El estado de Kentucky aprobó este miércoles una amplia ley que restringe los derechos de las personas trans pese a que el gobernador, el demócrata Andy Beshear, la había vetado hace apenas unos días.
La norma prohíbe que los menores de edad puedan acceder a tratamientos de cambio de género, impide que utilicen los baños de su elección en los colegios, y permite a los profesores negarse a usar los pronombres elegidos por el alumno, entre otras medidas.
La legislación coincide en muchos aspectos con una serie de normas aprobadas en diferentes estados del país gobernados por conservadores.
La semana pasada, el estado de Georgia restringió también el acceso de los menores a tratamientos hormonales, aunque sin prohibir los bloqueadores de la pubertad, que tienen efectos menos duraderos y que sí prohíbe la legislación de Kentucky.
Muchos republicanos argumentan que este tipo de medidas están dirigidas a impedir que los niños puedan tomar decisiones de las que más tarde se arrepientan, y que dan a los padres más control sobre la educación de sus hijos.
Demócratas y activistas, sin embargo, alertan del riesgo que supone generar ambientes de rechazo para las personas trans.
Según estadísticas citadas por The Washington Post, casi la mitad de los adolescentes trans sufren pensamientos suicidas, mientras que más de un tercio intentan suicidarse.
Una legisladora demócrata de Kentucky, cuyo hijo trans se quitó la vida recientemente, criticó la medida aprobada hoy asegurando que "decir que esta ley protege a los niños es absolutamente falso. Y llamarla una ley de derechos parentales es una afrenta personal despreciable", recoge el medio.
Según la organización Human Rights Campaign, en lo que va del año se han presentado más de 190 leyes discriminatorias contra las personas trans en todo el país, muchas centradas en restringir el acceso a cuidados de cambio de género.