El ala dura del PRO salió a cuestionar con todo la posibilidad de que la Ciudad de Buenos Aires realice sus elecciones el mismo día que los comicios nacionales, pero con un sistema distinto de votación y con boletas separadas. El esquema se conoce como desdoblamiento concurrente y no está descartado por el gobierno que conduce Horacio Rodríguez Larreta. La posibilidad formó parte de la charla que tuvieron el ex presidente Mauricio Macri y el senador Martín Lousteau la semana pasada. Macri rechaza de plano esa posibilidad porque considera que beneficiaría al candidato radical. En el larretismo no dejan de señalar la virtud de que dejaría a los candidatos locales de Javier Milei sin un barrilete nacional que los arrastre. Por lo pronto, tanto Patricia Bullrich como María Eugenia Vidal cuestionaron la idea.
Las elecciones porteñas se hicieron históricamente separadas de las nacionales. Pero este año Larreta está evaluando hacerlas juntas con las presidenciales, en las que competirá. No obstante, está abierta la opción de que el gobierno porteño desdoble las elecciones aún votando el mismo día. ¿Cómo sería? Por un lado, se votaría con lista sábana las categorías nacionales. Y, por otro otro, el mismo votante debería participar de los comicios porteños con voto electrónico o con boleta única en papel.
El ala dura del PRO ve en esta posibilidad -que en el gobierno porteño no niegan, pero tampoco dan por cerrada- una señal de un acuerdo entre Larreta y Lousteau dado que, según cree Macri, esto lo beneficiaría al radical, porque haría que los candidatos porteños compitan sin el "arrastre" de un candidato a presidente. El exmandatario nacional hizo saber de todas las formas posibles a Larreta que no va a avalar esa estrategia. Y ahora lo reiteró en público durante un evento en La Rural: “Eso nunca se hizo y ya estamos sobre el pucho”, fue su forma de decir nuevamente que no.
A la carga
Las dos candidatas que Macri apadrina, Bullrich y Vidal, salieron al unísono a expresarse contra la posibilidad de que se hagan elecciones concurrentes. "No creo que haya que cambiar las reglas electorales en un año electoral", afirmó Vidal, quien le cayó con todo a la opción. "Eso no nos hace creíbles; eso está mal en política", remarcó. "Todas estas discusiones que se han planteado de adelantar fechas, de concurrencia, de boleta única, son todas discusiones que están bien lejos de lo que les pasa a los porteños", insistió la exgobernadora, quien hace tiempo insiste en que la política argentina es un "circo sin audiencia".
Bullrich también incursionó contra las elecciones concurrentes: "Cambiar el sistema electoral en un año electoral es lo más antidemocrático". "¿Vamos a hacer lo que dijimos en todas las provincias que no había que hacer?", se preguntó sobre la posición de Juntos por el Cambio de ir en contra de la eliminación de las PASO en distintos distritos. Dijo, además, que le parecería "muy contradictorio con nuestra misma forma de pensar".
Retroceder nunca
En el larretismo, por ahora no dan señales de qué van a hacer. Solo se limitan a decir que la opción está contemplada por la Constitución porteña. Cuando le preguntaron a Larreta, contestó que no había que apurarse. “Hay diferentes alternativas de cómo se vota y todavía no están los plazos vencidos; todavía hay plazo para definirlo”, aseguró el jefe del gobierno porteño, decidido a no dejarse correr.
Larreta, por otra parte, defendió a su ministro de Gobierno, Jorge Macri (con quien se sacó una foto el fin de semana para que dejaran de reclamarle) ante una posible impugnación por no cumplir los años de residencia en la Ciudad: “Jorge dijo claramente que él cumple todos los requisitos”, afirmó. Larreta, previo a la foto con Macri, se había sacado otra con todos los demás candidatos de JxC: Soledad Acuña, Fernán Quirós y hasta Martín Lousteau.
Y, por ahora, resiste a las presiones de Macri para que se defina por uno: “Veremos en su momento quién está mejor posicionado”, fue su respuesta. A los ataques del ala dura, Larreta responde con largas. Lo que está claro es que, se vote cómo se vote, la interna llegó para quedarse.