El presidente Mauricio Macri estuvo en una recorrida de campaña por Santa Fe. Tras entrevistarse con el gobernador socialista Miguel Lifschitz, Macri encabezó un acto en el que llamó a votar por Cambiemos. Como discurso electoral, Macri optó por volver a uno de sus tópicos favoritos de 2016: la pesada herencia. “Cuando escucho decir que tienen soluciones a aquellos que después de gobernar tantos años lo que nos dejaron son problemas y ruinas, ¡no lo puedo creer!”, afirmó.
En el gimnasio del Club Unión, Macri inició su discurso con las elecciones en Venezuela, donde el presidente se comporta como un opositor más. “Cuando veía las imágenes de lo que estaba pasando en Venezuela, cada vez más violencia, más agresión, más abandono, no pude dejar de pensar lo cerca que estuvimos de ir por ese camino. Todo hubiera sido muy difícil para los argentinos, tremendo”, aseguró Macri, que fue acompañado por el titular de la UCR e intendente de Santa Fe, José Corral.
Macri se ocupó de fustigar a los opositores: “Realmente, ante tantas denuncias que hacen, tantos pronósticos catastróficos, lo único que uno empieza sentir es que quieren que nos vaya mal a los argentinos para ellos recuperar el poder. Por eso vuelven con el miedo y los pronósticos de las cosas horribles que nos van a pasar”, afirmó el presidente.”Siempre el mismo latiguillo. Siempre la misma mentira, pero lo bueno es que los argentinos hemos decidido ir por otro camino, el de poner el Estado al servicio de la gente y resolver sus problemas. Y un Estado que enfrente a las mafias sin miedo y sin complicidades”,destacó.
“Pero ya empezamos a crecer y el año que viene vamos a crecer más”, aventuró. “Va a haber más obra pública, más trabajo y cada año vamos a estar mejor. Por eso, es tiempo de decir no al miedo, no a la resignación y si al sí se puede. Vamos todos juntos por Argentina”, remarcó. Sostuvo que va a “dar una batalla sin cuartel hasta que echemos a patadas al narcotráfico”.