El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió este lunes una carta del exmandatario peruano Pedro Castillo, detenido desde el siete de diciembre por un fallido intento de autogolpe de Estado. López Obrador mantuvo una reunión en el Palacio Nacional con Guido Croxatto, abogado del destituido Castillo, quien le hizo llegar la carta manuscrita en la que el expresidente, desde la cárcel de Barbadillo, aboga por "la verdadera libertad del pueblo".
López Obrador felicitó a Croxatto, quien "está haciendo su trabajo para defender legalmente al presidente y nosotros estamos también apoyando, porque en el fondo Pedro Castillo es víctima del clasismo y del racismo". En su cuenta de Twitter el mandatario mexicano publicó una copia de la carta escrita por Castillo, en la que el expresidente peruano sostiene que su libertad es "secundaria" y que "la verdadera libertad que se debe apoyar, querido hermano presidente, es la de nuestro pueblo".
¿Qué dice la carta?
"Me siento un continuador de las luchas que siempre ha dado el pueblo mexicano, el lugar donde nace el constitucionalismo oficial", plantea la carta escrita por Castillo en una hoja de papel cuadriculado y tinta azul, y continúa: "Tenemos una historia milenaria de hermandad con el poder de los ancestros, los mayas, aztecas y mis ancestros los incas como ejemplo de constante lucha, identidad cultural y fortaleza de espíritu".
La nota denuncia además que el pueblo peruano es "reprimido y con decenas de compatriotas muertos a balazos, sus madres los lloran sin ser escuchadas, no hay justicia, sitian la universidad, a mi familia la hostigan, siento tener cada vez menos derechos, no soy el único".
Castillo también agradece a López Obrador el apoyo a su causa política y a su familia exiliada en México. "Desde esta celda en la que solo puedo resistir con anhelo de la libertad pronta de mi pueblo, lo saludo con toda la fuerza y esperanza para agradecerle a usted y a todo el pueblo mexicano por todo el respaldo a las luchas justas del Perú y el apoyo permanente a mi familia", expresa en la carta el exmandatario detenido.
Roces entre México y Perú
López Obrador reafirmó la semana pasada su respaldo a Castillo, una postura que generó una protesta diplomática de la actual presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien retiró al embajador de su país en México argumentando una "injerencia extranjera". El mandatario mexicano sostuvo que "se violó la democracia, porque el presidente Castillo fue electo por el pueblo de Perú y se le destituyó con argucias o maniobras legaloides".
López Obrador califica a Boluarte como "presidenta espuria", elevando el tono de la crisis diplomática. La presidenta peruana calificó esas declaraciones como una violación de "las normas internacionales sobre la no injerencia en los asuntos internos de un país". Las relaciones diplomáticas entre ambos países han sido reducidas al nivel de encargado de negocios.
El encuentro con Croxatto
López Obrador defiende a Castillo desde su destitución, de la que culpa a la oligarquía peruana. La mujer del expresidente peruano, Lilia Paredes, y sus dos hijos, recibieron asilo político en México. El lunes un juez peruano reprogramó para el miércoles la audiencia en la que debe decidir si impone 36 meses de prisión preventiva a Paredes, por estar presuntamente implicada en casos de corrupción en el gobierno.
En su conferencia de este martes, el mandatario mexicano destacó el trabajo del abogado Guido Croxatto y sentenció: "Está defendiendo bien el caso, me explicaba de que no hay fundamento legal para lo que hicieron, es decir, actuaron al margen y por encima de la legalidad. No podían destituirlo y menos mantenerlo, como está sucediendo, en la cárcel. Es una gran injusticia".
Croxatto realizó un viaje relámpago a México en el que se reunió con López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard. Con el presidente estuvo una hora y media, y al comienzo del encuentro hablaron de un cuadro de José María Morelos, considerado "el siervo de la nación" y una de las figuras claves en la guerra de independencia de México.
Croxatto destacó que AMLO se mostró muy interesado en la situación que atraviesa su defendido. "Es el primero que lo acogió en 2021 en una cumbre de la CELAC en México. Castillo le dijo 'vengo solo' y desde ahí López Obrador lo apoya", aseguró el abogado argentino en diálogo con PáginaI12, y agregó: "México es el principal apoyo internacional de Castillo y quien lidera su defensa internacional a nivel diplomático".
Durante el encuentro con AMLO, Croxatto contó con la compañía del embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy Conesa, A fines del año pasado, la presidenta Boluarte lo declaró persona non grata y le dio un ultimátum de 72 horas para abandonar el país sudamericano, por las expresiones de altos funcionarios de México sobre los asuntos internos de Perú.
Luego del encuentro con López Obrador, Croxatto pasó la noche con la familia de Castillo. Habló mucho con sus hijos, que le pidieron que apoye y defienda a su papá. "Hablamos desde un costado mucho más humano. Hoy me levanté y me hicieron un caldo verde de Cajamarca. Me trataron con gran amor y afecto, nos despedimos con un abrazo", relató Croxatto dede México.
El letrado, considerado discípulo del exjuez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni, se reunió el martes por la tarde con senadoras del Morena en el Senado de México, y volará al Vaticano para participar de un Congreso sobre colonialismo y derechos humanos que se realizará el 30 y 31 de marzo.
La situación judicial de Castillo y su familia
La esposa de Castillo es investigada por la Fiscalía por la presunta comisión del delito de organización criminal que, según la denuncia, dirigió el ahora exgobernante para obtener sobornos y entregar obras públicas a empresarios amigos, así como designar a sus allegados en cargos públicos a cambio de dinero y favores políticos.
El día que Castillo intentó el fallido cierre del Congreso estaba camino a la embajada de México con sus hijos menores de edad, pero fueron impedidos de continuar su desplazamiento por la policía nacional y la seguridad del Estado, que recibió la orden de detener al exjefe de Estado por rebelión y conspiración.
Este mes, la justicia peruana impuso una prisión preventiva por 36 meses al expresidente en una causa en la que está acusado de haber encabezado una organización criminal. Castillo está preso en un penal en Lima desde el siete de diciembre, cuando el Congreso lo destituyó horas después de que anunciara la disolución del Parlamento y la formación de un gobierno excepcional con supresión de garantías constitucionales.
En diciembre, el mandatario destituido pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuando fue condenado a prisión preventiva, argumentando que el Congreso peruano realizó una "campaña de ataque" en su contra desde que asumió el cargo a finales de julio de 2021.