Un joven de 24 años fue apuñalado y arrojado malherido desde una camioneta utilitaria en una calle del barrio de Caballito, donde murió minutos después de que lo hallara la policía. El cuerpo de Osvaldo Martín Rodríguez presentaba seis puñaladas y un golpe en la cabeza; el joven tenía todas sus pertenencias, incluida su billetera, por lo que los investigadores descartaron que se haya tratado de un robo. La madre de Rodríguez aseguró que su hijo trabajaba y estudiaba computación en la facultad. “No entiendo lo que pasó, no entiendo nada. Quiero justicia”, reclamó la mujer desde la provincia de Santa Fe, donde vive, mientras viajaba hacia la capital para hacerse cargo del cadáver de su hijo. El fiscal a cargo de la causa, Martín Niklison, dijo a PáginaI12 que los investigadores están “desconcertados y tratando de armar el rompecabezas”.
La secuencia, que aún es confusa para los investigadores, comenzó en la madrugada con el llamado de un vecino al 911 que informó sobre movimientos sospechosos en una camioneta Renault Kangoo blanca, en la avenida Donato Álvarez al 400.
Minutos después, policías de la comisaría 50, con jurisdicción en la zona, llegaron y entrevistaron al hombre que había llamado al 911. Mientras el vecino contaba a los uniformados que había visto un altercado entre los ocupantes de la camioneta, una pareja se acercó al lugar para informar que a la vuelta, sobre la calle Juan Felipe Aranguren al 1800, entre Donato Alvarez y Calcena, habían arrojado a una persona desde una Kangoo blanca.
Los policías de la 50, a los que se sumaron los de la comisaría 13 (ubicada a sólo cuatro cuadras), se acercaron al lugar que había señalado la pareja y encontraron al joven herido a puñaladas pero aún con vida. Minutos después, antes de que llegara la ambulancia del SAME, falleció.
El cadáver presentaba seis heridas de cuchillo: en la espalda, el tórax y otras zonas del cuerpo. Y pudo ser rápidamente identificado porque llevaba entre sus ropas todas sus pertenencias: el DNI, el celular y la billetera.
Niklison, a cargo de la fiscalía en lo Criminal y Correccional 9, confirmó que la víctima “tenía todas sus cosas. Además del documento, se encontró el celular y plata en su billetera”. Descartó el móvil del robo y agregó que “estamos desconcertados y tratando de armar el rompecabezas” mientras “actuamos de contención con la madre”.
El fiscal contó que cerca del sitio donde fue arrojado el cuerpo la policía encontró una réplica de un arma de fuego y una navaja, aunque en principio, por las características del arma blanca, no sería la que se utilizó para asesinar a Rodríguez. De todas formas, serán los peritos los que deberán determinar si tienen alguna relación con el hecho.
“Ordené a la Policía de la Ciudad el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona”, informó Niklison, quien también señaló que en las primeras imágenes analizadas durante la tarde “no se llegaba a ver la patente del vehículo”. Sin embargo, advirtió “que aún faltan peritar otras cámaras de la ciudad”. Además, informó que se pudo “acceder al teléfono celular de la víctima y ya se pidió que la empresa prestataria informe las llamadas”.
Por otra parte, la madre de la víctima, Pamela Soto, viajó hacia Buenos Aires desde la localidad de Arrufó, en Santa Fe, luego de que su padre la llamó a las 5 de la madrugada para contarle que su hijo había sido asesinado. “Mi hijo estaba trabajando en una bicicletería y estaba estudiando en la facultad algo que tiene que ver con la computación. La última vez que hablé fue el 17 de julio y le dije ‘te amo hijo, cuidate’”, recordó Pamela durante una conversación telefónica con un canal de televisión mientras viajaba para enterrar a su hijo.