Tahiana Marrone es veterana de guerra y con solo 18 años, en 1982, participó en la guerra de Malvinas como un soldado varón.
Mientras realizaba el servicio militar junto a un grupo de sus compañeros el 2 de abril fueron llevados a Comodoro Rivadavia y desde ahí a Puerto Argentino con “el objetivo de realizar el Operativo Rosario” y regresar al continente. Luego, en un buque carguero fueron hasta Bahía Fox, en la Gran Malvina.
"En ese momento no sabía que iba a un enfrentamiento bélico", dijo a La Rioja/12 Marrone, quien en la actualidad recorre el país para contar en primera persona la guerra de Malvinas y además hablar de la perspectiva de diversidad y la importancia de la ESI como persona intersex.
“La guerra comenzó el 1 de mayo y hasta entonces hacíamos allanamientos en las casas de los isleños, hacíamos recorridos; más o menos comíamos y la orden era recuperar las islas en 15 días. Pasábamos hambre y frío, la comida era escasa y los bombardeos navales eran constantes. Recuerdo 5 horas de bombardeo en una oportunidad. Era invierno, hubo dos o tres nevadas, nieblas, lloviznas”, relató sobre su experiencia en el conflicto armado que duró 74 días finalmente.
Marrone habla de “malvinizar” para construir y sostener la memoria por los 649 caídos en una guerra para que la que no estaban preparados y en la que pasaron “hambre y frío” y también por quienes volvieron y sufrieron el olvido.
Con la información del cese del fuego el 14 de junio “hubo una falsa alegría porque por un lado estábamos contentos porque se había terminado la guerra, pero por otro lado era dejar las Malvinas en manos de los ingleses después de mucho sacrificio más los caídos en combate ”. “Al cese del fuego se terminó todo y volvíamos a casa, pero éramos unos ilusos porque vino la etapa de la desmalvinización. Hubo dos luchas, la del 82 y luego la lucha por el reconocimiento por tener acompañamiento psicológico y cobertura médica”, afirmó.
Sostuvo que el ex presidente Raúl Alfonsín “les dijo en la cara que no nos daría nada”. Y añade: “Nos decían, primero, los chicos de Malvinas y después los loquitos de la guerra. Pude ver en los subtes o en los trenes a compañeros vendiendo para sobrevivir. Decir que éramos veteranos era mala palabra. Hubo muchos suicidios”.
Marrone también realizó su proceso de transición luego de detectarle el llamado síndrome de Klinefelter y en 2016 realizó el cambio de identidad de género. “Me crié y me desarrollé como un varón, aprendí a disimular”, contó. hasta que "salí del closet".
Marrone comentó que en sus charlas encuentra interés tanto en conocer sobre la guerra de Malvinas; como en hablar sobre diversidad. Consideró que la temática no tiene un buen abordaje por parte de los docentes y es necesario mejorar la comunicación para acercar la información necesaria.