Un amor que ya no está, la traición, el desarraigo y la nostalgia de uno y otro lado del Atlántico, los lazos entre padres e hijos y la materialidad de los recuerdos son algunos de los temas que se ubican en la centralidad de la trama de Tan frágil (publicada por el sello El Bien del Sauce), la nueva novela de Marcela Fernández Vidal, que será presentada el viernes 31 de marzo, a las 19, en Caburé Libros, México 620, con entrada libre y gratuita. La autora dialogará con el responsable de la editorial y escritor Camilo Sánchez.
“La felicidad procede como un dramaturgo que dosifica escenas de aire melodramático para sobrevalorar su presencia esquiva, pero no por eso menos influyente”, reflexiona la protagonista de la novela que editó El Bien del Sauce en una carta que abre el texto como una invitación al lector a adentrarse en su interioridad.
“Después de que hablamos me quedaron las ganas de seguir conversando con vos, pero por otra vía”, justifica el personaje, quien vacila: “Por momentos me parecen valiosas las palabras, por momentos no valen un centavo”.
Pero Fernández Vidal no elige construir una novela epistolar. La carta del comienzo es solo un texto disruptivo que deja planteadas varias incógnitas y una sola certeza: Cecilia se exilió en Barcelona después de una historia de amor trunca. “Empecé con una carta porque resulta llamativa y despierta curiosidad, sobre todo en los lectores jóvenes que no están acostumbrados a los textos extensos, sin abreviaturas ni emoticones. Además me permitió generar intriga en el contenido”, argumenta la autora, que se confiesa amante de las cartas ya que su padre vive en el exterior y se acostumbró a enviarlas y recibirlas.
Tras la carta el texto no se restringe a un punto de vista sino que acumula las miradas de un pintor que habla en guaraní, de Cecilia, de su novio Rodrigo y de la mujer con la que él le fue infiel. En palabras de Fernández Vidal: “Me gusta comenzar por los bordes e ir acercándome a la historia, por eso elijo empezar por los márgenes: el hombre que arregló el departamento al que Cecilia se fue a vivir sola”.
La escritora precisa que se planteó invitar al lector a desandar el camino desde la carta que habla de una ruptura hasta los comienzos de la relación, la traición y sus consecuencias imprevisibles: “Cuento una relación de una mujer joven. Me inspiré en mis sobrinas que rondan los 20 años. La gente joven tiene otros códigos. “La pareja está estallada en esa generación”.
Con un claro sustento teórico, ya que es profesora y licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, Fernández Vidal admite: “Mi historia no es romántica. La literatura empieza con un pero para que exista una trama”. Luego confiesa la influencia de la literatura norteamericana que busca mostrar en vez de decir e ingresar al meollo de la historia y no a la descripción de personajes y escenarios.
A partir de la acumulación de puntos de vista el texto evita la condena de la infidelidad. “Busqué romper la visión cerrada de la traición. No quedarme en el prejuicio y tratar de entender al personaje de Marisa, la tercera en discordia. Mostrar su vulnerabilidad”, describe la escritora.
Esa fragilidad es la misma que tiene el personaje de Rodrigo, capaz de correr al baño a llorar cuando alguna situación lo supera. Así lo analiza autora: “Él representa un nuevo modelo de masculinidad, tan diferente al del papá de Cecilia que no se permite expresar sus emociones ni su afecto y se mantiene inexpresivo”.
Pero además de enfocar el amor y su destrucción, la novela habla del desarraigo a través de dos historias en espejo: la de Felisa, la abuela de Cecilia, que llegó a Buenos Aires sola, huyendo del franquismo y la de la propia Cecilia que deja esa misma ciudad y se va a Barcelona en busca de nuevos aires. “Vivir acá me está ayudando a disipar la tristeza por mi atención puesta en todos los desafíos de lo nuevo y lo desconocido”, analiza la protagonista.
Marcela Fernández Vidal publicó las novelas Plan maestro y Nociones de amor, los libros de cuentos Junto a un dique y La sonrisa de Durga y el libro de investigación Piri, testimonios sobre Susana Lugones realizado junto a Analía García.