“Hoy, lunes 3 de abril alrededor de las 8 de la mañana encontramos un ejemplar nuevo de alacrán en un aula” reclamó ayer el Centro de Estudiantes del Lengüitas en su cuenta de Instagram. El caso actualizó la discusión sobre el estado de los edificios educativos en la Ciudad de Buenos Aires, y por ende, del presupuesto destinado a Educación. El posteo denuncia: “Esto evidencia que para el Ministerio de Educación de la Ciudad y para el GCBA, la escuela pública y su comunidad no somos una prioridad”.
El video del post muestra al alacrán corretear con sus pinzas al frente, sobre el piso de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Broquen. Y se oyen gritos cuando les estudiantes lo detectan: “¡Ay ay ay!” “¡Aaah…!”
De inmediato, los estudiantes y los padres que los acompañan en el reclamo --iniciado el 4 de marzo tras la aparición de otros siete ejemplares del arácnido en el colegio--, volvieron a denunciar el estado de insalubridad del edificio, por “la basura que se acumula en los rincones”, detalla una madre a Página/12. Y esta vez, además, aunque el colegio minimiza el riesgo y el Ministerio de Educación que dirige Soledad Acuña hace silencio, lograron el respaldo de un pormenorizado informe del Instituto Malbrán.
Para sostener el reclamo, los padres esta vez lograron tomar fotos de "la basura acumulada", y de las grietas de pared donde el alacrán se hospeda y puede pasar meses inactivo. Sin embargo, las indicaciones del rectorado del Lengüitas, lejos de compartir estrategias que apunten a la reparación de grietas, limpieza y desinfección, propone: concurrir a clases con calzado “que cubra los pies en su totalidad”, “no sentarse en el piso”, “no dejar la mochila en el piso”. O "arrojar los residuos en los basureros”, una obviedad, no tan obvia, a juzgar por el estado del edificio, que no cuenta con todo el personal de maestranza necesario. Y allí, en la basura, y en la oscuridad de las paredes huecas, anida el alacrán, y sobrevive.
“Son venenosos”
“El escorpión que se observa en el video el día de la fecha es un ejemplar de Tityus carrilloi (o Tityus trivittatus, su nombre clásico), la especie de escorpión de mayor importancia médica en Argentina” sostiene el informe fechado el 3 de abril. “La picadura de éstos alacranes puede ser peligrosa, sobre todo en ancianos, niños o personas con problemas de base de salud (hipertensos, cardiópatas, etc.)”, continúa.
El Lengüitas tiene una población numerosa. Allí se dicta educación inicial, primaria, secundaria y terciaria, más dos nocturnos para finalizar primario y secundario. Fue otra vez, como en marzo, en las aulas del secundario donde apareció el nuevo ejemplar venenoso. “Luego de que lxs estudiantes nos movilizáramos --recuerda el Centro de Estudiantes--, vinieron a fumigar dos empresas con lxs estudiantes, docentes, directivos y personal dentro de la escuela, como si fuera algo más en un día escolar”.
“Claramente, esta fumigación no funcionó”, razonan. Y siguen pidiendo la fumigación completa del edificio. Aunque ya transformados en especialistas en arácnidos y venenos, saben que la fumigación es un "arma secundaria" en relación a "medidas ambientales" como "tapar agujeros y rejillas, y revocar", sostienen, siguiendo a expertos. En las paredes o cañerías, o entre escombros, el animal tiene su "circuito de vida".
Medidas “previas a la fumigación”
La indicación del Malbrán es categórica: “El control de este escorpión debe realizarse impidiendo su ingreso a las casas/departamentos mediante la toma de medidas edilicias”. Control de cámaras subterráneas, tubos de ascensores, cañerías, sótanos, paredes huecas. “Se debe proceder al sellado de grietas, a colocar rejillas en los desagües y tapas en las salidas y entradas de cañerías”, se afina la indicación.
