La organización ambientalista Last Generation este sábado tiñó de negro una fuente barroca de la céntrica plaza de España, en Roma, como protesta por el calentamiento global y el temido "fin del mundo".
Tres activistas vertieron un líquido a base de carbón vegetal en la emblemática fuente del siglo XVII, conocida por los romanos como "La barcaza", que fue realizada por el escultor italiano Pietro Bernini. El grupo fue inmediatamente detenido por la policía romana, y las autoridades locales prometieron mano dura contra una vandalización que fue considerado como un gesto "estúpido y dañino".
La fuente teñida tiene forma de barco y fue hecha en recuerdo de la crecida del río Tíber en 1598. Según el Ministerio de Cultura, además de ser limpiada, expertos evaluarán si sufrió daños.
Qué piden los activistas
Los activistas de Last Generation consideran que ennegrecer el agua de la fuente es "un presagio del escenario que está por llegar, el fin del mundo, por las sequías alternadas con devastadoras inundaciones y las olas de calor que acabarán con la vida en la Tierra", advirtieron en un comunicado.
Last Generation ha realizado otros actos de protesta en varios museos de Europa y pide a Italia que invierta más en energías renovables y reduzca las emisiones de carbono.
"Si ver estas aguas negras los inquieta es porque, como nosotros, reconocen lo precioso que es lo que estamos perdiendo. Todos los informes oficiales, incluso los de fuentes gubernamentales, denuncian que las políticas gubernamentales son insuficientes para contener el sobrecalentamiento a nivel mundial dentro de 1,5 °C y, en cambio, nos están conduciendo directamente hacia un aumento catastrófico de al menos 2,5 °C", arengaron los activistas.
"Con esta acción queremos pedirle al gobierno que deje de invertir en subsidios nocivos para el medio ambiente. Con esta acción lo invitamos a no resignarse a esta sentencia de muerte", concluyeron.
En tanto, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, fue a la plaza de España: "Son actos incorrectos, no debemos dañar nuestro patrimonio. Somos una ciudad fuertemente comprometida a nivel ambiental, queremos lograr la neutralidad climática".
"Compartimos las cuestiones de concienciar a los ciudadanos sobre el riesgo del cambio climático pero este no es el método adecuado. No es arriesgándonos a dañar nuestro patrimonio como ayudamos al medio ambiente", subrayó.
Los ataques a las obras de arte
Durante octubre de 2022, grupos ambientalistas, como Last Generation y Just Spo Oil, vandalizaron diversas obras de arte famosas en todo el mundo para transmitir un mensaje contundente sobre el descontrolado cambio climático.
Militantes de Just Stop Oil arrojaron sopa de tomate contra el cuadro "Los girasoles", de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres, en protesta por los proyectos de explotación de petróleo y gas anunciados por el Gobierno británico.
Otro, se pegó la cabeza al vidrio que protege el cuadro "La Joven de la Perla", de Johannes Vermeer, en el Museo Mauritshuis de La Haya, en Países Bajos, para denunciar la falta de medidas contra el cambio climático.
En el museo Courtlaud Gallery de Londres dos militantes se "pegaron" al marco de la obra "Pescadores en flor", de Vincent Van Gogh. Y poco después, arrojaron tortazos contra la estatua de cera del rey Carlos III, en el museo de Madame Tussauds en la misma ciudad.
En tanto, los antecedentes de Last Generation, remiten a que arrojaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet expuesto en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín.