Las líneas B y C de subte comenzaron a funcionar este miércoles 29 de marzo dos horas más tarde de lo habitual, a raíz de un paro que paralizó el servicio entre las 5.30 y 7.30 hs. Desde Metrodelegados explicaron que la protesta era una "medida de autodefensa" ya que la empresa Emova no responde a sus reclamos de mejores condiciones laborales. Por esta razón, los subtes B y C recién comenzaron a funcionar a partir de las 7.30.
Los representantes de los trabajadores precisaron que el motivo de la protesta es un reclamo por la "reducción de la jornada laboral para tener dos francos". Y explicaron que la necesidad de sumar un franco "está planteada por cuestiones de salud, para reducir la exposición al asbesto, mineral cancerígeno cuya presencia en la red subterránea salió a la luz en el año 2018".
Así, con el fin de visibilizar sus reclamos laborales, metrodelegados paralizaron el servicio en las líneas B y C desde las 5:30 hasta las 7:30. El resto de las líneas de subte y el Premetro operaron con sus horarios habituales.
El paro afectó a miles de usuarios en el inicio de la jornada, que debieron buscar medios de transporte alternativos. También provocó importantes demoras en el tránsito.
¿Qué es el asbesto?
El amianto o asbesto es la combinación de un grupo de minerales que no tiene olor. Sus fibras se esparcen por el aire y provocan cáncer a quienes están en contacto con este material, cuyo uso está prohibido por el Ministerio de Salud de la nación desde 2003.
Pasajeros y trabajadores del subte se vieron directamente afectados por este material desde 2011, cuándo Mauricio Macri, por aquel entonces jefe de Gobierno porteño, compró 24 unidades usadas al metro de España, que contienen asbesto.
A precio de ese momento, cada unidad costó unos 550 mil dólares. Aunque esos vagones ya no circulan, delegados gremiales estiman que el 37% de la flota de los subtes de Buenos Aires todavía contiene asbesto y se siguen usando en las líneas C y B.