Trabajadores de distintos organismos nacionales del Estado nacional cuyos lugares de trabajo se encuentran en el edificio conocido como ex Palúdica, en la ciudad de Salta, llevaron a cabo ayer un corte de calles contra el desalojo y en reclamo de más recursos humanos e insumos. 

Los trabajadores de la Dirección Nacional de lucha contra los Vectores (que combaten el mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue, el zika y el chikunguña), prevén reunirse hoy con responsables de la empresa adjudicataria de las obras que se prevén hacer en ese edificio. Se espera que a la convocatoria se sumen también responsables de la Municipalidad de la ciudad de Salta. Mientras, los delegados gremiales afirmaron que el Ministerio de Salud de la provincia comprometió para la semana que viene la visita de un funcionario de esta cartera sanitaria para dar respuestas a la situación.

El conflicto se generó en 2016, cuando se aprobó una ley que cedió el predio del Estado nacional a la Municipalidad de ciudad capital de la provincia. Primero se hablaba de que en se lugar el municipio capitalino iba a construir un Museo del Folclore, y actualmente de una “Ciudad de la Música”.

La indeterminación en el nombre de la obra proyectada es similar a la indefinición que hay respecto del destino de los y las trabajadores de la Dirección de Vectores, del SENASA y de Reconocimiento Médico, que se desempeñan en ese lugar. “Nos dijeron que había un expediente para alquiler, pero es de hace tres años y hace un año que está parado”, dijo a Salta/12, Adán Alancay, delegado de ATE en el organismo.

La Municipalidad ya desembarcó en el predio, que se encuentra sobre el Paseo Güemes, y sacó vehículos del predio además de notificar a los trabajadores sobre la necesidad de que desalojen las instalaciones. Nación hasta el momento no dio respuesta alguna sobre su destino. Y aunque se solicitó información formal sobre los pasos a seguir, el área legal y técnica de la Municipalidad, a cargo de Daniel Nallar, no dio respuestas hasta ahora. 

El secretario de Turismo y Cultura de la Municipalidad, Fernando García Soria, solo dijo que hay distintas etapas del proyecto. “La de ahora es de la integración del predio con la zona”, añadió al referir que además del Paseo Güemes se tomará como referencia la funcionalidad conjunta con la Usina Cultural, ubicada detrás del edificio a remodelar.

En ese marco, el paso a seguir sería la demolición de los muros del edificio para iniciar la parquización de un espacio verde. Luego, ante el peligro de derrumbe que hay en el viejo edificio de la ex Palúdica, se iniciaría la remodelación estructural, siempre conservando la fachada como lo que establece la ley de Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico de la Provincia de Salta.

En la ley de donación a la Municipalidad, aprobada hace 7 años, se establece que en el edificio debe quedar una estación sanitaria. Ello para cumplir con el objetivo de donación de Luis Güemes en 1923, cuando dejó el edificio para cumplir con fines sanitarios. García Soria afirmó que esa dependencia será parte de la estructura, pero una vez que el edificio sea acondicionado.

“Ejercen violencia laboral”

Por su parte, la delegada de UPCN en la Dirección de Lucha contra Vectores, Matilde Juárez, entendió que con la actitud que toman en la intendencia “ejercen violencia laboral” en perjuicio de las y los trabajadores. Añadió que esto se genera en medio de una nueva epidemia de dengue en la cual deben actuar los trabajadores del organismo nacional. “Deberían estar más preocupados por la salud de la gente que por la música”, agregó. Y es que entendió que si Salta Capital está pasando por un brote de la enfermedad, es porque el gobierno comunal no tuvo presente realizar los trabajos preventivos a tiempo.

Alancay, en tanto, afirmó que además de la falta de un lugar de trabajo seguro a nivel del organismo, se reclama la necesidad de contar con mayor cantidad de insumos y de técnicos. “Hace 10 años eran 50 técnicos y hoy solo quedamos 13 y estamos contratados”, dijo. También piden la regularizción como trabajadores de planta permanente. La situación, reconoció Alancay, preocupa aún más ante la llegada de las elecciones y un posible cambio de gobierno que decida el vaciamiento final del organismo. 

Asimismo, indicó que son los únicos que realizan los controles focales con cada caso de dengue que se confirma, para realizar las fumigaciones en unas 9 cuadras a la redonda. Y respondió a las observaciones de especialistas de que fumigar provoca el vuelo de mosquitos adultos infectados y se propaga aún más la enfermedad: “Que ellos respondan por sus comentarios. Los técnicos estamos avalados por protocolos que vienen desde la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud de la Nación”, sostuvo.

Alancay sumó que en la actual situación, los propios trabajadores deben comprar su indumentaria para protegerse de posibles contagios.