Con la resaca de diez días de grandes festejos y emociones tupidas, el plantel de la Selección Argentina emprendió el regreso rumbo a Europa para reincorporarse a sus clubes y jugar las fechas del próximo fin de semana. El reencuentro del cuerpo técnico que lidera Lionel Scaloni con los campeones del mundo que capitanea Lionel Messi sucederá recién dentro de tres meses. La próxima ventana de amistosos internacionales se dará entre el 12 y el 25 de junio y en esas fechas, es probable que se armen dos partidos en Asia. Por ahora, Bangladesh (puesto 192º en el ránking de la FIFA) y China (80º en el mismo escalafón) aparecen como potenciales adversarios aunque también podría jugarse ante selecciones más calificadas como Japón y Corea del Sur. Nada está cerrado todavía.

En septiembre darán comienzo las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial tripartito de 2026 en Estados Unidos, Canadá y México. Ecuador en el estadio Monumental y Bolivia en el estadio Olímpico de La Paz serán los primeros hitos de ese camino. Y es un hecho que Messi volverá a recorrerlo por sexta vez en su carrera. Lo que no resulta tan seguro es que vaya a jugar el Mundial.

Desde su hermético entorno familiar ningún indicio ha surgido respecto de cuál es su postura. Algo queda claro y es que será Messi y nadie más que Messi quien tenga la última palabra al respecto, en función de lo que le vayan dictando su físico, su cabeza y su voluntad. Al Mundial llegará con 39 años, una edad futbolísticamente avanzada por más que se trate del máximo goleador de todos los tiempos de la Selección Argentina y de un supercrack que además lleva una vida ordenada y sin desarreglos. 

Scaloni y su cuerpo técnico seguirán muy de cerca lo que vaya sucediendo con Messi quien además, antes de junio debería renovar o no su contrato con el París Saint-Germain. Pero tampoco pueden descuidar la evolución del resto del plantel. El futuro ya llegó en Qatar y jugadores como Emiliano "Dibu" Martínez (30 años), Nahuel Molina (24), Cristian Romero (24), Lisandro Martínez (25), Juan Foyth (25), Enzo Fernández (22), Alexis Mac Allister (24), Nicolás González (24), Exequiel Palacios (24), Julián Alvarez (23) y Thiago Almada (21) a priori protagonizarán la nueva etapa que se abrirá desde septiembre.

Otros como Nicolás Tagliafico (30), Leandro Paredes (28), Rodrigo De Paul (28), Giovani Lo Celso (27), Lautaro Martínez (25), Gonzalo Montiel (26), Ángel Correa (28), Joaquín Correa (28), Giovanni Simeone (27) y Paulo Dybala (29) es posible que lleguen por edad. Pero dependerán del club y el país donde se encuentren jugando en los seis meses previos al Mundial. En cambio, será más complicado jugar la Copa del Mundo para Messi (35), Ángel Di María (35), Nicolás Otamendi (35), Marcos Acuña (31), Germán Pezzella (31), Alejandro "Papu" Gómez (35) y el arquero Franco Armani (36). Para muchos de ellos, la Copa América de 2024 en los Estados Unidos, o el final de las Eliminatorias en noviembre de 2025 podría implicar la gran despedida de la Selección. Pero son puras especulaciones.

La base está, pero será necesario airearla. Y ahí aparecen los nuevos nombres que habrá que seguir. Alejandro Garnacho (18 años) será muy tenido en cuenta en las próximas convocatorias porque así lo dicta su actualidad en el Manchester United y también la necesidad de blindarlo de la posibilidad de que juegue para la selección de España, su país natal. La idea de Scaloni es curtirlo en las Eliminatorias y la Copa América para que llegue fogueado al Mundial.

Aunque no tuvieron minutos ante Panamá y Curazao, Valentín Carboni (18 años), Máximo Perrone (20), Facundo Buonanotte (18), Lautaro Blanco (24) y Emiliano Buendía (26) están al alcance del radar de Scaloni y forman parte del recambio. Y no debe descartarse que el silencioso y eficiente trabajo de Juan Martín Tassi en la búsqueda de los talentos internacionales entregue alguna sorpresa: se están siguiendo más de 150 juveniles con raíces argentinas por todo el mundo. Tal vez alguno de ellos pueda llegar a la Selección en algún tramo del camino que pronto volverá a recorrerse.