Al interior de un edificio se debe “revisar; en busca de alacranes; pisos y zócalos sueltos o rotos, desagües, baños y cocinas, grietas y huecos en paredes y techos, topes de puertas y ventanas, cajas de energía, sistemas de refrigeración, vigas”, y sigue. Muebles, cortinas, estantes. Para puntualizar luego, entre otros: “objetos apilados o tirados”.
En exteriores indica “controlar sitios con materiales de construcción (escombros, pilas de ladrillos, tejas, piedras, amontonamientos de madera), y la acumulación de basura, ramas u hojas. Objetos descartados, botellas apiladas. Debajo de macetas y floreros, o bolsas con materiales. Deben controlarse bombas de agua, alcantarillas, tuberías de agua y de electricidad”, entre otras varias opciones.
Una vez tomadas “estas medidas ambientales”, recién puede fumigarse con productos “de comprobada efectividad en arácnidos”, sostiene el informe firmado por la licenciada Laura Lanari, del Área Investigación y Desarrollo para Venenos del Malbrán. “La fumigación no sirve para eliminar a los escorpiones y, sin tomar previamente las medidas edilicias sugeridas, está contraindicada”, refuerza el diagnóstico del Instituto.
Reacciones en la comunidad educativa
Para Andrea Prado, quien integra el grupo de padres que acompaña a los alumnos en el reclamo, hay dos opciones: “la de Acuña”, por la ministra que manda a decir, a través del colegio, “que los alumnos deben cuidarse solos, prácticamente”, señala esta mamá. Visiblemente molesta porque la escuela considera “bichitios” a estos alacranes. “Y tenemos la opción del Malbrán --contrapesa--, que hoy mandó una nota diciendo que son altamente peligrosos, y pueden ser mortales en niños, o personas de 20 kilos”.
El hijo de Andrea cursa cuatro año, y “es hiperalérgico”, describe su mamá que, con otros padres reclaman al colegio porque en marzo “dijeron que estaba solucionado, y sabíamos que no era así”. Hoy el informe del Malbrán les da la razón. Y ya se sumó a las denuncias en la Defensoría del Pueblo. Se adjuntarán también las fotos de "basura acumulada" tomadas este miércoles por un grupo de padres que quiso constatar el estado del edificio, frente a la indicación de limpieza ambiental de la autoridad sanitaria.
"Fuimos al colegio pero no nos dejan entrar. Como sabemos que hay mucha suciedad, quisimos ver”, cuenta Andrea. Y pudieron hacer fotos de la basura. “Porque para ahorrar se redujo la planta de personal no docente", explica. "Hay una mugre tremenda, y los alacranes viven en esa suciedad” añade.
La grieta: donde vive el alacrán
Según los padres, la situación busca provocar un deterioro del entorno educativo. Y sumar al estado de precariedad del secundario de Plaza Las Heras, en Palermo. Un informe de la legisladora María 'Maru' Bielli sostiene que además “todos los días en las escuelas hay 100 cargos sin cubrir”. Andrea Prado pide que se contraten docentes para estos cargos: “En este colegio, la semana pasada, entre los 5 cursos, hubo 138 horas libres, porque no hay profes en los cargos, no por ausencias” aclara.
“Pero nos dicen que las escuelas 'no se cierras porque para nosotros, JxC, la educación es prioridad'. Para el peronismo no… Y esto mientras se levantan de sus bancas en el Congreso ¡para no dar quorum y crear universidades!”, exclama. Andrea también pide que dejen de fumigar. Ironiza con que “seguro la empresa debe ser de un amigo, porque vuelven y vuelven y sabemos ya que el alacrán no muere con fumigación, y lo siguen haciendo”, se queja.
"El tema es que viven en las grietas, esto facilita su escondite", agrega, paradójicamente “la grieta vuelve a escena. Tienen que limpiar y cerrar las grietas que hay, justito --señala--, las rajas de las paredes, ver las cañerías. Hay que seguir el informe del Malbrán que es la voz autorizada”, puntualiza.