Desde Nueva York
"Lo medular, lo realmente importante es la reunión con Joe Biden", responden desde la comitiva presidencial cada vez que se les pregunta sobre la agenda del Presidente en Nueva York, su primera escala en Estados Unidos. El frío neoyorquino hizo lo suyo con la agenda presidencial, que fue pensada "tranqui", insisten en la comitiva, previa a la Casa Blanca. Mientras Alberto Fernández se reúne con académicos argentinos en Nueva York, el resto de la comitiva ultima los detalles del encuentro en el Salón Oval: el planteo principal será el costo económico del cambio climático, particularmente la sequía, en la economía argentina y su impacto en el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Economía, Sergio Massa, se suma a la comitiva.
La cita será este miércoles 29 de marzo en el Salón Oval de la Casa Blanca. El mensaje que Fernández quiere dejar en la reunión va en línea con su discurso en la Cumbre Interamericana celebrada días atrás en Santo Domingo: el cambio climático está generando costos económicos que tienen un impacto directo en las arcas estatales. No se trata de ir a solicitarles créditos blandos para el financiamiento del cambio climático, "no va de caño, no es que vuelve y estamos preguntándole a ver, ¿qué te trajiste", bromean en el entorno presidencial, aunque sí tienen presente la capacidad de Estados Unidos para influir en los organismos multilaterales de crédito.
En la previa, la comitiva aprovechó para recuperar horas de sueño o disfrutar del día otoñal para despejarse con una caminata al aire libre en el Central Park, que se encuentra a 200 metros del hotel donde están alojados. La excusa de la reunión es la celebración de los 200 años de relaciones bilaterales entre EE.UU. y Argentina. Aunque la bilateral se encuentra aún con agenda abierta, el comunicado oficial de la Casa Blanca adelantó parte de la agenda que abordará cómo “continuar asociándose para abordar los desafíos globales”. En el temario aparecen “los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología, la cooperación económica y los valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos”.
El formato será similar al que mantuvo el presidente de Brasil, Luiz Inácio "Lula" Da Silva: comenzará con un encuentro uno a uno entre jefes de Estado, luego harán declaraciones a la prensa y finalmente habrá un saludo a las delegaciones. En el caso argentino participarán el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía Sergio Massa, que se sumará a la delegación de Washington con agenda propia aún no confirmada de manera oficial. También estarán el embajador argentino Jorge Argüello y las contrapartes estadounidenses, que no tienen que ocupar el mismo cargo de las argentinas.
El encuentro será una vez que Biden termine su participación en la Cumbre por la Democracia, que calculan será entre las 14 y las 16 horas. La duración total deberá ser de 90 minutos si sigue el "formato Lula", por lo que la extensión de la participación de Massa dependerá de cuánto dure el cara a cara entre Biden y Fernández.
En el entorno presidencial celebran una foto que normalmente es una figurita difícil para Argentina y se entorpeció una vez más luego de que Joseph Biden suspendiera el primer encuentro programado para julio pasado porque contrajo covid 19. Las agendas ajetreadas de los presidentes la postergaron hasta hoy. "¿Por qué Biden nos da la foto? Porque saben que Argentina es un pilar de estabilidad en la región, la valora y no le interesa que nos vaya mal", aseguran desde el entorno presidencial dando cuenta de que este encuentro pueda llevar algo de calma a los mercados en un año electoral.
La foto con el mandatario de Estados Unidos llega en un momento particular para Alberto Fernández, 96 horas después de que Mauricio Macri dijera que "Argentina está aislada del mundo" en el video en el que renunció a la carrera por la candidatura a Presidente.
Párrafo aparte merece la llegada de Sergio Massa, que se unirá este martes a la comitiva argentina. Con la excusa de participar de la reunión bilateral, el ministro viaja a Washington con una agenda propia. Si bien aún no quieren confirmar sus actividades desde el Ministerio de Economía, fuentes con conocimiento de la agenda aseguran que Massa busca aval político para revisar hacia adelante las metas del acuerdo con el Fondo, con especial énfasis en la fiscal. Para ello podría reunirse con representantes del Tesoro y/o con la propia Kristalina Georgieva, titular del FMI.
En linea con lo que planteará Fernández, la merma de ingresos que generará la sequía no solo afecta a las reservas internacionales, meta que se modificó en la última revisión, sino que también afecta a las arcas fiscales, lo que implica un mayor ajuste en el gasto, poco compatible para un año electoral.