La puja que tiene paralizado al Senado desde hace más de cuatro meses parece no tener tregua. Tras el escándalo que desató Juntos por el Cambio la semana pasada que arrastró al resto de la oposición, dejó sin quórum al oficialista Frente de Todos y sin tratamiento numerosos proyectos de impacto social –incluso los que ellos mismos habían propuesto--, el interbloque macrista volverá a insistir con la misma estrategia: imponer una agenda opositora para proponer una sesión especial el 13 de abril. La misma fecha que, tras la frustrada sesión, el oficialismo había propuesto realizar una negociación en la que arribar a una sesión de consenso. En tanto, Unidad Federal –que puede volcar el fiel de la balanza hacia uno u otro lado— todavía no definió su postura: si buscará una sesión acordada o si se plegará a una convocatoria opositora. Todo cruzado por la disputa electoral.
El objetivo que se había trazado JxC, quedó plasmado en el comunicado que emitió el interbloque de senadores macristas luego del escándalo que terminó por voltear la sesión de la semana pasada. “El oficialismo del Senado de la Nación tuvo que enfrentarse a una nueva realidad, Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de la Nación, ha perdido el control de la Cámara alta”, decía el primer párrafo del texto que difundieron.
El éxodo opositor dejó sin tratamiento los proyectos que ellos mismo habían propuesto –las designaciones en seis juzgados federales de Santa Fe y Rosario, más la ley Lucio— y los que había incorporado el oficialismo al temario opositor: alcoholemia cero, Certificado Único de Discapacidad, eliminación de la fe de vida para jubilados, cardiopatías congénitas, reconocimiento de lengua de señas y excepción del impuesto a las ganancias a los trabajadores de la salud.
Ahora, JxC volverá a insistir con un temario acotado, similar al que habían presentado y con la impronta de su agenda opositora. Aunque para eso deberá contar con el aporte de Unidad Federal para alcanzar el quórum: el bloque que formaron los cuatro senadores que provocaron el cisma en el FdT –al que dejaron lejos del quórum y relegado a la segunda minoría--, en alianza con la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti.
La sociedad opositora –entre JxC y UF-- se dio la semana pasada antes de la sesión y se terminó de pactar en el recinto, en medio de sospechas mutuas por los posicionamientos políticos-electorales de cada bancada. Especialmente por la confrontación entre ambos en Córdoba.
Aún así, UF –alineado con la propuesta electoral del peronismo que no integra el FdT-- todavía no definió si buscará un acuerdo de consenso entre las distintas bancadas o reeditará la sociedad con JxC en el recinto del Senado. “Sabemos que el 13 de abril va a haber sesión y queremos que sea consensuado por todos los miembros de la Cámara”, respondieron desde UF como expresión de deseo ante la consulta de PáginaI12. Aunque nada está resuelto aún.
En el oficialismo prima la idea de sesionar y terminar con el bloqueo que impuso JxC, luego que la mesa Nacional de la alianza macrista decidió no dar quórum mientras se sustancie el juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia en la Cámara baja.
De todas maneras, en el FdT afirman que no resignarán el tratamiento de los temas sociales que propusieron y que la oposición se negó a debatir pese a que cuentan con el consenso mayoritario de los bloques. “La oposición buscó imponer una agenda caprichosa y alejada de la gente, por intereses políticos mezquinos”, respondieron entonces. Una actitud que asocian a la puja electoral.
Uno de los temas más resistidos de la agenda oficialista de parte de la oposición es el proyecto de alcoholemia cero para conductores de vehículos. JxC y UF coincidieron en sus respectivos comunicados en acusar al FdT de “utilizar” a familiares y organizaciones de la sociedad civil que impulsan el proyecto para “presionar” a la oposición para sesionar.
"Hay una cruzada contra la ley de Alcohol Cero y no lo vamos a permitir”, dijo entonces en el recinto la presidenta del bloque Unidad Ciudadana (FdT), Juliana Di Tullio. No son pocos en el oficialismo que atribuyen la resistencia al radical mendocino Alfredo Cornejo, que preside el interbloque de senadores de JxC. Cornejo, que aspira a volver a gobernar Mendoza, asumió la defensa de los sectores empresariales vitivinícolas que se oponen a la ley.
Una disputa que vuelve a poner en riesgo la posibilidad de que los senadores vuelvan al recinto para sesionar tras más de cuatro meses de parálisis legislativa.