Este 28 de marzo, el Club Gimnasia y Esgrima La Plata les rendirá homenaje a 29 hombres y mujeres simpatizantes del club que fueron víctimas del terrorismo de Estado entre 1976 y 1983. Serán distinguidos como Socios Honorarios, y sus familias recibirán los carnets. Entre los homenajeados se encuentra Rodolfo Jorge Axat, que transcurrió su vida entre los tablones del Bosque. Trabajador del frigorífico que le valió el mote de "tripero" a y jugador en La Plata Rugby Club, fue uno de los 20 rugbiers desaparecidos del conjunto amarillo.
Hiijo menor de Ana Denarchi y Carlos Alberto Axat, Rodolfo, nació en una familia de clase media-alta el 1 de febrero de 1947, en La Plata. Con con la colimba a sus espaldas, "Fel" -como lo conocían sus amigos- cursó en simultáneo las carreras de Filosofía y Medicina en la Universidad Nacional de La Plata. "En algún momento de esos, mientras estudiaba a fines de los sesenta, se metió en el Movimiento Siloísta y de a poco empezó a militar en el movimiento estudiantil. Luego entró en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y, cuando esta se unió a Montoneros, él también pasó a ser parte", detalló Julián Axat, único hijo de Rodolfo.
Con la militancia en su vida cotidiana, Rodolfo, "Fel" tenía una misión que le había encomendado su organización: hacerse parte de los trabajadores del matadero Swift de Berisso durante 1975. Y ese matadero no fue uno más para la historia personal de Rodolfo porque por los trabajadores de ese lugar había nacido el apodo de "tripero" con el que aún se reconoce a los hinchas de Gimnasia, uno de sus grandes amores.
Cuenta su hijo: "Mi padre cumplió el mandato de proletarización como obrero durante tres años, el objetivo era insertarse en la clase trabajadora. Él buscaba dejar de lado los valores de clase media al ponerse el overol, calzarse la 'zorra' y hacer el esfuerzo de pertenecer e insertarse en la clase obrera. Trabajó en la fábrica en busca de cambiar la conciencia que traía y que eso lo llevara a vivir como un obrero, pensar como un obrero y luchar como tal. Esa decisión también la llevaron a cabo mucho miembros de otros movimientos de base, fue algo digno de ese momento. Mi papá fue parte de esa concepción. Compró una casa obrera, se movía con un auto de obrero y trabajó como tal pese a no venir de ese sector social. Fue una decisión y una lección de vida".
Criado en una familia fuertemente vinculada al mundo del radicalismo, su padre fue un abogado civilista e integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
"Tanto mi abuela como mi abuelo tenían una mirada muy gorila y mi padre fue la oveja negra que rompió con esa mirada, se hizo peronista y discutía con mi abuelo en la mesa de los domingos", recuerda Julián. "Si bien mi abuelo era muy respetuoso, veía que su hijo se había metido en el peronismo y no le gustaba, era como si le estuviese ensuciando la alfombra", relató.
Durante los años del frigorífico, Rodolfo conoció a Ana Inés Della Croce y en 1976 nació Julián. El 12 de abril de 1977 tropas del Primer Cuerpo del Ejército secuestraron a la pareja en la casa de los padres de Ana, donde se encontraban refugiados hacía algunos días.
Ella tenía 24 años, él 30 y durante dos años no se supo nada de ellos. Recién en 1979, el padre de Rodolfo tomó contacto con una persona que había estado en el centro clandestino de detención "La Cacha" y que aseguraba haber visto a Rodolfo y Ana. "Eso tomó más fuerza a partir de 1985, cuando en el juicio a las juntas hubo otras personas que fueron testigos y declararon que los vieron en ese lugar", subrayó Julián.
"La Cacha" funcionó desde fines de 1976 hasta 1978 en La Plata, en los galpones de la antigua planta transmisora de Radio Provincia. Pegada al Penal de Olmos, contaba con un edificio principal y otro en paralelo que se utilizaba para la interrogación y la tortura además de casa rodante ubicada en las afueras. También había un sector destinado a la maternidad clandestina. Desde allí operó el Destacamento de Inteligencia 101, una de las unidades de inteligencia del Ejército Argentino y dependía del Ministerio de Gobierno bonaerense.
