Fernando Soto, el abogado de María Kodama -viuda de Jorge Luis Borges y custodia de su obra, que falleció el 26 de marzo- informó este lunes que la escritora no dejó un testamento con indicaciones acerca de qué hacer con el legado literario del autor de Ficciones, por lo que su patrimonio podría pasar a manos del Estado, en caso de que no se verifique la existencia de herederos.
"No dejó testamento", sostuvo Soto en conferencia de prensa, en referencia a Kodama. Y al respecto aclaró: "Su escribana de confianza no tiene testamento. Nadie de círculo cercano entre quienes consultamos conoce el testamento". "Si al momento de entrar a su casa se encuentra algún documento, se tomará ese, pero las posibilidades son bajísimas", subrayó.
Ante este contexto de incertidumbre, Soto dio a conocer un documento en el que se especifican los pasos a seguir para definir cuál será el destino del patrimonio literario de Borges. "En legal tiempo y forma y conforme a lo dispuesto en los arts. 529 2da. parte, 532, 536, 2438, 2441, 2444 y concordantes del Código Civil y Comercial de la Nación y lo dispuesto en la Ley local nro. 52, vengo a iniciar la sucesión por 'Herencia Vacante' de la sra. María Kodama", reza el comunicado.
De no aparecer herederos, el legado literario del escritor quedará en manos del Estado, que se encargará de gestionar los derechos por traducciones, nuevas ediciones así como de materiales inéditos, una tarea que desde 1986 y hasta hace unos días había desempeñado su viuda y albacea, fallecida el pasado 26 de marzo a los 86 años.
Distintas versiones
La incertidumbre respecto a qué pasaría con una de las obra más trascendentales en lengua española del siglo XX, parecía haber quedado saldada luego de que el mismo Soto dijera, tras la muerte de Kodama, que "ella dejó todo arreglado, ya se informará". Sin embargo, unos días después todo cambió y ahora se habla de una "herencia vacante".
En este contexto resurgió la versión de una donación a universidades extranjeras, pero el abogado insistió en que no hay un documento que así lo pruebe.
Sucede que, el año pasado la propia Kodama había anticipado su decisión de entregar el legado de Borges a dos universidades extranjeras, e incluso llegó a anticipar que podría tratarse de la de Tokio, en Japón, donde se trabajó y se trabaja fuertemente sobre la obra del autor de El Aleph, y las estadounidenses de Texas o Harvard, donde avanzaron en proyectos conjuntos.
"En Japón traté de averiguar con gente vinculada a cuestiones diplomáticas y expresaron que ellos están con muchos requisitos para aceptar una donación, un legado. No es como Estados Unidos que tiene menos requisitos. De hecho, la Japan Foundation le ofreció a Kodama ser la representante y ella no aceptó por la responsabilidad que implicaba hacerse cargo de esa obra. Que yo sepa, no existe ningún documento en Japón", explicó Soto, aunque reconoció que "puede haberlo".
Nacida en 1937, Kodama conoció a Borges en su juventud y lo acompañó en sus viajes al exterior. Ambos se casaron en abril de 1986 vía un poder en Paraguay (aun no regía el divorcio en la Argentina, y Borges estaba legalmente unido a Elsa Astete Millán).
El escritor falleció el 14 de junio de 1986 en Ginebra, la ciudad de su juventud, donde fue enterrado. Desde entonces, su viuda se convirtió en su heredera y guardiana de su obra.
Como heredera del legado literario más importante del siglo XX, Kodama se ocupó de divulgarlo por el mundo y lo defendió cada vez que lo consideró necesario, enfrentando a su modo el azote al que el machismo de la escena literaria condena históricamente a las viudas devenidas albaceas.