El insomnio, la soledad, los recuerdos, las historias que guardan los objetos; una mujer enfrenta estas cuestiones y recrea momentos de su vida en forma de películas. La vuelta a escena de Todavía no (lo importante de acordarse) profundiza el trabajo y la admiración mutua entre Laura Copello y Felipe Haidar, con funciones previstas los días domingos de abril a las 21 en Teatro de la Manzana (San Juan 1950).

Seleccionada en el proyecto Descarriadas, las artes escénicas expandidas, desarrollado en 2022 en Centro Cultural Parque de España, la obra de la dupla Haidar (dirección) y Copello (actuación) tenía una historia previa: “Se seleccionaron tres entre 20 proyectos, pero ya veníamos trabajando desde hace mucho tiempo, pensando en opciones para la construcción de esta obra. Somos muy desordenados para el trabajo, pero la convocatoria nos ordenó y permitió llevarlo adelante”, comenta Felipe Haidar a Rosario/12.

-Al haber estado atravesada por la pandemia, la soledad de la protagonista dialoga de manera justa con aquellos tiempos.

Laura Copello: -Pero fue sin premeditación, veníamos trabajando en la obra incluso desde antes de la pandemia. Desde luego, la obra se potenció con el aislamiento y con tener que encontrar otros modos de conexión. Si bien somos muy desordenados, de alguna manera se fue encadenando todo, en función de lo que fue apareciendo. Así se terminó de delinear esta cuestión de hablar de la memoria, de los recuerdos, de la muerte; y de la relación que tenemos Felipe y yo.

-Comparten la autoría del texto y son de generaciones diferentes, seguramente exista una sensibilidad cercana en estos temas.

Copello: -Al estar en un teatro (La Manzana), nos encontramos mucho para organizar cosas y en nuestra charlas hablamos de estas cuestiones, con visiones distintas, porque tenemos otras vivencias. Lo interesante, me parece, es este modo en común que encontramos. Me parece que se mezcla la dramaturgia con la vida misma, porque lo que nos pasa es eso, y lo interesante es que logramos ponerlo en una producción escénica. Hay partes del texto en donde hablamos de esto cuando le pregunto a él: “¿quién va a ser tu orden, tu agenda, mi consuelo?”. Esas tres cosas que digo en la obra son parte de un texto que había escrito antes, y tiene que ver con lo que a mí me provoca tener una relación tan profunda e intensa con alguien mucho más joven, que fue mi alumno y con quien hoy comparto el trabajo en este teatro.

-Vistas las puestas que tuvieron, ¿cómo fue la relación con el público?

Felipe Haidar: -En principio hay algo que a mí me resulta interesante, y es lo que sucede con la emoción que despierta la obra; se apela al humor y la ternura y en el público aparece algo que es muy emotivo y va más allá de los temas de la obra, que son temas generales y te diría inherentes a la literatura universal. La ternura y el humor generan algo muy reconocible, que pega mucho en la emoción de la gente.

Copello: -Para mí tiene que ver también con las elecciones estéticas y éticas que hemos hecho. A la obra la hicimos en dos versiones, en un caso de una manera muy grande, en el Parque de España, y luego la trajimos a nuestro teatro. Quienes la vieron en los dos lugares comentan sobre la cercanía que permite nuestro teatro, por esta cajita de cuento que se arma, en donde lo que toca temáticamente es de una gran belleza. En verdad, no sé si “belleza” es la palabra, porque se trata de un escenario desordenado, lleno de cosas, de una mujer que guarda y guarda, pero hay algo que es mágico y bello desde la propuesta estética.

-Al ser en el teatro de ustedes, tal vez exista una conexión íntima entre las cosas que guarda este personaje y la sala misma, donde deben guardar muchas historias y elementos de otras obras.

Haidar: -La verdad que sí. Esto ya es más de la intimidad, pero las funciones que fueron acá y fueron dos, fueron muy emocionantes para nosotros, terminamos más emocionados que la gente porque hay algo que tiene que ver con esa relación, en donde todo se empieza a mezclar otra vez. La obra ya propone un universo de ficción, que se mezcla mucho con la realidad y con nuestra relación; y a su vez, en este espacio esto explota porque también se mezcla con lo que vos decís.

Copello: -Además porque eran los 30 años de nuestro teatro, y en la puesta aparecen objetos reales de un montón de puestas que se hicieron y están acá. Creo que se mezcla todo eso. Por otra parte, la obra también es interesante porque tiene una relación muy estrecha con el cine. Trabajamos con cámaras, como si yo produjera mis propias y pequeñas películas, además de aparecer películas emblemáticas que hablan sobre la muerte.

-¿Se soporta estar sola en el escenario?

Copello: -No vamos a develarlo todo, pero le encontramos una vuelta para no estar tan sola, ya que esta mujer trabaja de un modo particular con la cámara y lo que hace es acercar a otres para que estén con ella. De cualquier manera, yo ya venía de una experiencia unipersonal –Laurita tiene muchas cosas que hacer, con dirección de Ricardo Arias–, en donde Laurita nunca había estado sola en el escenario; de todos modos, no me atraviesa esa idea porque siempre hay alguien –iluminando, sonorizando, completando–, siempre me siento acompañada. La soledad para mí pasa por otras cosas, en el escenario no me siento sola.

La más reciente novedad para Todavía no (lo importante de acordarse) es su reciente selección para integrar la Fiesta Provincial del Teatro, donde se elegirá un elenco que participará de la Fiesta Nacional. Además de Copello y Haidar en autoría del texto, actuación y dirección, la obra se completa con la tarea de Flavia Cisera (Asistencia de dirección, mapping e iluminación), Pali Díaz (Acompañamiento plástico y construcción de objetos), Nicolás D’Aquila (Diseño de vestuario), Agustín Alzari (Música original), y Celeste Ciafarone (Diseño gráfico).