La oposición tuvo este lunes un escenario que encaja perfecto con un plan de instalación de agenda que venía llevándose a cabo desde hacía ya algunos meses. El asesinato de Daniel Barrientos y los posteriores incidentes que tuvieron como protagonista excluyente al ministro de Seguridad, Sergio Berni, sirvieron de marco para que el discurso que busca instalar a la inseguridad como el principal problema de la provincia se conjugue con la idea de “el hartazgo” de una parte de la población con la clase política argentina, que desde Juntos por el Cambio reducen al oficialismo.
Esa línea fue la que se expresó en el mensaje de la diputada María Eugenia Vidal que aseguró que “la política se convirtió en un circo dramático y sin espectadores”. “Es el hartazgo, el cinismo y el relato sin respuestas”, escribió en Twitter la dirigente que gobernó la Provincia de Buenos Aires entre el 2015 y el 2019.
Su otrora ministro de Seguridad y precandidato a la gobernación, Cristian Ritondo, también aprovechó la oportunidad para posicionarse intentando espejar su trabajo con llevado a cabo por la actual gestión. Siguiendo sus intereses le apuntó directo al gobernador. “Se esconde detrás de su ministro de Seguridad porque no puede explicar tanta desidia y retroceso”, escribió el diputado amarillo que aseguró que durante su paso por la cartera de Seguridad se colocaron cámaras y botones antipánico en más de 1000 colectivos de los que recorren el conurbano y también chicaneó a Berni, aunque sin nombrarlo. “Basta de show para las cámaras”, tuiteó.
BuenosAires/12 viene dando cuenta de un insistente discurso opositor que, a partir del endurecimiento de sus posturas, pone el acento en la inseguridad para, desde allí, cuestionar a la gestión provincial. No parece casual que, entre los aspirantes del PRO para disputar el sillón de Dardo Rocha en octubre de este 2023, dos hayan tenido a su cargo carteras de Seguridad. Vale recordar que en la última parte de su paso por la vicejefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Diego Santilli se hizo cargo de la cartera de Seguridad que había tenido que abandonar Martín Ocampo luego de los disturbios que el 24 de noviembre de 2018 obligaron a suspender la final de la Copa Libertadores, que River y Boca terminaron disputando en Madrid, España.
Si bien el hombre de Horacio Rodríguez Larreta encabeza la mayoría de los sondeos que ponen el ojo sobre la interna del PRO, un reciente estudio de la consultora Giro 3.0 ubicó a Ritondo en un escenario de paridad a partir de un crecimiento que, dice el estudio, estaría apoyado en su discurso contra la inseguridad. Pero ese crecimiento no se explica sólo por el accionar de ex ministro durante la gestión de Vidal, sino en un posible tándem que lo mide en compañía de la boleta presidencial encabezada por Patricia Bullrich, la ex ministra de Seguridad de la Nación durante toda la gestión de Mauricio Macri que encuentra en el discurso de la mano dura como uno de sus activos más importantes.
“Matan a un colectivero a meses de jubilarse. ¿Cómo no indignarse?”, escribió la presidenta del PRO a nivel nacional este lunes, aunque intentó despegarse de los discursos que justificaron las agresiones a Berni, impostando empatía. “No admito la violencia contra la autoridad, ni hoy ni cuando fuimos víctimas”, aseguró luego de advertir que los hechos ocurridos en horas de la mañana se explican “cuando, en vez de luchar de frente contra el crimen, se participa de un gobierno que avala la delincuencia”.
Alimentado ese perfil duro, Juntos por el Cambio celebra por estas horas la llegada al espacio de José Luis Espert, el diputado de Avanza Libertad que en reiteradas oportunidades exigió “cárcel o bala” para dirigentes sociales como “una forma de pedir por el cumplimiento de la ley”. “Para el kirchnerismo, el asesinato del colectivero y los que ocurren a diario, son daños colaterales de su genocida estrategia de esclavizarnos, haciéndonos miserables a través de la inflación para luego tirarnos un plan social. Mi solidaridad con las familias de esos muertos”, tuiteó y retuiteó este lunes el diputado que ya sumó su precandidatura a la gobernación bonaerense con la que negociará su posicionamiento en la futura alianza que él propone nombrar como “Juntos por la Libertad y el Cambio”.
Más apegados al discurso institucionalista que los ubica en el sendero dialoguista, los principales referentes del radicalismo provincial se solidarizaron con la familia del chofer asesinado y repudiaron las agresiones a los funcionarios bonaerenses, aunque sin nombrarlos. “La solución es a través de herramientas institucionales: un plan serio y comprometido, para que no vuelva a ocurrir lo de hoy, ni contra el pueblo, ni contra la autoridad”, escribió Gustavo Posse. “Repudio toda forma de violencia, siempre”, dijo Maximiliano Abad, que de todos modos buscó explicar que los ataques contra Berni son “una demostración más del fracaso de la política de seguridad y lo alejado que está el Gobierno de los problemas de la gente”.
Un paso más adelante en el plan de ataque, Martín Tetaz pidió la renuncia del ministro de Seguridad, retuiteó un mensaje que aseguraba que “no hay piña más dolorosa que un voto bien puesto” y cerró recordando una foto suya que la semana pasada lo paró frente a la sede de la cartera que comanda Berni caminando sobre una mancha que quiso representar un enorme charco de sangre.