Los esfuerzos por rescatar a sobrevivientes del deslizamiento de tierra continúan en medio de balances contradictorios respecto al número de víctimas. Según el gobierno de Guillermo Lasso hay siete víctimas fatales. Mientras que la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos dio cuenta de al menos 16 muertes tras el alud.
Más de 60 personas están desaparecidas. Las autoridades ordenaron evacuar unas 600 viviendas que siguen en pie en la zona de desastre. El alud también se llevó parte de una ruta, un estadio y obligó a suspender las clases presenciales en tres escuelas.
Operación de rescate
El presidente Guillermo Lasso viajó a la localidad de Alausí donde lamentó la muerte de siete personas “y que al momento estén desaparecidas 62 personas”.
El balance de muertos del mandatario se contradice con el presentado por la Secretaría de Gestión de Riesgos que confirmó 16 víctimas fatales.
"Vamos a seguir trabajando en labores de rescate", afirmó Lasso. Las autoridades ordenaron la evacuación de unas 600 viviendas que siguen en pie en la zona del deslizamiento.
Unos 300 rescatistas siguen buscando entre el barro y las piedras. En la zona del derrumbe hay láminas de metal, troncos partidos. Los vecinos que sobrevivieron aseguran que escucharon un “ruido fatal” cuando la montaña se desprendió.
"Cinco (familiares) están aquí enterrados", afirmó Manuel Upai, un agricultor y albañil de 40 años. Upai busca a sus suegros que quedaron sepultados con el alud del pasado domingo a la noche. Nos estamos "poniendo en manos de Dios y aquí trabajando a ver qué tratamos de rescatar", añadió.
María Villa, de 46 años, es una de las sobrevivientes. Según Villa, las autoridades les habían recomendado evacuar la zona. "Esta semana nos advirtieron que salgamos, pero la verdad da pena dejar nuestras cosas. Yo sé que la vida vale más, pero es un dolor tan fuerte", lamentó.
Riesgo por lluvias
Unos meses antes los expertos habían advertido sobre el hundimiento de una vía en ese sector donde ocurrió el derrumbe. Alausí es conocido mundialmente por la Nariz del Diablo, una pronunciada y peligrosa pendiente por la que pasa el tren transandino de Ecuador, que le dio el nombre del "tren más difícil del mundo".Según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) hay unos 500 afectados por el derrumbe. Desde enero, las fuertes lluvias ya dejaban en Ecuador 22 personas fallecidas y 346 damnificadas; más de 6.900 viviendas quedaron afectadas y 72 destruidas, según el SNGR.
Las provincias más afectadas son las costeras Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, y las andinas Cotopaxi, Bolívar y Chimborazo.
Tras las precipitaciones y un sismo que dejó 15 muertos el gobierno declaró por 60 días el estado de emergencia en 13 de las 24 provincias.