En el marco del ciclo de charlas para socios de Página/12, la directora periodística del diario, Nora Veiras, y los columnistas Mario Wainfeld y Alfredo Zaiat conversaron sobre la coyuntura argentina, en un evento titulado "Periodismo y Política en un año electoral". La actividad se realizó en la sala Caras y Caretas del barrio de San Telmo y tuvo como objetivo reflexionar sobre el escenario político actual, caracterizado por las deudas de la coalición oficialista, el avance de la derecha y un futuro electoral incierto. El intercambio estuvo moderado por Victoria Ginzberg, secretaria de redacción del diario y contó con un espacio de preguntas por parte del público.

La primera en tomar la palabra fue Veiras, quien comenzó su análisis a partir del hecho político más relevante de los últimos días: la decisión del expresidente Mauricio Macri de no presentarse como candidato en las próximas elecciones. Esta noticia, aseguró, "demuestra una habilidad de la derecha para manejar el escenario político y mediático que es digna de ser tenida en cuenta". La alianza del Frente de Todos (FDT), sin embargo, no ha demostrado el mismo ordenamiento ni la audacia para instalar un candidato fuerte en la carrera hacia octubre. Aunque reconoció un valor en la forma en la que la expresidenta y su entorno cercano "han sabido manejar el secreto político" en situaciones como la designación de Alberto Fernández para conformar la fórmula presidencial en 2019. En este sentido, advirtió que pueden revelarse nuevas estrategias inesperadas de cara a las elecciones.

Para Veiras, el balance de la gestión del FdT dejó un saldo de "decepción, incertidumbre y preocupación" en su electorado. La conformación de la coalición "fue acertada para ganar pero no fue exitosa para gobernar" y no logró un funcionamiento virtuoso. "Lo que nos sigue generando esperanza es el horror de los candidatos de la derecha que podrían llegar nuevamente a ocupar el sillón de Rivadavia. La expectativa de una situación de polarización social con represión está lejos de ser una ficción", aseguró. Y señaló que "el ejercicio del periodismo en este contexto es realmente un desafío": "Nos espera una tarea permanente de tratar de informar con los hechos que suceden y confiar en una racionalidad que nos permita pensar en el otro y no en el egoísmo de cómo exterminar al otro".

Durante su intervención, Wainfeld propuso pensar cuatro escenarios posibles para octubre. Juntos por el Cambio (JXC), el FDT o La Libertad Avanza podrían imponerse en las elecciones, pero también hay espacio para una cuarta variante, "preocupante" para el analista, aunque con menores probabilidades de concreción a medida que transcurre el año electoral: "Que en Argentina se produzca algún tipo de crisis que dificulte unas elecciones en condiciones normales".

El panorama más probable, reconoció, es una victoria de JxC. Aunque confesó no creer en las encuestas, "los políticos sí creen. Y cuando alguien cree en un hecho, ese hecho produce consecuencias, es como si fuera verdad". De esta manera, condicionan su accionar a estos sondeos. Sin embargo, sostuvo que "se subestima" un indicador clave en las elecciones: las PASO. "En la costumbre electoral argentina las PASO funcionan como una suerte de primera vuelta tras la cual muchos de los votantes cambian sus preferencias", afirmó. Otro indicador para Wainfeld son los comicios en las provincias, donde "los oficialismos son más estables". De esta manera, un resultado favorable a las gestiones actuales no comporta un dato relevante, pero "si hubiera muchas derrotas de oficialismos indicaría un mal humor muy grande". Respecto a la resolución de la interna en el FdT, el analista aseguró: "No es imposible y hasta es factible que haya una PASO entre coroneles".

Zaiat comenzó su alocución preguntándose "¿qué refleja el fracaso del FdT?". El esbozo de respuesta llegó desde la economía política, analizando los proyectos económicos que defienden uno y otro sector dentro de la coalición oficialista. El periodista advirtió que no hay representantes del neoliberalismo en el gobierno, sino que existe una diferencia entre un modelo nacional y uno "nacional y popular".

En este sentido, el periodista remarcó que si bien las variables macroeconómicas son positivas, crecimiento de la industria, empleo y exportaciones; “no son suficientes, y eso genera la disputa al interior de la coalición”. El salario y la distribución son lo que definen el rasgo popular de un proyecto y es el eje de las críticas del cristinismo a su aliado en la presidencia. Señaló que el Gobierno está “en interpelar al neoliberalismo y a la derecha, pero no en la búsqueda de un modelo nacional y popular”. “Es difícil, porque si se impulsa ese proyecto, lo popular entraría en contradicción con los capitales. El modelo nacional deposita el desarrollo económico exclusivamente en que el capital invierta, pero si el Estado interviene para mejorar la distribución entra en conflicto. Por eso existe ese rechazo a lo que fueron los gobiernos de CFK”, advirtió

El público presente participó activamente durante el encuentro, con preguntas que abrieron nuevos puntos de reflexión. La potencial definición de la Corte Suprema para proscribir a la vicepresidenta y la escalada de violencia que llevó a su intento de magnicidio fueron algunas de las preocupaciones que emergieron.

Informe: Diego Castro Romero