interesa es la parte aerodinámica, el diseño del aire, la mecánica de fluidos, la interacción del aire con diferentes superficies. Esto no solo se puede aplicar a los aviones, sino incluso a los autos, hélices, generadores. 

--¿Cómo llegaste a interesarte por la carrera de la UNLP? 

--Primero, yo soy de City Bell de toda la vida, y nunca se me ocurrió estudiar en otro lado que no fuera la Universidad de La Plata. Además de que tenía la carrera que iba a estudiar, me quedaba cerca (risas). Pero con respecto al tema, cuando yo me anoté, la carrera se llamaba Aeronáutica. Siempre supe que quería ser ingeniera, porque siempre tuve inclinación por los datos, por lo exacto, por lo fáctico. Creo que hay algo muy de ingeniería que es la curiosidad por saber cómo funcionan las cosas. Siempre me gustaron los aviones, gracias a que tuve la posibilidad de subirme a un avión ya de chica, que me marcó y a partir de ahí siempre tuve la curiosidad de saber cómo funcionaban. No sé, se me quedó conmigo. Es muy raro, porque yo no tenía otra referencia que no sea esa. Nadie de mi familia tenía ningún tipo de pasión o afinidad por los aviones, no eran pilotos ni ingenieros. Soy hija de médicos y mis tres hermanos también son médicos, siempre supe que no quería estudiar medicina y ellos me apoyaron un montón, sin ninguna referencia. Tampoco tenía ningún amigo que fuera a estudiar eso. Pero bueno, fue arriesgarse y elegir un poco lo que a uno le gusta. Y estuvo todo bien. 

--¿Cómo cambió tu percepción de la carrera desde cuando te inscribiste? 

--Eso cambia muchísimo a lo largo de la carrera. Supongo que debe pasar en todas las carreras, uno entra con una idea y después de estudiar todo lo que estudia y de entender todo lo que hace ve que es por otro lado. Cuando arranqué la carrera quería trabajar en la NASA, y después me di cuenta que ni siquiera sabía qué iba a poner hacer en la NASA, solo sabía que quería trabajar ahí, para soñar en grande. Tampoco me había informado demasiado. También te pasa que hasta que no lo estudias no te das cuenta qué es lo que vas a poder hacer como profesional. Cuando vas avanzando te das cuenta que hay mucho más para hacer, que hay más caminos profesionales, y otras cosas que a uno le interesan más. Si uno va con una idea clavada de lo que quiere hacer, quizás se pierde un poco. Hay que estar abierto a que se le despierte un interés mas grande por otras cosas. No hay que tener miedo. A mi me pasó eso. Como te decía, la carrera en aeroespacial se dicta desde 2020. Cuando ingresé en 2017 era solamente aeronáutica, entonces hubo claramente un cambio en mi concepción de lo que iba a hacer después. Fueron otros contenidos, otras incumbencias. Ahora el plan es mucho más actualizado, el nombre es más global, es más como lo conocen en el mundo, eso nos abre muchas puertas a todos los egresados. Además, tiene más optativas, que permiten que puedas bucear mejor entre los distintos tipos de contenidos y haya mayores salidas posibles para vos. Cada optativa es un camino profesional que podes tomar, y está bueno que esté esa posibilidad, que cada uno pueda elegir lo que quiera. Ya había muchísimos profesores que tenían y tienen experiencia en el área espacial, y acá en Argentina. Escuchar de su experiencia es invaluable.   

--¿Cómo pensas que la carrera puede aportar a la industria nacional, o colaborar con el desarrollo del país en general? 

--Tener esta ingeniería habilita a un montón de especialidades y áreas. Más allá de que en Argentina ya hay muchos trabajos con energías, con mecánicas, creo que hay muchísimas posibilidades de desarrollar sobre todo en la parte espacial. Como estudiante presencié muchísimos proyectos que se desarrollaban en la facultad, tanto profesores como tesistas, siempre por fuera porque no me involucré porque me especialicé en otra cosa, pero vi un avance a lo largo de los años. Además, cada vez hay más entusiasmo en ese área, sobre todo por parte de los estudiantes, de involucrarse en proyectos de industria nacional. Por eso creo que que la carrera se haya modernizado a un enfoque más global ayuda mucho. Además de que hay muchas oportunidades de aplicar a becas en proyectos, aún sin estar recibido. Hay ganas de formar en ese ámbito, y hay ganas de meterse. Eso se ve. 

--La pregunta que se le hace a cualquier recibido: ¿de qué vas a trabajar? ¿Cuáles son tus planes a futuro?

--Como decía, me especialicé en aerodinámica. El mundo de todo eso aplicado a los autos es algo que me interesa mucho, por ejemplo en la Formula 1: cómo hacemos que esa resistencia que hace el aire sea la menor posible, generar una superficie lo más suave posible, que se gaste menos combstible. Todo eso me interesa muchísimo. Aunque todavía no estoy trabajando en el área, es mi sueño personal a futuro. Sé que es difícil y un lugar muy competitivo, pero soy una persona que si se mete un objetivo o algo en la cabeza quiere cumplirlo, así que lo haga a futuro va a ir hacia eso. En este momento soy ayudante de varias materias (Mecánica de los Fluidos y Aerodinámica), estoy becada en uno de los grupos de investigación de la facultad en aerodinámica, el Grupo de Fluidodinámica Computacional del Departamento de Ingeniería Aeroespacia. A mi la docencia me gustó mucho también, no la descarto para nada. Pero también me interesa lo aplicado. Tuve la experiencia de hacerlo como estudiante, así que eso está buenísimo. Por lo menos ahora, me gustaría insertarme en la industria, y más adelante volver a la docencia. No me molestaría para nada. Por lo pronto estoy ahí, y estoy pensando en el año que viene hacer un master, para seguir especializandome en esto que me gusta. La posibilidad es cercana, ya que la facultad tiene varios contactos de Francia donde se han hecho masters. Cuento con el apoyo de la Universidad, y eso me habilita a buscar becas. Por suerte me esforcé y llegué a tener un buen promedio. Creo que eso me va a ayudar a la hora de solicitar algún apoyo mediante beca de estudio para especializarme.

--Me imagino que es una carrera tradicionalmente masculina. ¿Había más mujeres en la carrera mientras la cursabas? ¿Sentiste que eso influyó en tu educación? 

--Al principio creo que es lo que uno piensa, pero después adentro de la carrera nunca me sentí diferente. El ambiente de la facultad es hermoso, y no se ve para nada una discrepanciaUno se siente igual, no hay diferencias, y si es lo que a una le gusta está bueno que lo siga sin importar eso. 

--¿Qué se siente ser la primera mujer ingeniera aeroespacial? ¿Qué mensaje le compartirías a las actuales estudiantes?

--Yo me siento igual que todo el resto. Ya había mujeres recibidas de aeronautica, aunque como fui yo la primera de aeroespacial podría haber sido otra. Para mi soy una egresada mas, pero entiendo que sirve la noticia para que más mujeres que están dudando si anotarse o no se animen, se motiven, para mi ya es muy importante. Ojalá que ninguna chica que quiera seguir esta carrera sienta que es un impedimento que la mayoría sean hombres. Creo que hubo un cambio muy grande en estos últimos 5 años, aumentó muchísimo la cantidad de estudiantes mujeres en la carrera. Te lo digo porque fue en el tiempo que la transité, y año a año se metían más y más mujeres. Seguimos siendo minorías, pero hay que animarse e ir para adelante. Eso, les diría que se animen. Sé que las ciencias duras siempre asustan, pero si están convencidas y apasionadas de lo que hacen, todo va a valer la pena.