El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Seguridad bonaernese, Sergio Berni, cruzaron acusaciones por lo ocurrido tras el asesinato del colectivero Daniel Barrientos: la paliza que recibió Berni y la represión de la Policía de la Ciudad a un grupo de colectiveros. Larreta sostuvo que su policía había tenido un comportamiento ejemplar que lo "salvó a Berni". Tanto el ministro como su par en Transporte bonaerense, Jorge D'Onofrio, sostuvieron que no necesitaban ser rescatados y cuestionaron las imágenes donde un policía porteño golpea en la cabeza con un escudo a un colectivero. Berni advirtió que podría haber sido víctima de "una emboscada". Horas más tarde, se presentó una denuncia penal que identifica a los agresores como presuntos seguidores de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich (ver aparte).
El día siguiente a la muerte del colectivero Barrientos y la paliza a Berni fue un torbellino de culpas lanzadas de un lado al otro de la General Paz. No hubo un solo dirigente de Juntos por el Cambio que no quisiera utilizar lo ocurrido para la campaña 2023. Por caso, el gobernador Axel Kicillof calificó de "lamentable y repudiable" el uso político que la oposición le está dando al crimen de Barrientos.
Kicillof aportó dos datos a los sucesos del lunes. Primero dijo que el "asesinato a sangre fría" del colectivo tuvo elementos "dudosos y sospechos" por la magnitud del operativo que, al decir del gobernador, "parecía que iba a asaltar un blindado". Por otra parte, indicó respecto a la agresión a Berni que "existen cada vez más indicios" de que los agresores "no son conocidos de los colectiveros que protestaban el lunes". "Hay algo raro tanto con el asesinato como con la agresión al ministro", indicó Kicillof en declaraciones televisivas.
Modo carancho
El jefe de Gobierno intentó mostrarse como un hombre de trabajo que escapa a las chicanas políticas: “Entrar en las discusiones de la política me parece una falta de respeto. Ver a los políticos peleándose… Al señor Berni diciendo que va a insultar a Burzaco. Basta de insultos, arremanguémonos y laburemos”, sostuvo Larreta.
También aseguró que conduce a una policía ejemplar: “Destaco el accionar de la Policía. Las declaraciones de Berni no son un tema, hay que terminar con eso. Valoro el trabajo de la Policía, lo salvó al señor Berni”. “Las imágenes son contundentes. La Policía de la Ciudad lo salvó de una situación muy violenta y grave; y él en vez de agradecer con humildad, quiere putear al ministro”, remarcó. Quizás le filtran las imágenes que ve Larreta, porque una de ellas muestra a uno de los agentes levantando su escudo por encima de la cabeza y estampándoselo en la cara a un colectivero, como si se tratara de una batalla vikinga. Sobre esto, el jefe de Gobierno no tuvo comentarios.
Larreta no se olvidó que está de campaña para presdiente y, ahí sí, no le resultó una falta de respeto a la familia buscar rédito político. “La seguridad del conurbano es un drama, la gente tiene miedo, si salen los chicos a la noche les dicen llamame, llegaste, a qué hora volvés. Esa es la vida en el conurbano, alrededor de la ciudad”, aseguró. “Eso es lo que vamos a hacer en toda la Argentina si la gente me elige como presidente, trabajar”, dijo, por si quedaban dudas.
Berni y la emboscada
La frase del insulto a la que aludía Larreta había sido pronunciada horas antes por Berni cuando le preguntaron si lo había llamado el ministro de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco. Dijo que no se comunicó con él. “Mejor no me llame porque se va a comer flor de puteada”, advirtió. Le preguntaron si no le debía una explicación por el operativo policial que desplegó: “No necesito explicaciones, conozco demasiado bien cómo funciona esto. Esto no se hace, usted no puede poner en riesgo la vida de una persona”, dijo.
Berni remarcó que no tenía intención de retirarse del lugar hasta que le estamparon un casco de bicicleta y lo sacaron a la fuerza los policías porteños. “Íbamos a reunirnos, estábamos en pleno proceso. Estábamos viendo dónde
nos íbamos a reunir. Durante 20 minutos pudimos tranquilizar la
situación, cuando estaba todo listo aparece la Infantería y les pido por
favor que no avancen”, relató Berni sobre una actitud de la policía porteña que consideró provocadora. Luego vinieron los golpes y los piedrazos.“Mientras los enfrento busco la pared para buscar un flanco protegido, pero no me impedía la voluntad de seguir ahí”, indicó. Y sostuvo que lo sacaron a la fuerza:
Berni advirtió que “hay una metodología de incitación a la violencia de sectores políticos” y sostuvo que “en la Argentina no podemos seguir con este nivel de violencia”. También dijo que recibió una advertencia de que "podía ser víctima de una emboscada". También advirtió que es extraño cómo fue “fue fusilado, brutalmente ejecutado” el colectivero. “Los testigos dicen que no fue un robo”, afirmó. "Lo de hoy es muy llamativo; nadie roba con dos vehículos de apoyo, con armamento que no es habitual, que tiene munición carísima. No es un simple robo. Estas situaciones pasan cuando la victima se defiende, pero acá no hubo plata, no hubo nada, se llevaron solamente una cartera y desde el estribo ejecutaron a un trabajador", dijo.
Esta advertencia entroncó con una denuncia que presentó la abogada Valeria Carreras, quien pide que se investigue porque “la organización de los atacantes, autores materiales de los golpes y la arenga que incitó a la violencia serían del espacio político liderado por Patricia Bullrich”.
Algo organizado
Berni, en tanto, no perdió oportunidad para facturarle a su antecesor, el actual candidato a gobernador del PRO Cristian Ritondo, la ausencia de cámaras en los colectivos. "Ritondo se había comprometido a que los colectivos tuvieran cámaras y que transmitieran directamente, pero nada de eso sucedió", remarcó.
El ministro de Transporte bonaerense, que también estuvo presente, advirtió: "Me duele muchísimo el paso de comedia que hizo Infantería de la Ciudad porque ni Berni ni yo necesitábamos ser rescatados. Fue innecesario". D'Onofrio también comentó el ataque de un policía con su escudo a un manifestante: "Claramente fue desestabilizador". Berni dijo que había intentado proteger a ese trabajador. Sobre la denuncia de que hubo gente de Bullrich involucrada, D'Onofrio comentó:"Si eso fuera real, que no descarto que no lo sea, realmente 40 años de democracia no sirvieron para nada". Y contó que antes de las agresiones había conseguido conversar con los choferes sin agresiones. "Evidentemente hubo algo organizado esperándolo a Berni", dijo. E identificó a"una mujer activista de un partido político que no era chofer y otro que apareció con un cartel vinculado a la represión".