En el marco de su propia campaña electoral, Horacio Rodríguez Larreta demostró que es capaz de cumplir con su promesa de cortar por lo más débil. “Vamos a transformar la educación si los argentinos me eligen como presidente”, dijo y anunció que les quitó la ayuda social a 1400 familias de bajos recursos. ¿La justificación? Dice que no envían a sus hijos a la escuela.
El anuncio de la medida que afecta a los sectores más pobres de la ciudad de Buenos Aires fue anunciada con bombos, platillos y un lema que suena a amenaza: “Sin educación no hay plan”.
La lupa sobre las familias que reciben los planes sociales que otorga el gobierno porteño fue puesta desde agosto del año pasado, cuando el propio Larreta advirtió que los padres y madres de hijos que no cumplían con el 85% del presentismo escolar se quedarían sin el adicional por hijo del programa Ciudadanía Porteña.
Es decir que, a partir de ahora, los que no enviaron a sus niños a la escuela dejaron de recibir el dinero para comer lo poco que podían comprar con ese plan social.
Larreta, en campaña
Esta mañana, el castigo fue concretado y anunciado en modo campaña. “El 92 por ciento de los padres cumple con los requisitos y sigue recibiendo el beneficio”, pero “hay un 8 por ciento que no está mandando a sus chicos a la escuela, y cuando sus hijos recuperen el presentismo, vuelven a cobrar el plan”, dijo el jefe de gobierno.
Ese 8 por ciento puesto en penitencia son 1.445 familias que dejan de percibir el adicional. Son todas de bajos recursos que viven en los barrios más pobres de la ciudad. Pero la culpa de que sus hijos no puedan ir todos los días al colegio no es de la situación social que atraviesan, sino del “populismo educativo”, tal el concepto que utilizó la ministra de Educación, Soledad Acuña, para justificar la sanción.
Según la funcionaria, esas familias “no necesariamente sabían ni estaban acostumbrados a llevar a sus hijos todos los días a la escuela”, y esto se debe “al populismo educativo que destruyó la concepción del trabajo, del esfuerzo, de la organización familiar y de las responsabilidades”, lanzó.
El anuncio del castigo fue hecho durante una breve conferencia encabezada por Larreta, que estuvo acompañado por la ministra Acuña; el jefe de Gabinete, Felipe de Miguel, y diez directoras de distintas escuelas porteñas.
Rodríguez Larreta aprovechó ese escenario para promocionarse como precandidato de la interna que primero deberá sortear contra la titular del PRO, Patricia Bullrich. Allí, el jefe de gobierno porteño demostró que sus amenazas contra los sectores más desprotegidos no son solo palabras, sino hechos. Y lo ratificó como promesa de campaña: “Vamos a transforma la educación si los argentinos me eligen como presidente. Vamos a recuperar la educación pública en Argentina", lanzó.