El actor y comediante Tristán Antonio Díaz Ocampo, conocido popularmente como Tristán, a secas, falleció el sábado a los 85 años. El humorista, representante de la picaresca argentina, se encontraba internado desde comienzos del mes en la sala de terapia intensiva del Hospital Tránsito Cáceres de Allende, de la ciudad de Córdoba, como consecuencia de una neumonía bilateral.
A lo largo de su extensa trayectoria, Tristán fue parte cotidiana del cine, la televisión y el teatro de revista argentinos desde la década del sesenta hasta mediados de la década pasada, siempre en obras humorísticas en las que se vanagloriaba del papel del “macho” y a las mujeres -en poca ropa- se las limitaba a sufrir las consecuencias de las andanzas de los hombres. Recién en 2015 Tristán pudo mostrar otra faceta, cuando interpretó magistralmente a un perturbador teniente coronel, mano de obra desocupada de la dictadura, en Historia de un clan, la serie sobre el Clan Puccio que emitió Telefe.
La de Tristán fue una carrera dedicada casi exclusivamente a la comedia picaresca. Pergaminense de nacimiento, el actor tuvo una prolífica carrera cinematográfica, donde compartió cartel en reiteradas oportunidades con figuras como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Susana Giménez, Juan Carlos Altavista, Juan Carlos Calabró, Joe Rígoli, Norma y Mimí Pons, Moria Casán, Susana Traverso, Javier Portales, Darío Víttori, Santiago Bal y Carmen Babrieri, entre otros. Fue integrante habitual de los elencos de las películas de Gerardo Sofovich y Hugo Moser, incluso durante la última dictadura militar, en esa serie de films que los genocidas aceptaban y celebraban como Fotógrafo de señoras, Donde duermen dos… duermen tres, La noche viene movida, ¿Los piolas no se casan? y La pulga en la oreja. Un género que se iba a mantener en los primeros años de democracia con Las minas de Salomón Rey, Enfermero de día, camarero de noche, Experto en ortología o Maestro de pala, películas en las que el actor participó en diferentes roles.
En paralelo a la pantalla grande, Tristán también tuvo una activa participación en el teatro de revista argentino, desde su debut en 1968 en Secretíssimo… shh! hasta Las grietas de Tristán, pasando por Los verdes están en el Maipo, La revista corrupta, La noche de las pistolas frías, El último argentino virgen, Armatetón, Mas pinas que las gallutas, El gran bar de tu hermana, Un patacón no es caída o La Corte Suprema de la risa, entre muchas otras obras a las que -a lo largo de la a diferentes épocas- usualmente eran acompañadas por un público masivo que llenaba teatros en la Calle Corrientes, Mar del Plata o Villa Carlos Paz.
En televisión, Tristán tuvo el honor de participar de dos ciclos icónicos del humor como Telecómicos (1960) y La tuerca (1982-1983), a la vez de ser parte de programas históricos como El hijo de Don Mateo y Polémica en el bar, ambas creaciones de los hermanos Sofovich. Incluso, llegó a tener su propio ciclo humorístico cuando en el viejo canal 2 protagonizó Las travesuras de Tristán (1985). El estrabismo de su ojo izquierdo, tal vez, condicionó su recorrido artístico, ya que su único papel dramático fue en Historia de un clan, hacia el final de su carrera. “Tengo estrabismo por un golpe de aire cuando era chico. Tendría 6 o 7 años. Y sospecho que fue nervioso cuando mi viejo se piantó y nos abandonó. Del ojo izquierdo veo menos porque el derecho me chupó todo del otro”, explicó en una de sus últimas entrevistas.