“La edad jubilatoria no es inamovible, lo ideal sería tener un sistema donde sea voluntaria”, expresó ayer el director ejecutivo de la Anses, Emilio Basavilbaso. La modificación forma parte del proyecto de reforma previsional que está siendo elaborado por el Gobierno. Uno de los elementos previstos en ese proceso de transformación es la modificación de los límites vigentes de la edad jubilatoria. Los cambios pretenden habilitar que los individuos sigan trabajando y aportando más allá de alcanzar los 60 años las mujeres y 65 los hombres, sin que sus empleadores puedan forzarlos al retiro. “La idea no sería imponer una edad, sino que el Estado ponga incentivos para que quien quiera seguir trabajando pueda hacerlo”, declaró el titular del organismo previsional. La iniciativa forma parte de la agenda de reformas sugerida por el FMI y la OCDE que también proponen modificar la fórmula de actualización automática de los haberes.
Como anticipó PáginaI12 a fines de mayo, el nuevo esquema que comenzó a esbozarse entre Anses y el Ministerio de Trabajo cuenta con tres pilares. El primero es la pensión universal por vejez creada con la ley de “reparación histórica”. La prestación es de carácter universal y comienza a cobrarse a partir de los 65 años tanto hombres como mujeres aunque no hayan realizado aportes a la Anses, y que equivale al 80 por ciento de la jubilación mínima (5115 pesos mensuales en este momento). “Cobran el 80 por ciento de una jubilación mínima aunque no hayan podido realizar aportes”, explicó Basavilbaso ayer durante una entrevista con radio La Red. Este esquema es un retroceso para las mujeres, que hasta ahora accedían a la moratoria y podían obtener la jubilación a los 60 años –el Gobierno ya informó que no renovará las moratorias a su vencimiento–, y tanto para hombres como para mujeres porque con la moratoria lograban la jubilación mínima plena y ahora solo cobran el 80 por ciento de ese haber.
El segundo pilar lo constituye el actual régimen de reparto, con posibilidad de seguir trabajando voluntariamente pasada la edad mínima de retiro para alcanzar los aportes necesarios y superar la mínima. El último pilar será un régimen complementario al que los trabajadores podrán aportar voluntariamente para mejorar la jubilación futura. En principio, este elemento sería administrado por las actuales cajas jubilatorias complementarias (profesionales o por actividad) y sería mediante el sistema de reparto.
“El gasto en pensiones es alto y el envejecimiento demográfico amenaza con la sostenibilidad a largo plazo del sistema de jubilaciones”, indicó la semana pasada la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El informe representa un paso necesario en el intento oficial por sumarse a lo que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, definió como un “club de buenas prácticas”. Las recomendaciones del organismo en materia de seguridad social fueron dos: “indexar las prestaciones por jubilación al IPC” e “igualar la edad de jubilación de las mujeres a la de los hombres”. El documento no sólo sugiere elevar la edad de retiro para las mujeres, sino unificar en 65 años todos los regímenes existentes para realizar un ahorro en el sistema. Las denominadas cajas especiales, advierte la OCDE, “permiten a los trabajadores jubilarse a edades más tempranas y ofrecen mayores beneficios” por eso indica que “las condiciones de jubilación para los beneficiarios de estos regímenes especiales que todavía estén lejos del retiro, las condiciones de jubilación podrían adaptarse a las del sistema general”. Entre las “cajas especiales” a reformar que menciona el reporte figura el judicial, pero no menciona a los docentes.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró ayer que la propuesta de reforma previsional no será enviada al Congreso este año: “No hay un proyecto, no hay un plan en el corto plazo. Lo que hay es una ley que dispuso la formación de una comisión de notables para que en 2019 surja una política de Estado”, sostuvo el funcionario durante una entrevista con Crónica TV. Si bien la comisión no fue establecida de manera formal, un miércoles por mes se reúnen en la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo el titular de esa dependencia, Juan Carlos Paulucci, funcionarios de la Anses y de la AFIP, junto con delegados empresarios, sindicales (de la CGT, CTA y distintos gremios) y especialistas para debatir los posibles cambios al sistema jubilatorio.