El actor Gerardo Romano brindó una entrevista en la que reveló que fue víctima de un abuso cuando tenía 12 años, y aseguró que recién ahora puede hablar del tema sin problemas, luego de varios años de silencio.
“No lo conté en su momento siendo chico, pero hace unos años lo conté, me curé, y puedo hablar de todo sin problemas. Hice un proceso de deconstrucción”, expresó Romano en una entrevista televisiva.
Según relató el actor, cuando tenía 12 años, un hombre lo tocó en la calle al salir de la escuela, y él solo pudo atinar a salir corriendo para zafar de la situación. Sin embargo, el acoso no terminaría ahí. "El tipo me volvió a buscar al colegio. Salí con un amiguito, miré y estaba en la vereda de enfrente. Me saludó con una inclinación de cabeza sutil y empecé a caminar, me seguía, pero después desapareció”, recordó Romano.
Y agregó: “Después, de vuelta al otro día volvió a aparecer y a seguirme. Yo caminaba a toda velocidad para escaparme, hasta que empiezo a transpirar, agitarme, asustarme, me doy vuelta y veo que viene con una sonrisa macabra”.
"Hasta que veo que de la vereda de enfrente veo que vienen dos policías, me abrazo a ellos y me pongo a llorar, les cuento lo que me pasa, señalo al tipo. Y los policías lo agarraron. Pero no era él…me equivoqué, en el susto señalé a otro”, añadió para cerrar el relato.
Luego de revelar la dolorosa experiencia que le tocó vivir durante su infancia, el actor hizo hincapié en la importancia de “educar y aleccionar a los chicos, no tener una cuestión oscura, impenetrable” y ponerlos en alerta sobre este tipo de situaciones.
En ese sentido, sumó: “El cuerpo es algo prohibido, un tabú, no se puede tocar, todo es pecado. Y entonces uno queda envuelto en un mar de dudas cuando podría tener las respuestas antes, y cuando llega el momento no deseado, con un abusador, saber dónde está parado, qué está bien y qué está mal, y cómo reaccionar”.
Finalmente, consultado sobre si pudo contarle a algún familiar aquel episodio, el actor señaló: “No me acuerdo. No creo haberlo contado". "Cuando estaba en condiciones de contarlo, ya no me importaba, ya era un adulto”, concluyó.