En diálogo con La Rioja 12, la sobreviviente relató: “cuando yo comienzo a notar sus conductas violentas decido cortar la relación”. Quiroga ya tenía una colección de denuncias por violencia de género al iniciar su relación con esta mujer, pero ella no lo sabía.
La relación de LT con Quiroga comenzó en 2019, “los primeros 4 meses fueron de ensueño”, contó. LT lo denunció por primera vez en la ciudad capital de La Rioja tras una golpiza que padecieron ella y su hija a finales de 2019. Por esa denuncia “él estuvo preso, habían medidas y apenas salió fue a buscarme”, relató la mujer con mucho pesar explicando que volvió con él y que “ahí fracturó la relación con mi hija”. Antes de la golpiza su hija le había advertido a LT que Quiroga era peligroso porque todos en el pueblo conocían la historia de María, una sobreviviente anterior que previo de llegar a juicio por violación y secuestro falleció en un cuestionado accidente.
Cuando LT intentó dejarlo nuevamente, “él choca con su moto contra una casa” y resulta gravemente herido y empieza a hacerla sentir culpable de toda la situación. “Yo sinceramente me sentía responsable de que él se haya intentado quitar la vida por mí, porque es lo que yo creí”. Ella lo acompañó durante toda la recuperación y continuaron juntos, pero por lo que relata, ante cualquier diferencia él le recordaba “no te olvides nunca que yo casi me mato por vos”.
Quiroga llega a juicio por lesiones leves, pero LT pidió la carátula de tentativa de femicidio.
La denuncias
En total son seis las denuncias, cuatro que LT radicó contra Quiroga, más dos que efectuó su hija. La primera fue en noviembre de 2019, “por esa golpiza en capital me terminan haciendo un punto en la nariz, y debí usar un cuello ortopédico porque resintió mi cervical, y ahí también le pega a mi hija”. En esa ocasión debieron llamar a la ambulancia por el excesivo sangrado de LT y fue en el hospital en donde las instaron a radicar esta denuncia. “Esta causa creo que ni está instruida, porque no me hablaron para ratificarla”, señaló LT.
“La segunda fue a raíz de un abuso sexual en Villa Unión”, explicó la sobreviviente. En agosto de 2020 radicó otra: “la tercera es porque casi me mata en frente de mi hijo, que es la que está hoy elevada a juicio, mal caratulada, mal instruida”, afirmó LT, mientras entre lágrimas expresa que su hijo es autista y tenía 7 años cuando presenció el violento episodio “él casi me mata”, insiste. “Mi hijo gritó, gritó tan fuerte que mi madre lo logró escuchar, y mi madre entra a la habitación y me salva, yo ya escuchaba como desde lejos y trataba de no irme, porque él me estaba estrangulando”, cuenta la sobreviviente mientras seca sus lágrimas. “Yo a mi cuerpo ya no lo sentía, estaba toda adormecida, no tenía fuerzas, no podía moverme, solo escuchaba el grito de mi hijo a lo lejos y de repente la voz de mi madre y ahí sí como una bocanada de aire”.
LT relató que la había golpeado tanto que le fracturó la nariz: “mi boca sangraba, mi nariz sangraba, mis ojos sangraban”, recordó. La policía fue con el móvil y ella les pidió quedarse porque su hijo estaba en crisis. Ella propuso ir al otro día a radicar la denuncia, pero cuando el móvil se fue, Quiroga y su madre fueron a solicitarle a LT que no realizara la denuncia, así fue como las tuvo una semana secuestradas en su propia casa tomando a su hijo de rehén. Ella cuenta que él la drogó y que le impidió acceder a asistencia médica cuando manifestaba que estaba con dificultades para respirar. En dos oportunidades volvió el móvil de la policía preguntando por LT porque no había ido a radicar la denuncia y Quiroga tomando al niño por el cuello mandaba a la madre de LT a decirles que se fueran que estaba todo bien. Por las lesiones de este episodio debió hacerse una cirugía reconstructiva de la nariz y debió tener dos meses “unos caños de silicona que se me incrustaban en la frente”.
La cuarta denuncia fue por una amenaza de muerte que él le realizó en la comisaría, mientras ella intentaba recuperar sus cosas que estaban en la casa de él. A raíz de esta denuncia Quiroga estuvo detenido pero por un error administrativo lo dejaron en libertad sin siquiera avisarle a la víctima que se enteró porque alguien del pueblo lo vio: “el cuerpo anda suelto, cuidate”, le avisaron y ella por miedo tuvo que viajar junto a su hijo y su madre.
Quiroga espera el juicio en libertad y en ese marco sucedió un episodio que derivó en la segunda denuncia que radicó la hija de LT por amenazas en 2022.
La sobreviviente explicó que le costó mucho sobrellevar todo lo vivido y sostuvo que sin el acompañamiento de la Secretaría de la Mujer y el Observatorio de la Víctima no estaría en las mismas condiciones. “Yo le tengo que agradecer muchísimo a Karen Navarro porque fue ella la que me dijo, acá tenés la psicóloga y vas o vas”, recordó y dijo que ella en aquel entonces transitaba un delicado estado de salud mental, pero creía que no requería de dicha asistencia, y gracias a eso “me puede reconstituir”, afirmó.
Ademá señaló que gracias a la psicóloga y la psiquiatra está en condiciones de poner en palabras lo vivido y desarrollarse a pesar del miedo que jamás dejó de acecharla. A su vez manifestó que en su pueblo se la juzga mucho más a ella que a su agresor. “Nadie sabe lo que le cuesta a una víctima llegar a denunciar, todos los miedos, todas las vergüenzas que uno siente al verse tan expuesta y tan vulnerable, contando sus miserias y que encima no te escuchen con seriedad”, lamentó.
“¿Otra vez vos?”, le decían al radicar un nuevo hecho. LT siente que el sistema judicial le ha fallado: “me ha fallado a mí, le ha fallado a mi hijo, le ha fallado a mi madre y le está fallando a las víctimas que están después de mí, porque hay más”. Ella siente que él es un femicida impune “de hecho él mismo se jacta de eso”. En este sentido recordó que eran frecuentes sus amenazas, que si alguna vez ella intentaba denunciarlo no iba a llegar a juicio porque iba a terminar como María, dijo.