Desde Santa Fe
“Es lamentable”, criticó Omar Perotti. “Prefirieron darle un golpe a la vicepresidenta de la Nación antes que defender a Rosario y a la provincia”, subrayó la ministra de Gobierno, Celia Arena. “Juegan a la política y sólo se miran su ombligo o el de sus jefes”, dijo su colega de Gestión Pública, Marcos Corach. “Menos palabras y más trabajo legislativo”, pidió el presidente del bloque de diputados provinciales del PJ Leandro Busatto. Los reprochen tienen destinatarios: los senadores nacionales Dionisio Scarpin y Carolina Losada, que el jueves –con sus pares de Juntos por el Cambio- abandonaron la primera sesión del año del Senado de la Nación, que terminó en escándalo. El boicot impidió sancionar la ley que fortalece la justicia federal en la provincia –votada el martes en la Cámara de Diputados casi por unanimidad: 214 a 0- y aprobar los pliegos de tres jueces federales de Rosario, dos de ellos en el Tribunal Oral 2, que está vacante desde hace años.
La reforma crea 27 cargos de fiscales federales en la provincia, 15 de ellos en Rosario, para investigar el narcotráfico y el lavado de activos y modernizar una estructura que el propio Perotti consideró “vergonzosa”. Hoy, en Rosario, hay solo tres fiscalías federales y dos de ellas están vacantes. "Da vergüenza ajena”, dijo el diputado Roberto Mirabella, que marcó el contraste con los 80 fiscales que tiene el Ministerio Público de la Acusación de la provincia en el mismo distrito.
El otro asunto en la agenda del Senado eran las designaciones de tres magistrados de Rosario: el juez federal Nº 1 Gastón Salmain y sus colegas Eduardo Rodrigues Da Cruz y Elena Beatriz Dilario, como vocales del Tribunal Oral Nº 2, que no tiene ningún juez desde hace años. La comisión de Acuerdos de la Cámara aprobó los pliegos en setiembre, hace seis meses.
Perotti se enteró del boicot de Juntos por el Cambio en el Senado cuando participaba en un acto oficial en San Cristóbal. “Es lamentable -dijo-. Ojalá se llegue a un acuerdo porque no sólo debía aprobarse la ley sino también los tres pliegos”. “Ojalá la política nacional priorice a Santa Fe”, expresó el gobernador. “Lo vamos a decir hasta el cansancio, la Argentina no puede permitir que esto –como llamó al narcotráfico y el lavado de dinero- pase en su territorio. Y ese territorio es Rosario y algunos distritos de la provincia. Si eso no se contiene, el problema puede expandirse al resto del país. La Argentina no puede darse el lujo de no priorizar la ayuda a Rosario”.
La ministra de Gobierno dijo que Scarpin y Losada “prefirieron darle un golpe” a la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y que “fracase la primera sesión del año del Senado, antes que defender a Rosario y a la provincia”. Su referencia al “golpe” no pareció casual. Arena le pidió a Scarpin y Losada que hagan lo que dicen: que “voten la ley y los pliegos de los jueces de Santa Fe y dejen las chicanas legislativas para otro momento”. “No dar quórum es una herramienta legislativa, pero hay que ver qué se prioriza: si darle un golpe a la vicepresidenta de la Nación o respuestas a los ciudadanos y ciudadanas de Santa Fe”.
El ministro de Gestión Pública coincidió que la aprobación de la ley y los pliegos de los jueces hubiera sido “un gran paso” ante la “emergencia en seguridad”. “Ese paso no se dio” porque los senadores de Juntos por el Cambio se fueron del recinto, entre ellos Scarpin y Losada, que “privaron a Santa Fe de más y mejores herramientas para enfrentar el crimen organizado”. “El centro de la política es la gente –dijo Corach-, pero parece que algunos juegan a la política mientras se miran su ombligo o el de sus jefes y jamás conectan con las necesidades de nuestro pueblo”.
El segundo hecho bochornoso ocurrió en la Legislatura, donde el diputado de la Coalición Cívica, Sebastián Julierac, presentó un proyecto para que el gobernador le pida al Senado de la Nación que apruebe la ley que sus aliados políticos Scarpin y Losada se negaron a votar. “Santa Fe no puede esperar. Es necesario que el Congreso sancione esta ley lo más pronto posible. Cada día que pasa es un homicidio más. El gobernador conoce la importancia de esta ley –expresó Julierac- porque el martes estuvo en el Congreso, donde fue testigo de la media sanción en Diputados. Busatto marcó la contradicción: “Menos palabras y más trabajo legislativo. Menos consignas en los medios y más defensa de los intereses de la provincia”.