A poco más de tres años de su gesitón y luego de atravesar por algunas "complicaciones", en los que se mezclaron cuestiones personales con laborales, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, anunció este miércoles su retirada de la primera línea de la política y su renuncia como líder del Partido Socialdemócrata (SDP).
En 2019, Marin se convirtió en la primera ministra más joven de la historia de Finlandia al asumir el cargo a sus 34 años. Sin embargo, su vertiginoso ascenso hasta la Jefatura del Gobierno, fue tan fulgurante como fugaz.
Marin, quien aspiraba a la reelección, no pudo revalidar la victoria socialdemócrata en las reñidas elecciones del pasado domingo, pese a mejorar sus resultados, y fue superada por el partido conservador Kokoomus por 27.659 votos, una diferencia inferior al 1 por ciento.
Este resultado relegó al SDP a la tercera posición, por detrás de los conservadores y del partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses, que se tomó la revancha de su ajustada derrota en los comicios de 2019 y superó a los socialdemócratas por 3.884 votos.
"Han sido años excepcionalmente difíciles y tiempos duros. Con este resultado electoral, siento que tengo la oportunidad de pasar página en mi propia vida", dijo Marin ante la prensa.
Asimismo, exhausta y emocionada, anunció que continuará su carrera política como una diputada más, aunque estará al frente de su partido hasta que elijan a su sucesor y liderará las negociaciones con los conservadores para la formación del próximo Ejecutivo de coalición.
Una gestión "complicada"
Desde que en diciembre de 2019 fuera nombrada jefa de Gobierno en sustitución del dimitido Antti Rinne, Marin debió afrontar una de las legislaturas más complicadas de la historia reciente de Finlandia.
Durante su primer año al frente del Ejecutivo, tuvo que dedicar buena parte de sus esfuerzos a lidiar con la pandemia de covid, tarea que realizó de forma modélica, a juzgar por los resultados de su gestión y a pesar de su relativa inexperiencia como gobernante.
Bajo su mando, Finlandia logró ser una de las naciones europeas con menor número de contagios y muertos por covid, y ello sin confinar a la población, sin colapsos en su sistema sanitario y con un impacto en su economía más moderado que en muchos otros países.
Sin embargo, cuando lo peor de la pandemia ya había pasado, Rusia sorprendió al mundo lanzando una ofensiva a gran escala sobre Ucrania, una agresión a la que el Gobierno de Marin y el presidente finlandés, Sauli Niinistö, respondieron pidiendo el ingreso urgente del país nórdico en la OTAN tras casi ocho décadas de neutralidad militar.
La primera ministra finlandesa esperó a la adhesión formal a la Alianza, consumada este martes en tiempo récord -poco más de diez meses después de presentar la solicitud-, para hacer pública su decisión de abandonar la presidencia del SDP.
Vida pública y vida privada
Marin no solo será recordada como la Primera ministra más jóven sino también como la política más mediática de la historia de Finlandia.
Gracias a su carisma y a sus dotes natas para el liderazgo, grandes medios internacionales como la BBC británica y Forbes eligieron a Marin entre las cien mujeres más influyentes y poderosas del mundo en 2020 y un año después la prestigiosa revista Time incluso le dedicó una portada.
Su origen social humilde y sus convicciones progresistas la convirtieron, a ojos de mucha gente, en un ejemplo de superación y en un símbolo de la lucha por la igualdad, la justicia social, los derechos de las minorías sexuales y la tolerancia.
Sin embargo, también desató los peores instintos en otro sector de la sociedad, que interpretó su juventud como inexperiencia, su confianza en sí misma como arrogancia y su naturalidad como exhibicionismo.
Antes incluso de que estallaran los escándalos por las filtraciones de fotos y vídeos de sus fiestas privadas en 2022, las redes sociales e incluso los medios tradicionales se llenaron con una campaña de acoso y un discurso del odio inéditos hasta entonces en Finlandia.
Incluso, el Centro de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN publicó un informe en 2021 que denunciaba el abrumador acoso misógino al que estaba siendo sometido en internet el Gobierno de Marin, liderado por cinco mujeres de cinco partidos.
En este contexto de agresiones y críticas despiadadas, Marin no pudo contenerse y respondió a través de Twitter: "Incompetente, sin experiencia, cajera de supermercado, niña, gobierno de niñas, gobierno de pintalabios, gobierno de pantis, amenazas, discurso del odio, acoso. Sí, las mujeres dirigen el Gobierno. Aceptalo", sostuvo.