Este martes se desarrolló en los Tribunales de Comodoro Py la segunda audiencia del juicio por el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas por agentes de la Policía porteña. En este marco, declararon tanto los padres de Lucas como los sobrevivientes del ataque de la brigada de la Policía de la Ciudad.
El abogado defensor de la familia de González,Gregorio Dalbón, aseguró este miércoles que se trató de un crimen ligado al "racismo estructural".
En diálogo con AM750, Dalbón dio detalles de la segunda jornada del juicio, en la que se probó "con los testimonios de los padres de Lucas y los testigos y sobrevivientes" que los tres policías "tiraron conjuntamente a matar".
Además, se comprobó que otros 11 compañeros de los tres agentes asesinos complotaron para armar la escena en la que "plantaron" un arma dentro del auto en el que viajaba Lucas González y sus amigos y plantearon que lo que sucedió fue un "enfrentamiento armado".
"La realidad es que acá no hubo un enfrentamiento armado, lo que hubo fue un encierro intempestivo por parte de un auto particular, (los tres policías) bajan con las armas en la mano y comienzan a tirar, y Julián pega el volantazo y escapa", afirmó el abogado, en referencia al joven que conducía el vehículo.
"En la prensa del otro día salió que abatieron a un ladrón y atraparon a tres. Nos hicieron creer a todos que estos chicos eran delincuentes", agregó.
En este sentido, también señaló que en la audiencia de este lunes se pudieron probar "tres hechos concretos": homicidio agravado por parte de los policías, la tortura y la privación ilegal de la libertad.
"Tomaron un decisión asesina y después hubo un plan criminal de los camaradas de ellos en donde disfrazan esto como un enfrentamiento armado para tratar de quitar responsabilidad a la brigada armada", remarcó.
"Lo mataron por ser negro"
Según Dalbón, el fallo condenatorio debe ser "justo" pero además sostuvo que "hay necesidad en Argentina de que haya un fallo condenatorio en relación al homicidio agravado en relación al color de la piel".
"Le tiraron 10 tiros a Lucas por ser morocho, porque bajaron a comprar un jugo con visera. Esperemos que tarde o temprano esto tenga un fallo reparador no solo para la familia, sino para el país", enfatizó.
En este sentido, analizó el fenómeno de las "identidades marrones" y cómo se relaciona con este caso: "Tenemos que taratar de no calificar a la gente por el color de la piel, por el barrio donde viven. Estas cosas suceden y nos pasan por las narices y las naturalizamos, me incluyo", sostuvo.
Y concluyó: "Esperemos que haya un antecedente jurisprudencial importante en Argentina de lo que es el racismo estructural porque a Lucas lo mataron por ser negro".