El expresidente brasileño Jair Bolsonaro respondió este miércoles a las preguntas de la Policía Federal sobre las joyas que recibió por parte de Arabia Saudita y que conservó después de dejar el poder sin estar autorizado para hacerlo. "La declaración de Bolsonaro transcurrió de manera absolutamente tranquila, habiendo respondido a todas las indagaciones hechas por la Policía Federal", dijo en redes sociales el exsecretario de Comunicación Fabio Wajngarten, un estrecho colaborador del exmandatario que agregó: "Fue una muy buena oportunidad para aclarar los hechos".
Siendo presidente Bolsonaro recibió joyas valuadas en unos 3,5 millones de dólares que no devolvió cuando terminó el mandato, pese a que se trata de un patrimonio del Estado. Parte de las alhajas, que estaban depositadas en la finca del excampeón del mundo de F1 Nelson Piquet, en Brasilia, fueron devueltas por Bolsonaro recién esta semana.
El objetivo de la investigación es dilucidar cuál fue el papel de Bolsonaro en el caso y conocer si fue él quien dio orden a los funcionarios de su gobierno para que liberaran uno de los juegos de joyas que fue interceptado en el Aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, y cuál era el destino que pretendía darle.
Los argumentos de Bolsonaro
Aunque la presencia policial se reforzó en los alrededores de las dependencias policiales, no acudieron tantos seguidores de Bolsonaro como se esperaba. El expresidente tampoco se detuvo a dar declaraciones a los medios de comunicación.
Según fuentes de la investigación citadas por la prensa local, Bolsonaro intentó despegarse del caso diciendo que fue informado recién en diciembre pasado sobre la retención de diamantes y joyas en el aeropuerto de Guarulhos ocurrida en octubre de 2021. La declaración de Bolsonaro choca, sin embargo, con sus propios documentos gubernamentales. El diario Estadão informó que al menos ocho veces intentó el gobierno de Bolsonaro retirar las joyas de la aduana en forma ilegal.
El interrogatorio duró cerca de tres horas en la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde Bolsonaro entró y salió en un auto, sin dejarse ver y sin dar declaraciones. El exmandatario fue entrenado durante dos días por su equipo de abogados. Fue incluido por el Ministerio Público Federal y la Policía Federal en la investigación por peculado, un delito con penas entre 2 y 12 años de cárcel y multas.
Los regalos de Riad
La policía convocó a Bolsonaro para dar explicaciones sobre los tres paquetes de joyas que recibió como regalo por parte de las autoridades de Arabia Saudita a lo largo de su mandato, cuya existencia fue revelada por la prensa en las últimas semanas. Bolsonaro se apropió de dos de esos conjuntos, valuados en 100 mil y 75 mil dólares respectivamente, que debería de haber entregado al Estado.
Un tercer conjunto de joyas, con un valor calculado de 3,2 millones de dólares, fue confiscado en la aduana, en el aeropuerto internacional de Guarulhos en San Pablo. El entonces ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, fue filmado discutiendo con los agentes aduaneros diciendo que ese conjunto de joyas regalados por los sauditas estaban destinados a la exprimera dama Michelle Bolsonaro, que aseguró no tener conocimiento del caso.
El expresidente negó la semana pasada que hubiera intentado apropiarse de las joyas, aunque apenas las devolvió cuando el diario Estadão descubrió que se las había llevado de la presidencia una vez terminado el mandato, durante la mudanza del Palacio de la Alvorada. Los abogados del exmandatario, que aseguran que Bolsonaro no cometió ningún ilícito, depositaron los dos paquetes de joyas que estaban en poder del líder de extrema derecha en un banco público, a instancias del Tribunal de Cuentas.
El miércoles comparecieron también otras nueve personas relacionadas con el caso, entre ellas el exasesor de Bolsonaro, el coronel Mauro Cid; el coronel del Ejército y también exasesor Marcelo Câmara, y el entonces secretario especial de Hacienda, Julio César Vieira Gomes. La declaración simultánea pero en estancias separadas es una estrategia definida por la Policía Federal para evitar la puesta en común y por lo tanto un adulteramiento de las versiones.
Problemas judiciales
El interrogatorio a Bolsonaro se produjo después de que volviera a Brasil el jueves pasado, luego de haber permanecido tres meses en Estados Unidos. Desde que dejó el poder el pasado primero de enero para evitar pasar el mando al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Bolsonaro está desaforado, por lo que puede responder en la justicia común a los diversos casos en los que es investigado, por difundir información falsa y supuestos abusos económicos y de poder, entre otras causas.
En la Corte Suprema permanecen cinco procesos contra Bolsonaro, uno de los cuales intenta determinar la autoría intelectual del asalto a las sedes de los tres poderes de la Nación, perpetrado el pasado ocho de enero por miles de bolsonaristas, para intentar forzar un golpe contra el gobierno de Lula.