Family Law viene a ampliar la jurisprudencia para el género del drama legal. Producción de origen canadiense que sigue a un bufete familiar donde manda la disfuncionalidad y la discordia. La protagonista es Abby Bianchi (Jewel Staite) quien termina trabajando junto a su respetadísimo padre luego de un sinfín de traspiés: un divorcio complejo, perder la custodia de sus hijos y vomitar en la corte. A eso se le suma la tortuosa dinámica laboral con sus medios medio hermanos y el patriarca (Victor Garber). “Todo ha cambiado para Abby, ya no está tratando de salvar su vida anterior. Ahora la empezamos a ver reconstruyendo su propia vida”, le dice Nielsen en entrevista con Página/12. Este jueves a las 21, Universal TV estrenará su segunda temporada de diez episodios.
Además de las oscilaciones de la protagonista, la narrativa de Family Law no le teme a la vieja lógica del “episodio de la semana”. “Es un drama legal con algo de procedimiento, pero en definitiva trata sobre lo compleja que puede ser el vínculo familiar”, expone la intérprete sobre esta revisión de la ley primera del Martín Fierro. “Con su hermano Daniel es pura competencia y con Lucy, especialmente en esta temporada, están tratando de reencauzar su lazo”, explica.
-¿Hay algún caso de esta temporada que resuene en Abby?
-Creo que el que abre la temporada. Está involucrada en el drama de su divorcio y tiene que llevar el caso de una mujer cuyo marido ha inventado su propia muerte para escapar de ella. Y Abby está enojada con su ex. Muy enojada. Así que quiere que esta mujer se vengue de su marido. Es como dice el dicho: “un leopardo no cambia sus manchas”.
-¿Cuál es la esencia de Abby?
-Es muy directa y franca. Es de las que primero acciona y piensa después. No sé cuánto le ha funcionado eso, pero sigue haciéndolo. Es muy parecida a su padre. Quiere la aprobación de Harry a toda costa, aunque nunca te lo reconocería. Y su padre quiere que ella triunfe en lo suyo. Pero ninguno te va a conceder nada. No son buenos para hablar de su vínculo. Son dos cabezas duras que quieren ganar cualquier discusión y por eso son tan buenos abogados.