A partir de los datos que elabora periódicamente el Observatorio Laboral de la Unión Obrera Metalúrgica, en los últimos dos años comunicaron la baja en el gremio, 72 pymes metalúrgicas de la ciudad que, en promedio, emplean a 10 personas. De todos modos, desde la UOM aseguran que la cifra de establecimientos metalúrgicos que decidieron cerrar sus puertas es más alta, porque sólo contabilizan aquellas que anunciaron el cierre en la sede local del gremio. "Estas bajas son estimativas porque son de las empresas que vinieron al gremio y de las que tenemos certezas, pero la mayoría no las informan por lo que pueden haber muchísimas más", señaló el abogado de la UOM, Pablo Cerra, a Rosario/12. Y a pesar de los anuncios sobre el aumento del índice de crecimiento industrial difundidos por el Indec, lo cierto es que no hubo una sola alta de una empresa metalúrgica en la ciudad en el período 2016-2017. "Las altas que se dieron fueron solamente de empresas que se transformaron porque tienen deuda", agregó Cerra.

A poco de asumir Mauricio Macri la presidencia, desde la UOM Rosario advirtieron sobre las dificultades que iban atravesar las empresas metalúrgicas a partir de la devaluación, los tarifazos y la apertura indiscriminada de importaciones.

Los malos augurios se fueron confirmando mes a mes. La primera empresa que comunicó su baja al gremio el 16 de febrero de 2016 fue la de Giordano Juan Carlos, una metalúrgica que empleaba a 10 obreros. Ese mismo día, Cibatari Alberto hizo lo propio con su empresa donde trabajaban 19 personas. Dos días más tarde, Valia Miguel y Zárate Ubaldo comunicaron la decisión de cerrar su fábrica, fundada en 1957, y que ocupaba a 20 trabajadores.

A partir de febrero del 2016 y hasta el 1º de junio de este año comunicaron su baja al gremio, 72 empresas metalúrgicas, en las que se perdieron alrededor de 750 puestos de trabajo. La mayoría de estas pequeñas empresas tuvieron que dar de baja la actividad por los tarifazos y la baja de la actividad económica, y no tanto por los costos laborales.

Para el gremio, el número de puestos que se perdieron en los últimos dos años es superior si se toman los retiros voluntarios que se produjeron en grandes empresas como Rioro (ver aparte), Acindar y Gafa entre otras.

"Salvo los casos de Rioro o Mefro Wheels, que son paradigmáticos, el resto de las empresas que comunicaron la baja de actividad son pymes que emplean desde uno a veinte trabajadores", señaló Cerra, quien por otra parte destacó que en el mismo período no se dieron altas significativas.

El listado de pequeñas empresas metalúrgicos puede ser mayor. "Muchas empresas no vienen al gremio a dar la baja porque no tienen nada, como los casos en los que acordaron indemnizar a los trabajadores con las máquinas", agregó el letrado de la UOM.

La situación para las pymes metalúrgicas se complica día a día por el costo de la energía. A modo de ejemplo, desde la UOM plantearon el caso de Fundición Martínez, una empresa que emplea a 100 trabajadores y estuvo a punto de cerrar el año pasado jaqueada por el tarifazo y la apertura de importaciones. La aparición de un comprador fue determinante para evitar el cierre de la empresa.

Pero los constantes aumentos de la energía generan incertidumbre respecto a la continuidad de la producción. En el primer trimestre de 2015, la factura fue de 150 mil pesos. En el 2016 la boleta fue de 750 mil pesos. La última que recibieron fue de 1.400.000 pesos.