Matías Rojas tomó la pelota, levantó la mirada por un instante, la volvió a bajar para ubicar dónde estaba la redonda y sacó el zurdazo desde atrás de mitad de cancha, sin siquiera llegar a la altura del círculo central. La pelota vólo y voló... mucho más que el intento del arquero de Ñublense y se convirtió en el 1-0 de Racing. Una acción de antología del paraguayo, uno de los mejores jugadores del momento.
No sólo fue el sexto partido consecutivo con gol de quien finaliza contrato en junio próximo y tiene desesperados a los dirigentes de Racing (tanto o más que el arquero de Ñublense) para asegurar su renovación. Sino que de esa notable racha goleadora de quien se mueve como extremo derecho en el equipo de Gago, cinco fueron desde afuera del área.
Lo del paraguayo este miércoles por la noche en el debut de Racing en la Copa Libertadores, claro está, superó toda expectativa. Bien avisado estaría el uruguayo Nicola Pérez, el uno de Ñublense, de que enfrente tenía a un pateador de elite. Pero quién podría suponer semejante atrevimiento en una jugada que se originó en un lateral al área a favor del equipo chileno.
El saque largo y potente del lateral Bernardo Cerezo fue despejado por la defensa y tras un pivoteo de Paolo Guerrero cayó en Rojas, quien en dos toques puso el 1-0 a los 16 minutos. Algo similar pasó en el segundo tiempo, cuando Racing encontró el segundo: lateral al área de Cerezo, despeje de la defensa y secuencia Oroz-Hauche-Guerrero para que el experto luchador incaico le gane en velocidad a los defensores (a sus 39 años) llevándosela de cabeza y definiendo de zurda ante la salida del arquero.
Aunque Fernando Gago no puso a todos sus habituales titulares, Racing no pasó demasiados sobresaltos -incluso en un alocado final de ida y vuelta- en su visita al último subcampeón chileno, que tuvo su bautismo histórico en el máximo certamen de clubes del continente. El siempre influyente Gabriel Arias apenas se tuvo que lucir una vez, con un atajadón con el partido 2-0. Así, se acomodó de entrada en un grupo que ya tuvo una sorpresa: el triunfo 2-1 de Aucas de Ecuador sobre el último campeón Flamengo.