El Banco Mundial estimó que la economía argentina no crecerá en 2023. Se trata de una modificación a la baja de la proyección anterior, que arrojaba un crecimiento del 2 por ciento para este año. Los efectos de la sequía sobre las exportaciones agropecuarias son uno de los principales elementos que llevaron al organismo de crédito y a distintas consultoras a moderar las expectativas de crecimiento de la actividad para este año. Para 2024, el Banco Mundial estimó que el nivel de actividad volverá a crecer 2 por ciento.

Las nuevas proyecciones para este año, que significan una reducción respecto de la última estimación, realizadas hace seis meses, fueron dadas a conocer por William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe. Maloney presentó el informe económico del Banco Mundial "El potencial de la integración - oportunidades en una economía global cambiante", que examina las perspectivas de crecimiento de la región y los retos a los que se enfrenta en el corto plazo.

La presentación de ese documento se hizo en la conferencia previa a las Reuniones de Primavera del FMI y del Banco Mundial, que se desarrollarán la semana próxima en Washington. El funcionario mencionó que, entre las causas de la nueva proyección para la Argentina, figura la fuerte sequía que sufrió el país. “Se deben mitigar las altas temperaturas, que tienen un efecto sobre las tasas de crecimiento de países como la Argentina”, dijo. “El país tiene muchas cuestiones por resolver", agregó Maloney.

En cuanto a los pronósticos para la inflación, el directivo dijo que "apoyamos el programa con el FMI en este punto y esperamos que se pueda garantizar una macroestabilidad". En este sentido agregó que, para aumentar la inversión, "la estabilidad macroecónomica es un requisito para que fluyan capitales a la región, no solo capital del exterior sino que la actividad comercial sea posible para los locales”.

Por su parte, en cuanto a la región, la entidad estimó que la economía de Chile registrará una caída de -0,7 por ciento; mientras que Brasil crecerá 0,8 por ciento, México, +1,5 por ciento; Uruguay, +1,8 por ciento; y Paraguay, +4,8 por ciento. Maloney subrayó que América latina es la que “menos ha crecido desde el 2019 en adelante".

En base a esta previsión, en 2023 la región crecería 1,4 por ciento; y 2,4 por ciento en 2024 y 2025. Advirtió también que “los flujos de inversión se ha reducido desde 2011 en un 50 por ciento a la región y se está integrando un poco menos. Esto se ve en el ingreso per cápita de la región, frente a los países del sudeste asiático”. En este sentido, sugirió a los países de la región “aprovechar la tendencia verde, con productos elaborados de manera sustentable porque vamos a ser un exportador de energía verde como hidrógeno y litio”.

“Necesitamos integrarnos más para aprovechar esas ventajas. Estamos menos integrados que el sudeste asiático y el comercio ha declinado desde el 2000, con la excepción de México”, concluyó el directivo del Banco Mundial.