El Papa Francisco, que está internado desde el miércoles en el Policlínico Gemelli de Roma por una infección respiratoria, pasó una noche tranquila y sigue con la medicación que los médicos le prescribieron. Por ahora seguirá internado pero no se sabe por cuántos días más. Según algunas fuentes sanitarias no vaticanas, el Papa todavía tenía hoy un poco de fiebre.
Según un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede difundido a última hora del jueves, “El Papa Francisco ha transcurrido la tarde en el Gemelli dedicándose a reposar, a rezar y a algunas cuestiones de trabajo”. El comunicado vaticano agregó las informaciones suministras por el grupo de médicos que lo trata. “En los controles clínicos a los que fue sometido, se encontró en el Santo Padre una bronquitis infecciosa que exigió la suministración de una terapia antibiótica que produjo los resultados esperados, y una neta mejoría de estado de salud. En base al previsible desarrollo del estado de salud, el Santo Padre podría salir del hospital en los próximos días”, dijeron los médicos.
En la mañana del jueves, el portavoz vaticano Matteo Bruni había dicho en otros comunicado a los periodistas que el Papa Francisco “había descansado bien durante la noche. El cuadro clínico está mejorando progresivamente y sigue con la medicación programada”. “Esta mañana -precisó además Bruni- después de haber tomado el desayuno, leyó algunos diarios y comenzó a trabajar. Antes del almuerzo fue a la pequeña capilla junto al departamento donde está y comulgó”.
Mientras tanto decenas de equipos televisivos de todas partes del mundo se habían instalado en la zona de ingreso del Gemelli, esperando declaraciones de personas del Vaticano, de enfermeras o médicos, pero también por las dudas de que Francisco se asomara al balcón. Pero esto no sucedió.
Saludos para Francisco
El Papa argentino recibió infinidad de saludos de todas partes del mundo, incluso de varios presidentes. Entre ellos el presidente argentino, Alberto Fernández que ayer estaba en Washington y se reunión con el presidente Joe Biden. “Tuvimos un encuentro en el que intercambiamos ideas sobre las cosas que están sucediendo. Estábamos preocupados por una persona a la que ambos importa mucho, el Papa Francisco y su salud”, declaró Fernández en una rueda de prensa.
Por su parte Biden se dijo preocupado por el Papa al que definió como un “querido amigo”. También el presidente de Italia, Sergio Mattarella, le mandó sus mejores augurios para que se cure pronto.
Pero también personas y prelados de Italia y otros países le mandaron mensajes de augurios. Entre ellos lo obispos del CELAM (conferencia episcopal latinoamericana). Y a todos ellos el Papa argentino respondió: “Expreso mi gratitud por la cercanía de todos ustedes y por la plegaria”. Francisco siempre le pide a los fieles cuando los saluda, que recen por él.
Los enemigos no se detienen
Con la nueva enfermedad de Francisco se desencadenaron polémicas y mensajes de todo tipo en las redes, a veces sosteniendo la posible sustitución o renuncia del Papa argentino, mensajes tal vez estimulados por los sectores católicos conservadores, que se oponen a Francisco.
Es que Francisco ha hecho demasiados cambios dentro de la Iglesia y no todos los ven son simpatía. Entre ellos la transparencia en las finanzas vaticanas, la lucha contra los abusos sexuales, la eliminación de privilegios dentro del Vaticano, la comunión a los divorciados. Y últimamente la eliminación de la misa en latín, que había sido retomada por el fallecido papa Benedicto XVI, aunque había sido prohibida después del Concilio Vaticano II en la década del 1960. Y cuando se difundió la medida sorbe la misa en latín tomada por Francisco, numerosos cartelones contra el Papa fueron pegoteados por las calles cercanas al Vaticano.
Ahora algunos sacan a relucir que el Papa Francisco, como él mismo contó, tiene firmada su renuncia con carácter preventivo, en caso de que un grave problema médico que le impida ejercer su ministerio. Pero por ahora, según dijo Francisco cuando hablo de esa renuncia, no tiene intenciones de ponerla en práctica. Y a los que le recordaban el problema de la rodilla les dijo; “Se gobierna con la cabeza, no con la rodilla”, enfatizando que por ahora no tenía intenciones de renunciar programa la renuncia.
Pero los opositores al Pontífice, cuyas críticas se hicieron aún más agudas desde que falleció Benedicto XVI, no cesan de difundir especulaciones y noticias infundadas en las redes sociales.
La Semana Santa
No se sabe todavía cuántos días deberá quedar internado el Papa y si podrá participar o no de las largas celebraciones de la Semana Santa que empiezan el próximo domingo, el Domingo de Ramos. El Vaticano de todas maneras preparó ya un Plan B, designando a varios prelados que harán las celebraciones en lugar del Pontífice en caso de necesidad.
A tomar las decisiones fue el cardenal Giovanni Battitsta Re, decano del colegio de cardenales. El Domingo de Ramos Francisco será sustituido por el cardenal argentino y vice decano del colegio cardenalicio, Leonardo Sandri. “Puedo confirmar que el domingo celebraré la misa de Ramos. Fue el lunes pasado que fui advertido por el maestro de las ceremonias pontificias. Cada rito de la Semana Santa será celebrado por un cardenal”, declaró a la agencia Ansa. “Espero que el Papa se cure pronto y pueda presidir las liturgias pascuales, como ha sucedido otros años, aún cuando había un cardenal que celebraba en el altar”, añadió.
El Jueves Santo hará la misa crismal de la mañana el cardenal Angelo De Donatis que es vicario de Roma, es decir asistente del Papa que es el obispo de Roma.
La Ultima Cena que se celebra el jueves por la noche y que Francisco desde que asumió y como hacía en Argentina, la celebraba en una cárcel, esta vez no se hará. Se celebraran misas conmemorativas que harán los cardenales Mauro Gambetti y De Donatis.
Sobre las celebraciones del Viernes Santo, que incluye un Via Crucis en el Coliseo, todavía no se tienen noticias precisas. Como tampoco sobre si Francisco estará presente o celebrará la Vigilia Pascual del sábado por la noche. La misa de Pascua en la basílica de San Pedro será celebrada por el cardenal Re, pero no se sabe todavía si Francisco estará o no presente. Se espera que el Papa pueda leer su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), que generalmente hace desde el balcón central de San Pedro. El mensaje es famoso porque se refiere a los más importantes problemas sociales, políticos, económicos y a los conflictos que padece el mundo.