Desde Santa Fe

Vial Santa Fe, un fideicomiso del Banco Municipal de Rosario que inició sus actividades hace menos de un mes, el 4 de julio, comenzó a operar ayer la autopista en medio de otro de fuerte cruce entre el gobierno de Miguel Lifschitz y el peronismo. El administrador de Vialidad Provincial Pablo Seghezzo festejó el "día histórico porque tras 24 años de privatización, Santa Fe recupera la administración del corredor por una decisión política" de Lifschitz. Mientras que el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria Héctor Cavallero rechazó el negocio con el BMR cuando aún no está claro por qué se rescindió el contrato con ARSSA y se la liberó de las obras de repavimentación con "un perjuicio para el Estado por 1.500 millones de pesos" y ratificó que el ministro de Infraestructura José Garibay debe dar explicaciones en la Legislatura. Seghezzo sostuvo que Lifschitz optó por un modelo "intermedio" entre el concesionario privado y la administración de la provincia, que el contrato con Vial Santa Fe es "provisorio", por un año, y en ese lapso el operador cobrará peajes, pagará salarios a 257 trabajadores que tenía ARSSA y se encargará del mantenimiento y corte de pasto, a cambio de una comisión de 600 mil pesos mensuales. Y anunció que en esta transición no habrá aumento de tarifas.

"Es un día histórico", dijo Seghezzo rodeado por periodistas a los que convocó en la cabina de peaje frente al aeropuerto de Sauce Viejo. "Porque tras 24 años de concesión, Santa Fe recupera la administración de su autopista, que fue la primera que se construyó en el país". Y asumió el "compromiso firme de transformarla en la mejor de la Argentina" en los próximos dos años del gobierno de Lifschitz. "Iniciamos esta gestión con ese gran desafío".

Lifschitz aprobó por decreto (el 1870 del 29 de junio) el contrato con Vial Santa Fe que en un anexo define las obligaciones del fideicomiso ("administración, mantenimiento, cobro de servicios, corte de cesped, limpieza del tramo, auxilio y remoción de vehículos en caso de accidentes y asistencia a ambulancias", entre otros) y lo libera de las obras de repavimentación que no hizo ARSSA y asumirá la provincia.

Según Seghezzo, la autopista será repavimentada en cinco tramos. "Ya está en marcha el primero, desde San Lorenzo a Maciel. El 25 de agosto, se abrirán las ofertas del segundo, desde el kilómetro 140 al 100 (esto es desde Sauce Viejo hasta Coronda). Y en diciembre o enero, avanzaremos con el tercer tramo. Hay un compromiso de obra importante". 

En cambio, en la Legislatura el FpV rechazó "el fideicomiso entre la provincia y el Banco Municipal de Rosario" y volvió a pedirle a Garibay que concurra a la Cámara a dar explicaciones. Además de Cavallero, integran el bloque las diputadas Patricia Chialvo y Silvia Simoncini y sus colegas Germán Bacarella y Roberto Mirabella, que citaron al ministro de Infraestructura hace más de un mes, pero el oficialismo bloqueó la iniciativa.

Cavallero dijo que la decisión de Garibay -ratificada luego por Lifschitz‑ de rescindir el contrato con la concesionaria y liberarla de las obras de repavimentación fue ruinosa para la provincia. "ARSSA debe devolver 1.500 millones de pesos al erario público". Y recordó que el Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (Conaduv) calificó al hecho como una "estafa vial" que deberán soportar los usuarios viales, ya que el Estado Provincial se hará cargo de todas las obras de la autopista Rosario‑Santa Fe  y sin embargo se seguirá abonando un "falso peaje" o impuesto al tránsito, "continuando con los serios perjuicios económicos y sociales que se generan, no solo para quienes transitan por el corredor en cuestión, sino también para toda la sociedad en su conjunto, principalmente por el aumento en el costo de transporte".

Garibay debe concurrir a la Legislatura, insistió Cavallero. Lifschitz tiene que "respetar la institucionalidad democrática" y su ministro "informar al Poder Legislativo" sobre estas decisiones. "Más aún, cuando hace más de siete años que se viene prometiendo una autopista inteligente con tres carriles. No solo que nada de ello existe en la actualidad, sino que el estado de la misma es lamentable, preocupante y atenta contra la seguridad vial de los usuarios", concluyó Cavallero.