Por efecto de la sequía, la soja -principal cultivo del país- registrará su menor producción en 23 años. Los 25 millones de toneladas que se esperan producir en la campaña representan una caída del 40% en relación con la campaña pasada, y la mitad del promedio de la última década, según los cálculos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Como consecuencia, las exportaciones del complejo sojero se reducirían un 30%, estimándose las pérdidas en torno a los 7.300 millones de dólares.
Las conclusiones surgen de la Dirección de Informes y Estudios Económicos de la BCR, en los que también se destaca que, tras 25 años de liderazgo, Argentina cedería su posición dominante en el mercado de harina de soja. En los documentos técnicos de remarca que desde la década del 90 la soja venía siendo el principal grano en la producción nacional, pero que en los últimos años fue destronada del primer puesto, observándose una progresiva caída en el área destinada al cultivo, siendo sustituido principalmente por el maíz.
En la actual campaña, se estima que se sembraron 16 millones de hectáreas de soja. Si bien se mantiene como el principal cultivo en área sembrada en el país, viene mostrando una caída ininterrumpida en las últimas 7 campañas desde el récord de las 20,3 millones de hectáreas que se sembraron en la de 2014/15. El área destinada al cultivo en la 2022/23 representa la menor sembrada con la oleaginosa desde la campaña 2005/06.
En términos de producción, las 25 millones de toneladas que se esperan producir en la campaña representan una caída del 40% en relación con la campaña pasada, y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos 10 años (50 millones de toneladas). Así, Argentina cerrará su peor campaña productiva en 23 años, ya que hay que remontarse a la campaña 1999/20 para encontrar una producción más baja.
En el último año, el complejo sojero generó exportaciones por un total de 24.868 millones de dólares, lo que marcó un récord absoluto en valor exportado para el mismo. En 2023, producto de la fuerte caída en la producción por la sequía, se espera un severo ajuste en las exportaciones del complejo, que podrían ubicarse en torno a los 17.568 millones de dólares, lo que significaría una caída del 30% en relación con 2022, rondando los 7.300 millones de dólares.
Otra de las aristas negativas de la seca es la pérdida de participación en los mercados de aceite y harina de soja a nivel global. En este sentido, se advierte que Argentina perdería su posición como primer exportador mundial de harina de soja en la campaña 2022/23, su principal mercado de exportación y uno de los pocos nichos que el país domina en las cadenas globales de suministro.
Según las estimaciones de los equipos técnicos, Argentina estaría exportando cerca de 20 millones de toneladas en la campaña 2022/23, un 29% del comercio global, ubicándose por debajo de Brasil por primera vez desde la campaña 1997/8.