La Canasta Básica Alimentaria es más barata en los puntos de venta de la economía social. Así lo refleja un reciente informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). En este sentido, la Unión de Trabajadores de la Tierra informó que en febrero las frutas y verduras no aumentaron los precios en sus 20 almacenes y más de 60 redes de compras comunitarias.
En su informe correspondiente a marzo, el CESO indica que “en estos últimos dos meses --en relación a enero y febrero-- fue más conveniente comprar en almacenes y espacios de la economía social, solidaria y popular (ESSyP), ahorrando en total 3684 pesos en los productos de la Canasta Básica Alimentaria". Mientras que en los principales supermercados el gasto para cubrir los alimentos básicos fue de 30.182 pesos en promedio, en los puntos de venta de la economía popular el costo bajó a 27.646 pesos.
El relevamiento tuvo en cuenta 15 espacios de comercialización de la economía popular en CABA y el Gran Buenos Aires y es parte de un trabajo articulado con diversas redes de comercialización, como Puente del Sur, Cooperativa La Yumba, Pueblo a Pueblo y La Justa, una comercializadora impulsada por la Universidad de La Plata junto a organizaciones de la región.
El informe anterior del CESO, dado a conocer en enero, daba cuenta de un período de cinco meses en los que comprar en estos puntos de venta resultaba más barato que en los supermercados. De julio de 2022 a marzo de este año, la tendencia parece consolidarse.
Los precios
Según el informe, las mayores diferencias de precios durante los dos primeros meses del año se dieron en huevos, que fueron un 40 por ciento más baratos en los almacenes comunitarios, y yerbas, en donde la diferencia fue del 25 por ciento.
El análisis comparado destaca “una gran ventaja a favor de los almacenes y espacios de comercialización de la ESSyP en cuanto a las frutas y verduras. Cabe destacar que no solo es una diferencia monetaria, sino que también la calidad de estos productos es superior, ya que se trata de productos agroecológicos”.
En coincidencia con ese diagnóstico, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) difundió un comunicado en el que informa haber registrado “inflación 0 por ciento” en los precios de frutas y verduras durante febrero. “Nuestro proceso de comercio justo tiene que ver con la fijación de precios de manera colectiva y a cuatro meses, contemplando los costos, pero evitando toda especulación”, explica Agustín Suárez, vocero de la UTT.
Para lograr ese objetivo se realizan asambleas entre quienes producen y quienes gestionan los almacenes y nodos de comercialización. “Allí participan todos los productores y productoras que quieran, donde plantean sus costos, debatimos y fijamos los precios que nos proponemos mantener hasta la próxima asamblea. Tenemos en cuenta los factores estacionales, buscamos adelantarnos a la temporada, pero a la vez evitar la especulación”, indica Suárez.
Como parte de esa apuesta, la UTT puso en marcha una red de corredores de abastecimiento de alimentos que une a provincias de la Patagonia, Cuyo y Mesopotamia. “Históricamente, como gremio, nos enfocamos sobre la producción del alimento, después construimos almacenes para la venta y ahora estamos dando otro paso fundamental, desarrollando la logística propia para garantizar la distribución”, explica Juan Pablo Acosta, el Pocho, delegado gremial de Chubut.
Eso les permite bajar costos operativos. “Tratamos de invertir la lógica tradicional, donde el 70 por ciento suele quedar en el proceso de logística y comercialización. Nosotros garantizamos un 60 por ciento para el productor, 20 por ciento para el transporte y 20 por ciento para el almacén”, agrega Suárez. De ese modo, las familias productoras cuentan con un margen de ganancia que les permite sostener los precios de venta con más estabilidad.
Reorientar el consumo
“En la actualidad tenemos registrados cerca de 700 puntos de venta de la economía popular en todo el país”, explica Eva Verde, coordinadora del programa de Mercados de Cercanía del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. “Si bien hay una variedad de programas, todavía no se entiende al sector productivo y de la comercialización como claves para dar la lucha contra la inflación y por la soberanía alimentaria, que van de la mano”, agrega la funcionaria.
Eva Verde llegó al ministerio después de crear MeCoPo, Mercados de Consumo Popular, una de las redes de comercialización que es impulsada por las cooperativas del Frente Popular Darío Santillán. “Cuando se orienta al consumidor y a la consumidora a ir tras los acuerdos de precios con las grandes marcas y los grandes supermercados, eso deja afuera a quienes son aliados de un proyecto de soberanía. Por eso hay que desarrollar en paralelo un fortalecimiento y una reorientación del consumo hacia los sectores de la economía popular, como lo hicieron otros países, por ejemplo, Brasil con el plan Fome Cero, o Bolivia con subsidios alimentarios para ser consumidos en el mercado local o artesanal”.
La Mesa Agroalimentaria Argentina, que representa a cooperativas, pequeñas y medianas empresas y familias productoras, reclama la aprobación de una serie de leyes a favor del "campo que alimenta". Además de la ley de acceso a la tierra, las propuestas que elevaron a los distintos bloques parlamentarios ponen el eje en el financiamiento del cooperativismo y la transición agroecológica.
* Coautor de los libros América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista y 2001: Historias y devenires de la rebelión popular.