24 de febrero de 2022. La tensión explotó, la cuerda se soltó y las amenazas se hicieron realidad. Vladimir Putin ordenó atacar la región de Donbás y ese fue el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que hasta ahora dejó más de 300.000 muertos.
En lo que respecta al deporte, los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing habían finalizado hacía cuatro días. Esto constituyó una ruptura de la tregua olímpica que se retomó gracias a la ONU en 1994 en la que los países se comprometen a no ser parte de ninguna acción bélica desde una semana antes del comienzo hasta una semana después de la finalización de estos megaeventos.
El Comité Olímpico Internacional tomó medidas enseguida y condenó el accionar ruso con la prohibición de los atletas de ese país para todas las competencias deportivas e incluso se desplazó a Rusia como organizador de varios eventos como el Mundial de vóley que se realizó en Polonia y Eslovenia.
A más de un año del comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania el COI dio su postura acerca de la inclusión de los atletas rusos y bielorrusos en eventos deportivos internacionales. La institución emitió un comunicado en el que, con el apoyo de la ONU, recomienda la participación de estos deportistas bajo la bandera neutral, pero solo en el caso de los atletas que compitan en disciplinas individuales, que no hayan apoyado la guerra ni formen parte del ejército. El presidente la máxima entidad olímpica, Tomas Bach, declaró: “Si la política decide quién puede participar en una competencia, entonces el deporte y los atletas se convierten en herramientas de la política. Entonces es imposible que el deporte transfiera sus poderes de unión”.
El comunicado aclara que igualmente siguen las restricciones para Rusia y Bielorrusia para la organización de eventos deportivos internacionales y que tampoco se podrá exhibir una bandera, himno ni símbolo nacional en los mismos. Tampoco hay ninguna decisión tomada con respecto a París 2024.
La Federación Internacional de Atletismo se había pronunciado esta semana con la firme postura de seguir con la prohibición de atletas rusos y bielorrusos. Sebastián Coe, presidente de esta federación y aspirante a reemplazar a Bach afirmó: “La muerte y la destrucción que hemos visto en Ucrania durante el año pasado, incluidas las muertes de unos 185 atletas, solo han fortalecido mi resolución sobre este asunto”.
30 países en los que se incluyen potencias deportivas como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canadá, enviaron una carta al COI para expresar su descontento: “Rusia y Bielorrusia tienen en sus propias manos allanar el camino para el regreso total de sus atletas a los deportes internacionales. comunidad, es decir, poniendo fin a la guerra que comenzaron”, expresaron en el comunicado.
¿Qué pasa con Ucrania?
El COI informó también que ha triplicado los fondos que le brinda al país más afectado por esta guerra para que 3.000 atletas puedan tener apoyo para sus viajes e instalaciones y así puedan seguir su actividad.
El presidente del Comité Olímpico ucraniano, Vadym Guttsait, declaró en asamblea que mientras continúe la guerra no se debe permitir a los atletas rusos y bielorrusos participar ni siquiera bajo bandera neutral y agregó que Ucrania podría acudir a un boicot.
El pasado 10 de marzo murió Maksym Galinichev, un boxeador que había ganado la medalla plateada en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018 y se había unido al ejército ucraniano en mayo pasado.
Durante enero, un consejero de la presidencia ucraniana, Mijáilo Podoliak, hizo un descargo en twitter: “El COI es un promotor de la guerra, el asesinato y la destrucción. El COI observa con placer a Rusia destruir Ucrania y ofrece luego a Rusia una plataforma para promover el genocidio de los ucranianos”.
A su vez el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, le envió una carta a Emmanuel Macron, presidente del país donde se celebrarán los próximos Juegos Olímpicos, para que pudieran mantener las prohibiciones a los deportistas rusos.
¿Y París 2024?
Mientras Macron considera que todos los deportistas en países de guerra tienen derecho a competir en los Juegos Olímpicos, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, modificó su postura y declaró: “Los rusos deberían seguir sancionados mientras dure la guerra. Sería indecente que desfilaran en los Juegos si siguieran cayendo bombas en Ucrania”.
Del otro lado Vladimir Putin y Xi Jinping, el presidente chino, firmaron una declaración en la que apoyan esta iniciativa del COI con vistas a los próximos Juegos Olímpicos.
Faltan 485 días para París 2024 y la incertidumbre es enorme. Si bien no se tomó una decisión sobre la máxima cita multideportiva, el COI dejó entrever sus intenciones pero el riesgo de un boicot será grande si la guerra no cesa.
El COI, que recomendó excluir atletas enseguida de la invasión rusa a Donbás, ahora recomienda la inclusión de los deportistas con ciertas restricciones. Mientras tanto se siguen perdiendo vidas y los deportistas rusos no saben qué les deparará su futuro en este ciclo olímpico.