Debido a su pasado como sector destinado a la transmisión de Radio Provincia, el predio de "La Cacha" perteneció a la Secretaría de Prensa y Difusión bonaerense hasta mayo de 1977, año en que la administración recayó en el Servicio Correccional. En 1981, se tomó la decisión de demoler las edificaciones para eliminar todo rastro de su existencia. También fueron quemados los planos y las fotografías del lugar. Durante muchos años, la reconstrucción del sitio la hicieron a mano los propios sobrevivientes y durante los procesos judiciales posteriores se lograron localizar los planos originales que coincidían con lo relatado.
"Cuando mis papás desaparecieron yo quedé con mis tías y mis abuelos, tanto maternos como paternos y me criaron desde los siete meses", contó Julián que durante años participó en H.I.J.O.S. y allí logró encontrarse con compañeros de militancia de sus padres, amigos de la facultad y compañeros de La Plata Rugby Club.
"Fui reconstruyendo a partir de esas voces, de algún modo, la identidad o la forma en que mis padres pensaban y vivían hasta el final y eso me permitió conocer cuál era su idiosincrasia", recuerda Julián. "La reconstrucción es de alguien que no los conoció, fui haciendo mi propio rompecabezas; allí ayudaron las fotos, los relatos y los archivos", remarcó.
El padre de Rodolfo nunca pudo entender que la militancia lo hubiera empujado a abandonar el rugby. Desde pequeño había integrado las filas de La Plata Rugby Club, donde formó parte de todas las categorías juveniles hasta llegar a primera división. La historia lo recuerda también como uno de los 20 jugadores de la institución que aún continúan desaparecidos. Vale aclarar que el rugby fue el deporte que más desaparecidos registró, con un total de 155 deportistas identificados hasta el momento.
El deporte era una tradición familiar para los Axat. Desde los años veinte, Carlos Alberto participaba de la vida de Gimnasia y Esgrima. Pese a haber jugado basquet y atletismo, el joven radical se involucró en un nuevo deporte que por aquellos años se estaba empezando a practicar en ciertos clubes bonaerenses: el rugby. En los terrenos ubicados sobre calle 122, entre 60 y 51, aquellos jóvenes crearon la primera cancha en donde "El Lobo" recibió a clubes emergentes como el San Isidro Club, el Club Atlético San Isidro e Hindú.
Durante 1934 y con la profesionalización del fútbol, el grupo de atletas que practicaba el deporte de la pelota ovalada se debatió sobre qué hacer con la actividad. Luego de optar por separarse del club Gimnasia y Esgrima, y a través de una colecta de dinero, lograron adquirir un terreno en la zona de Gonnet que se ofrecía como un sector exclusivo de quintas y allí fundaron La Plata Rugby Club.
Con su padre como miembro, socio fundador, ex jugador y técnico, el joven Rodolfo Axat transcurrió su juventud tacleando rivales con la camiseta amarilla de mangas largas. Pese a la ruptura que significó dividirse del "Lobo" y crear La Plata Rugby Club, toda la familia Axat continuó simpatizando por Gimnasia y asistía domingo por medio al bosque platense para alentar al azul y blanco. A través de la Subcomisión de Derechos Humanos, este club que tuvo tantas veces en sus tablones a los Axat, realizará este martes el primer acto de homenaje a los "triperos" desaparecidos, entre los que se encuentra Rodolfo.
La iniciativa, que se desarrollará a partir de las 11 del 28 en el Polideportivo Víctor Nethol, surgió en 2019 con la búsqueda de datos e información de las víctimas del terrorismo de Estado vinculadas al club. A 47 años de la irrupción del terrorismo de Estado, el homenaje de Gimnasia y Esgrima La Plata a sus hinchas, socios, socias, deportistas y dirigentes secuestrados y desaparecidos, como el de tantas otras instituciones deportivas, busca ratificar la vigencia de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia sostenidas por la sociedad argentina.